El juez Llarena deja en libertad a Ponsatí tras volver a Barcelona y ser detenida
ELECCIONES 23J
El magistrado dictó la orden después de que la ex consejera no compareciese en abril ante el Tribunal Supremo
24 jul 2023 . Actualizado a las 17:09 h.El pulso que mantiene el grupo de exdirigentes del procés nucleado en torno a Carles Puigdemont ha escrito esta mañana un nuevo episodio pocas horas después de que el endiablado escrutinio de las generales del 23 de julio haya dejado la gobernabilidad del país, dividido en el bibloquismo entre izquierdas y derechas, en manos de Junts. En otro calculado desafío al juez del Supremo Pablo Llarena, la eurodiputada del partido de Puigdemont, Clara Ponsatí, ha vuelto a ser detenida por los Mossos tras regresar a Barcelona.
Llarena ha pedido que se le practique una declaración indagatoria por los hechos que se le imputan, vinculados a la celebración del referendo ilegal del 1 de octubre y que, en su caso, han quedado limitados a un posible delito de desobediencia tras la supresión de la sedición del Código Penal. Una prueba testifical tras la cual el magistrado ha resuelto que sea puesta en libertad.
La dirigente nacionalista, sobre la que pesa una orden de arresto desde junio dictada por Llarena, había confirmado este mismo lunes a través de las redes sociales que había vuelto a la capital catalana. Una vez allí, ha sido apresada por los mossos, dependientes del Govern de ERC y que han actuado como policía judicial al mandato del magistrado del Supremo. Ha sido la propia eurodiputada, en un tuit publicado a las 11.48 horas de esta mañana, quien ha anunciado que había vuelto a ser detenida, según su criterio, «ilegalmente» por la justicia española.
El pasado abril, Ponsatí plantó a Llarena después de que este le hubiera citado en el alto tribunal para tomarle declaración como procesada por un presunto delito de desobediencia por su participación en la organización del plebiscito de independencia del 1-O de 2017, cuando era consejera del Gobierno encabezado por Puigdemont. La líder independentista no acudió entonces al Supremo escudándose en que tenía trabajo en la Eurocámara.
Tras el plantón, el juez evitó dictar una orden de detención y preguntó a las partes personadas en la causa si procedía reactivar su arresto. «Su incomparecencia injustificada al llamamiento judicial puede conducir a su detención», respondió la Fiscalía. «La ley permite la detención de quien no comparezca a los llamamientos judiciales para ser puesto a disposición del órgano judicial». A ojos del Ministerio Público, la detención constituye una «medida instrumental de carácter provisional», prevista con el fin de posibilitar la práctica de actuaciones judiciales absolutamente imprescindibles para la continuación del procedimiento penal. Llarena dictó la orden de detención el mes pasado y el de hoy será, así, un arresto temporal a fin de tomarle declaración.
La dirigente nacionalista llevaba más de cinco años huida de la justicia, junto a Carles Puigdemont, en Waterloo. El 28 de marzo regresó por primera vez a España sin riesgo ya de ser encarcelada, dado que la reforma penal pactada por el Gobierno de Sánchez con Esquerra dejó sin efecto la acusación contra ella por sedición. A las horas de su vuelta fue detenida y poco después quedó en libertad, el mismo camino que en el episodio de hoy.
Llarena advirtió entonces a la exconsejera y eurodiputada de que un nuevo desplante «conllevará la modificación de su situación personal y su conducción ante este tribunal por la fuerza pública». Desde su retorno a Cataluña, Ponsatí vive entre Barcelona y Bruselas, aunque llevaba semanas sin atravesar la frontera.
Este lunes, se ha fotografiado de nuevo en la ciudad condal, horas después de que el recuento del 23-J haya entregado a Junts, si no media un acuerdo entre bloques que no se espera, la llave de la Moncloa. Hace unas semanas, perdió su inmunidad como europarlamentaria, tras la resolución del Tribunal General de la Unión Europea que también afectó a Puigdemont.