«No abdicaré ni abandonaré la política vasca»

Carmen Martínez Castro MADRID

ESPAÑA

31 ene 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

Jaime Mayor Oreja fue el ministro mejor valorado los ejecutivos de Aznar. Abandonó el gobierno para articular una alternativa al nacionalismo vasco y en esa guerra perdió la batalla por el liderazgo de su partido. Admite que sus profecías, habitualmente sombrías, no gustan ni a sus compañeros de partido. La penúltima ocasión en que llovió azufre sobre su cabeza fue hace tres meses, cuando, en plena campaña electoral, predijo que los herederos de Pujol acabarían en contacto con los herederos de ETA. Esta semana hemos sabido que Carod Rovira se entrevistó durante seis horas con el máximo responsable de la banda terrorista. -Lo de menos es lo que yo pudiera decir. El escandaloso episodio de la entrevista arroja tres sencillas conclusiones. Primera: Batasuna y ETA son lo mismo. Mikel Antza, responsable máximo del aparato político de ETA va de la mano de Josu Ternera, representante de Batasuna, a entrevistarse con Carod. Segunda: cuando los partidos nacionalistas se radicalizan o están en un proyecto de ruptura necesitan hablar con ETA. Lo hizo el PNV en Estella y lo acaba de hacer ERC en Perpiñán. Tercera: la estrategia actual del PSOE, la "maragalización", facilita el desafío nacionalista. Es una excusa más para la radicalización. -La filtración de la entrevista, ¿ha puesto en riesgo la seguridad o la eficacia de los servicios de inteligencia? -Ese argumento es una excusa, una cortina de humo. El PSOE recurre a todo para no aceptar que cometió un grave error. -Hablemos de otro asunto polémico. El famoso artículo 155 de la Constitución que contempla la posibilidad de suspender una autonomía. Usted insiste en la conveniencia tener previsto su desarrollo; pero también en esta cuestión parece haberse quedado en minoría dentro de su partido. -La próxima legislatura se va a caracterizar por el intento de ruptura de dos gobiernos: el vasco y el catalán. Ante esta situación debemos facilitar al Gobierno de España todos los instrumentos políticos, legales y constitucionales para hacer frente a ese desafío. -Pero esas reformas no se pueden llevar a cabo sin el concurso y la colaboración del partido socialista. -Todo debería hacerse con el PSOE, pero el PSOE ha pactado en Cataluña con un partido independentista que se entrevista con ETA. Después de las elecciones generales el PSOE tiene que coincidir con nosotros, no ya en el desarrollo del artículo 155, sino en el diagnóstico de la situación. -Dijo usted en su día que el plan Ibarretxe era la herencia de ETA y Carod la herencia de Pujol. ¿Cuál es la herencia de Aznar? ¿Una España tensionada, como asegura la oposición? -No, la herencia de Aznar es una España con ETA en el peor momento de su historia. Lo que sucede es que, además de la violencia terrorista, hay otros asuntos no resueltos. Los crímenes de ETA han enmascarado y ocultado los problemas territoriales de España. Cuando el terrorismo disminuye, aflora el problema del nacionalismo y, sin ETA, es más fácil el entendimiento entre el nacionalismo catalán y el vasco -Josu Jon Imaz acaba de ser elegido presidente del PNV frente al candidato de Arzalluz. Esta circunstancia y su estilo más dialogante han suscitado ciertas esperanzas. ¿Comparte usted ese optimismo? -Imaz no va a cambiar nada en el nacionalismo vasco. La hoja de ruta está absolutamente trazada y pasa por la destrucción y la fractura del marco constitucional como primera etapa. El plan Ibarretxe puede morir por desavenencias internas y ya se están produciendo síntomas en esa dirección. Pero, fundamentalmente, puede morir porque sea derrotado en las urnas. -Después de una larga reflexión usted ha aceptado la oferta de Mariano Rajoy de volver a la política nacional y encabeza la candidatura del PP a las generales por la provincia de Álava. ¿Significa ese movimiento una renuncia a seguir al frente del PP vasco? -Esa decisión aún no está tomada. Primero hay que ver qué decimos los vascos el 14 de marzo; en función de ese resultado veremos si se produce una renovación del PP vasco y si conviene designar ya un candidado. Todo está abierto, pero yo estaré presente, de un modo u otro, en el papel que me corresponda. No abdicaré, ni abandonaré la política vasca. -¿Ha renunciado a su idea de buscar un candidato independiente que pueda aglutinar el voto de los partidos constitucionales en las próximas elecciones autonómica vascas? -Vamos a ver qué sucede en las elecciones. Luego decidiremos la oferta vamos a plantear a los ciudadanos y, en último lugar, qué persona puede encarnarla. Esa posible unión constitucional no puede ser un ensayo de laboratorio. Además es muy importante la opinión y la decisión que adopten los movimientos sociales de defensa del constitucionalismo que han surgido a lo largo de estos meses, Foro de Ermua, Basta Ya, Fundación para la Libertad, etc. -¿Conseguirá Rajoy una nueva mayoría absoluta del PP? -Mariano Rajoy debe ser presidente por una mayoría clara. Pensando en España más que en el PP o que en el propio Rajoy. Siempre he creído que es un error pedir la mayoría absoluta en la campaña electoral, pero en esta ocasión pido la mayoría absoluta para Mariano Rajoy porque después de 25 años de vigencia de la Constitución estamos ante su primer desafío político serio. Va a ser la legislatura del gran reto nacionalista. Más que nunca es el debate de una mayoría frente a las minorías nacionalistas.