El abogado asesinado en Madrid trabajaba para el clan de los Miami

Julio Á. Fariñas REDACCIÓN

ESPAÑA

BALLESTEROS

Entre sus clientes tuvo a Carlos el Negro, el capo prófugo de la operación Temple La víctima, que llevaba 60 billetes de 500 euros, fue abordada al salir de su despacho

28 oct 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

Rafael Gutiérrez Cobeño, el abogado penalista acribillado a tiros la noche del pasado jueves cuando salía de su despacho profesional en el centro de Madrid, trabajó casi en exclusiva para los Miami, un peligroso y veterano clan de narcotraficantes que durante años controló casi en exclusiva el negocio de distribución de pastillas en la periferia madrileña. Entre los clientes de su despacho también figuran personajes célebres del mundo del narcotráfico como Carlos Ruiz Santamaría, el Negro, el capo de la operación Temple Últimamente, la banda atravesaba uno de los momentos más bajos de su historia y, según fuentes policiales, se dedicaba a la distribución de cocaína en discotecas de la comunidad madrileña en las que trabajan como relaciones públicas personajes de la jet. Con silenciador Los hechos tuvieron lugar el jueves sobre las diez y media de la noche en la intersección de las calles Menéndez Pelayo y Menorca de Madrid, frente al parque de El Retiro. El abogado, junto a su pareja, Angustias Sánchez Pérez, viajaba a bordo de un BMW X5 y acababa de salir de su despacho en el número 4 de la calle Menorca. Cuando el vehículo redujo la marcha ante un semáforo en rojo, el sicario, a pie, se acercó por la ventanilla del conductor y comenzó a disparar a bocajarro. ?El pistolero vació su cargador: 15 disparos, al parecer realizados con un arma con silenciador. El letrado, que murió en el acto, recibió cuatro impactos: en el rostro, el corazón, el pecho y en un brazo. Cobeño llevaba encima 30.000 euros en billetes de 500, que el agresor no le quitó. Las balas también alcanzaron a Angustias Sánchez en el cuello, la mandíbula y el brazo derecho. Pese a la gravedad de las heridas, la mujer logró salir del coche y llegar a un bar cercano para pedir ayuda. Angustias Sánchez fue inmediatamente trasladada al hospital Gregorio Marañón, donde fue intervenida. Los médicos no temen por su vida.