Los datos extraídos de los análisis científicos señalaban ayer que la emisión submarina de material magmático se produce ya a menos de 150 metros de profundidad y a 2,4 kilómetros de la costa sur de El Hierro, según apuntan fuentes del Cabildo de esta isla canaria. El buque Profesor Ignacio Lozano volvió a puerto en la tarde de ayer tras su primera inspección en el área afectada y enseguida las autoridades públicas han trasladado que, pese a que ha crecido sustancialmente el riesgo de explosiones eruptivas, la situación no reviste peligrosidad para la población de la isla, una vez que continúa evacuado el pueblo litoral de La Restinga -al que ya llegó la mancha marina de residuos volcánicos- y se cerraron sus accesos por tierra.
También quedaron prohibidos los vuelos en helicóptero, el buceo y la navegación en el área afectada. El responsable del área de Seguridad y Emergencias del Gobierno autónomo, Juan Santana, explicó que estos datos obligan a subir un nivel más la alerta volcánica, que ya está en fase de emergencia 1. Santana relató que a unos 2.400 metros de la costa se puede observar un burbujeo en la superficie marina y cómo emergen restos de magma -piroclastos- humeantes, lo que lleva a los expertos a concluir que el «edifico volcánico» ha ido creciendo bajo el agua.
Es más, según fuentes del Cabildo, habrá que estar vigilantes del modo en que evoluciona el fenómeno eruptivo, que, mediante «la acumulación de nuevos materiales, puede hacer crecer el edificio insular».
«No hay duda, hay un volcán»
«Ya no hay ninguna duda, ahora sabemos que hay un volcán ahí debajo», corroboró tajante el presidente del Cabildo herreño, Alpidio Armas.
Ramón Ortiz, uno de los expertos del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) desplazado sobre el terreno, aseguró que la erupción siempre ha expulsado magma, solo que ayer «simplemente se ha hecho más visible». Y no descarta que, si la lava se sigue acumulando en el mar, vaya creando «una plataforma que puede crecer en altura» e incluso favorecer la aparición de un islote volcánico. Ortiz explicó que el proceso de desgasificación produce la mancha vista estos días. El científico insistió en que «no hay peligro para la población si se respetan las distancias de seguridad establecidas».