«Quería dar un giro a su vida», dice el presidente, que niega motivos políticos
23 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.En plena digestión de los pésimos resultados logrados por el PP en Cataluña, ayer se conoció que Jorge Moragas, uno de los más estrechos colaboradores de Rajoy, abandonaba el Ejecutivo para ser el nuevo embajador de España ante la ONU. Fue el propio presidente del Gobierno quien se apresuró a negar que la salida de su jefe de gabinete se debiese a motivos políticos. «Pueden hacer las interpretaciones que quieran, pero si me hacen caso a mi, que algún conocimiento de causa tengo en este asunto, no busquen esas motivaciones» explicó Rajoy en la comparecencia que ofreció en el Palacio de la Moncloa tras el Consejo de Ministros.
Podemos fue la primera formación en interpretar clave política el adiós de Moragas. Así lo entendió el responsable de Relaciones Internacionales del partido morado quien consideró que «los nombramientos en la acción exterior del Estado no deberían basarse en la política interna del PP».
«Quería dar un giro a su vida» ahondó Rajoy para explicar que se trató de una decisión que Moragas llevaba meditando desde hace tiempo. También que habían acordado que su salida del Ejecutivo se produjese antes de finalizar el año. El presidente del Gobierno defendió además que su nuevo destino se trata de una embajada que conoce «bien» y «tenía mucho interés» por ir a ella. «Creo que para España es muy positivo», dijo sobre un puesto que quedó vacante el pasado mes de noviembre con la salida del diplomático Román Oyarzun. Rajoy evitó avanzar quien puede ser ahora su nuevo jefe de gabinete. «Si lo supiera, a lo mejor se lo diría», bromeó.
El propio Moragas aseguró a Europa Press que después de esta «larga y fecunda etapa» junto a Mariano Rajoy de más de catorce años y tras la formación de Gobierno ahora hace un año, decidió plantearse «un cambio profesional importante dejando la política en primera línea y regresando poco a poco» a su carrera profesional diplomática.
Moragas reconoció que «razones personales y familiares de peso» le empujaron a «tomar una decisión meditada y dialogada» con el propio presidente del Gobierno «ahora hace un año». Acordó con Rajoy que se materializara ya después de las elecciones catalanas de este domingo. «Para mí ha sido un honor y una experiencia formidable e irrepetible trabajar junto a Mariano Rajoy en unos años apasionantes y determinantes para la historia de nuestro país», resumía Moragas. «Es una etapa que me deja un bagaje político, profesional y humano inolvidable».
La sombra presidencial
La salida de Moragas supone para Rajoy la pérdida de un hombre que ha vivido junto al presidente los acontecimientos más importantes de su carrera política. Se había convertido prácticamente en su sombra y era difícil no verlo a su lado, sobre todo en las citas internacionales del jefe del Ejecutivo y en las que ha hecho no solo de jefe de Gabinete, sino también, cuando ha sido preciso, de traductor. No solo ha sido en los últimos años una pieza clave en el Gobierno, sino también en el Partido Popular, donde tras una larga trayectoria, en las últimas citas electorales fue el director de campaña.
Moragas, diplomático de carrera y nacido en Barcelona el 21 de junio de 1965, se ganó la total confianza de Rajoy cuando se alineó con él en el Congreso del PP de Valencia celebrado cuatro meses después de la segunda derrota electoral del que sigue siendo líder del PP. Tras afiliarse al partido en el año 2001, Aznar le recompensó nombrándole secretario de Relaciones Internacionales del partido.
Expulsado de Cuba
Firme defensor de la libertad en Cuba, su salto a la fama lo dio el 15 de octubre del 2004, cuando fue expulsado de la isla por el régimen castrista por pretender reunirse con la disidencia. En aquel viaje, también se hizo célebre la mochila que llevaba consigo a todas partes y que daba nombre a un blog que tiene inactivo justo desde el día antes de las elecciones generales del 20 de noviembre del 2011 que condujeron a Rajoy a la Moncloa. Él fue quien logró contagiar al político gallego el interés por las nuevas tecnologías, animándole a que abriera cuentas en Facebook y Twitter.
A su vocación de «hombre de mundo» desarrollada como diplomático, suma su afición a las motos y a los tebeos. Ahora deja Moncloa y su nuevo destino será embajador en la ONU. Un motivo de peso para que Rajoy acuda el próximo mes de septiembre a la Asamblea General de Naciones Unidas tras varios años en los que no ha estado presente en esta cita.