Nadia Calviño pide al PP que abandone «la bronca» y «ayude a la recuperación»
ESPAÑA
La oposición presiona al Gobierno con la retirada de la bandera española tras el encuentro de Aragonés y Sánchez: «¿Forma parte también de la negociación?».
22 sep 2021 . Actualizado a las 09:56 h.Con Pedro Sánchez de viaje oficial en Nueva York, Nadia Calviño asumió ayer por primera vez la coordinación del Consejo de Ministros, y este miércoles debutó como primera espada del Gobierno en la sesión de control en el Congreso.
La vicepresidenta económica no disfruta de mal cartel dentro de cierto electorado popular, por lo que el principal partido de la oposición aprovechó su pregunta para intentar ahondar en las discrepancias internas del Ejecutivo de coalición.
«Nos pretenden acostumbrar a sus peleas internas y a que un Gobierno se siente con Bildu», lamentó Cuca Gamarra, señalando que Calviño es «continuamente desautorizada y corregida por el ala populista del Gobierno», en referencia a Podemos. La exalcaldesa de Logroño se refirió a algunos asuntos en los que Calviño y la vicepresidenta segunda,Yolanda Díaz, no comparten el mismo punto de vista, como la subida del salario mínimo interprofesional, la derogación de la reforma laboral o el real decreto que «arruina a las renovables». «Con el PSOE siempre pasa lo mismo», dijo la diputada popular, advirtiendo que cada vez que un presidente socialista llega a La Moncloa, la crisis económica está garantizada.
La vicepresidenta económica defendió la política «coherente» que el Gobierno lleva impulsando «tres años», exactamente el mismo tiempo que «llevan intentando atacarnos con argumentos que no se sostienen». Calviño deseó que «cuanto antes», los populares «cambien su actitud negativa y ayuden a la recuperación», acusando a la bancada del principal partido de la oposición de vivir en la «bronca, la crispación y la energía negativa».
Tanto Calviño como Gamarra dedicaron el inicio de sus intervenciones para mostrar su solidaridad y su cariño con los vecinos de La Palma, afectados por la erupción del volcán que ha obligado a evacuar parte de la isla y que está causando importantes daños económicos.
Las preguntas de mayor carga política fueron asumidas por el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, el nuevo hombre fuerte de Pedro Sánchez dentro del Ejecutivo. El PP y Vox denunciaron la imagen del pasado miércoles en Barcelona en la que un operario retira la bandera de España antes de la intervención del presidente catalán, Pere Aragonés, tras haberse reunido con Sánchez, sin que este, según la diputada Edurne Uriarte, «moviera un solo dedo para defender a nuestra bandera. ¿Hasta cuándo? ¿O es que la bandera forma parte también de la negociación?».
«Ustedes son el conflicto, nosotros somos el diálogo. Es bien sencillo», respondió el ministro, que acusó a los populares de hacer «el ridículo en Cataluña», recordando que bajo su Gobierno se asistió a «dos referendos ilegales, dos leyes de desconexión y a una declaración ilegal de independencia», repasó. «Afortunadamente hoy hay un Gobierno que apuesta por el reencuentro. España está en buenas manos».
Desde Vox afearon la «espantada» de 17 miembros del Gobierno en la sesión de control. El Ejecutivo comunicó ayer que solo seis de sus 23 integrantes asistirían al pleno de esta mañana. «¿No les da verguenza insultar de esta manera a esta Cámara y a los españoles?», cuestionó Macarena Olona. La ministra portavoz, Isabel Rodríguez, demostró reflejos al responder con el episodio vivido ayer en el hemiciclo que obligó a suspender el pleno diez minutos y que acabó con Olona enfrentada a una periodista. «Les ruego que sean respetuosos con los medios de comunicación y con sus profesionales», pidió Rodríguez, mientras se intuía una media sonrisa debajo de la mascarilla de Olona.
Espinosa de los Monteros abundó en la ausencia de ministros en la sesión de control, tratando de evidenciar que desde el Ejecutivo presumen de «dialogantes», pero a la hora de la verdad no aparecen. Bolaños le invitó a mantener un «encuentro en el parque» tras haber sufrido plantó hasta en tres ocasiones para mantener una reunión. «Le he llamado tres veces y no ha tenido a bien ni hablar conmigo ni reunirse conmigo. No ponga excusas baratas de cuartos oscuros. Nos reunimos y nos vemos donde usted quiera, porque lo que a mí me gusta es dialogar con las personas que piensa diferente. Lo único que le puede pasar es que se le abra un poco la menta y descubra que España es mucho más grande y más plurar de lo que usted ve». Espinosa de los Monteros declinó «amablemente» la invitación.