El alcalde de la capital bromea diciendo que hay «buen rollo» y no se tienen bloqueados en WhatsApp, pero la presidenta regional admite que «la situación es complicada»
15 nov 2021 . Actualizado a las 11:44 h.«Tenemos tan buen rollo que no nos tenemos bloqueados el uno al otro en WhatsApp». El alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, tiró este martes de ironía para escenificar una imagen de unidad con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. El regidor acataba de esta manera la orden del líder popular, Pablo Casado, de rebajar el volumen de la disputa pública por el control del PP madrileño, en la que Almeida está alineado con la dirección nacional para frenar el desafío de la lideresa regional a la autoridad de Génova. La festividad de la Virgen de la Almudena, patrona de Madrid, fue la excusa para que los dos dirigentes se dejaran ver juntos y rebajaran el tono de un enfrentamiento que empieza a preocupar a otros dirigentes territoriales del PP por su potencial efecto negativo en las urnas.
Pero, más allá de la broma, que hacía referencia al bloqueo telefónico que Ayuso mantiene sobre el secretario general del PP, Teodoro García Egea, la disputa de fondo permanece. La presidenta madrileña ha renunciado ya a su pretensión de que el congreso regional del partido se celebre de inmediato, antes del mes de marzo. Pero exige que la dirección aclare cuanto antes la fecha en la que se organizará, para oficializar su candidatura a presidir el partido y alejar cualquier posibilidad de rendición ante las presiones de la dirección nacional de que acepte la llamada tercera vía, que implicaría pactar un candidato de consenso con Génova para repartirse la elaboración de las listas en las próximas elecciones autonómicas. Pero ni Casado ni García Egea quieren abrir ese debate antes de tiempo. Y, aunque no se haga oficial, pretenden que ese congreso se celebre en el primer semestre del 2022, apuntando más bien al mes de junio, para enfriar la euforia de los partidarios de Ayuso.
Génova quiere ganar tiempo
La dilación temporal permite también a la dirección nacional calibrar la posibilidad de presentar a una candidata supuestamente neutral entre la presidenta regional y el regidor —Ana Camins, actual secretaria general del PP madrileño— o de que el propio Martínez-Almeida dé el paso de optar la presidencia del PP de Madrid para disputarle a Ayuso el control de la organización autonómica, tratando de imponer una bicefalia política en Madrid.
«Solo desde la unidad podemos salir adelante», afirmó la presidenta madrileña a las puertas de la catedral de la Almudena, ante la expectación de la prensa por el encuentro entre ambos dirigentes. «Somos un equipo que todo el mundo mira como una verdadera alternativa para España», añadió, en clara advertencia a Casado de que un intento de frenar sus aspiraciones de controlar el PP de Madrid puede influir negativamente en el objetivo de acabar con el Gobierno de Pedro Sánchez. «La situación es evidente que es complicada», admitió sin embargo, para no ocultar que, pese al clima festivo de ayer, existe un enfrentamiento político de fondo. Pero rebajó la gravedad de esa disputa asegurando que «en todas las organizaciones pasa lo mismo».
A la espera de que la pugna se resuelva, una encuesta publicada ayer por Sigma Dos para el diario El Mundo refleja que Ayuso obtendría un 46,2 % de los votos en caso de celebrarse ahora unas elecciones autonómicas, mientras que Almeida, aunque mejora sus resultados, se quedaría en el 35,4 % en unas municipales.