El exclusivo coche que ha llevado a Leonor al Congreso: un Rolls Royce destinado solo a miembros de casas reales

La Voz

ESPAÑA

FERNANDO VILLAR | EFE

Del modelo Phantom IV solo se fabricaron 18 unidades en todo el mundo durante los años cincuenta

31 oct 2023 . Actualizado a las 19:33 h.

La princesa Leonor ha jurado este martes la Constitución en su 18 cumpleaños, un acto que la legitima para ser futura reina o suplir a su padre, Felipe VI, si fuese necesario. La histórica cita se produjo en el Congreso de los Diputados. Allí llegó princesa de Asturias, acompañada por los reyes y la infanta Sofía, a bordo de dos lujosos Rolls Royce, reservados solo para miembros de casas reales y Jefes de Estado.

Se trata del modelo Phantom IV y es el más exclusivo de la marca: solo se fabricaron 18 unidades durante los años cincuenta. El primero se hizo para Felipe, el duque de Edimburgo. Al principio era un coche de uso privado, pero más tarde se convirtió en el oficial de la familia real británica. El Phantom IV es el único modelo de Rolls Royce equipado con un motor de ocho cilindros en línea. Una característica que le permite recorrer largas distancias a muy baja velocidad, un factor importante en un coche ceremonial y de desfile.

Se desconoce cuándo la marca decidió tomar la decisión de vender este vehículo estrictamente a miembros de la realeza. A España llegó en 1948, tras un pedido de la Jefatura del Estado de aquel entonces —que presidía el dictador Francisco Franco. El encargo, compuesto de dos limusinas y un descapotable blindados, se formalizó en un concesionario madrileño, que tramitó la importación y entrega de los coches. Fueron carrozados de manera personalizada, por lo que cada pieza constituye un ejemplar único. Las unidades españolas tienen una carrocería negra, que fue obra de la empresa H. J. Mulliner & Co

El resto de Rolls Royce Phantom VI fueron vendidos por aquel entonces a varios miembros de la casa real británica, el Sha de Persia, al emir de Kuwait, al príncipe de Arabia Saudí o al rey de Irak.

Desde su aterrizaje en España, los tres coches han sido propiedad del Ejército de Tierra y forman parte del parque móvil del Estado. Los custodia Patrimonio Nacional y permanecen habitualmente en las cocheras del Palacio de El Pardo. Uno de ellos es descapotable y en el 2004, con motivo de la boda del rey Felipe VI y la reina Letizia se sustituyó la capota original por una de cristal blindado y se le instaló un sistema de climatización.

La unidad en la que viajaban la princesa y la infanta tiene la tapicería en verde.
La unidad en la que viajaban la princesa y la infanta tiene la tapicería en verde. Rodrigo Jiménez | EFE

En el capó tienen la mítica escultura de la marca Rolls Royce conocida como «El espíritu del Éxtasis». Se trata de una mujer inclinada hacia delante con los brazos extendidos hacia atrás. Aunque las que están colocadas en el modelo Phantom IV tienen una particularidad más: están arrodilladas. Según el portal especializado Escudería, la inclinación de la figura no responde a rendir pleitesía a los dueños de los vehículos —que siempre han sido miembros de la élite— sino para facilitar la visibilidad.