Armengol niega su implicación en el caso Koldo: «No dejaré que mancillen mi nombre»

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

La presidenta del Congreso, Francina Armengol, ha anunciado que tomará medidas contra el PP,  que ha pedido su dimisión, porque «ha roto todas las líneas rojas» y asegura que no ha recibido presiones para contratar a la empresa del exasesor de Ábalos

06 mar 2024 . Actualizado a las 13:18 h.

La presidenta del Congreso, Francina Armengol, se ha defendido este martes de las acusaciones de corrupción vertidas contra ella por parte del PP por su supuesta relación con el llamado caso Koldo. En una comparecencia inédita para una tercera autoridad del Estado en el Escritorio de la Cámara Baja, la expresidenta de baleares ha sido tajante en negar su implicación en la trama: «No dejaré que mancillen mi nombre». «Dado que el principal partido de esta Cámara ha decidido saltarse las líneas rojas comparezco para explicar que no todo vale», ha señalado, al tiempo que anunciaba que tomará medidas legales contra los populares.

Armengol sostiene que la partida de 1,5 millones de mascarillas comprada en el 2020 por el Gobierno balear por 3,7 millones de euros a la empresa Soluciones de Gestión, investigada en el caso Koldo, fue «legal y por decisión de los técnicos». Negó tajantemente que ni el exministro de Transportes José Luis Ábalos «ni nadie del Gobierno», la haya presionado o coaccionado para contratar con la empresa del exasesor de Ábalos o para iniciar posteriormente un expediente de reclamación.

Armengol quiso detallar como fue esta polémica compra. «Este contrato de 3,7 millones de euros era por mascarillas FFP2 porque los técnicos pensaron que ese material era necesario, en abril del 2020, cuando la situación era muy complicada. Las mandamos a analizar al Instituto Nacional de Higiene en el Trabajo y nos dijeron que no es que fueran unas mascarillas fake, sino que filtraban menos, como las quirúrgicas. Por decisión de los técnicos se decidió almacenarlas, para mantener stock y luego reclamar», ha defendido.

Explicaciones de su número dos 

La comparecencia se produce un día después de que su ex número dos en el Gobierno balear, Iago Negueruela, que fuera consejero de Trabajo, Comercio e Industria, viajara al Congreso para explicar a un grupo de periodistas de distintos medios los detalles de la contratación que realizó de emergencia su Ejecutivo durante lo más duro de la pandemia.

Negaruela sostuvo que el Gobierno balear solicitó mascarillas FFP2/KN95 de uso domiciliario según consta en la factura del 29 de abril expedida por el Ib-Salut balear, e inició la reclamación por «incumplimiento culpable del contrato» tres años después, el 6 de julio del 2023, al comprobar en el 2020 que eran de calidad inferior y que había una diferencia de precio de 2,07 euros por unidad.

La administración comunicó el 20 de marzo del 2023 a la empresa Soluciones de Gestión, del caso Koldo, que procedería «a tomar medidas oportunas», aunque Negueruela justificó que la reclamación se inició tres años después porque las mascarillas se podían almacenar y utilizar en una futura desescalada, y ante los momentos críticos que vivían los funcionarios. Además, detalló que el Ministerio de Sanidad pedía cada cierto tiempo justificar un remanente de mascarillas y «lo certificábamos con ese stock». Por otra parte, ha reconocido que caducaron en julio del 2022 pero que no se destruyeron para sustentar la futura reclamación. En esos momentos «no se devolvía ni se tiraba ningún material sanitario», ha señalado. 

Según el exconsejero de Modelo Económico,Turismo y trabajo, el contrato de emergencia se basó en correos electrónicos, en la factura y en la recepción del material y fue validado por el Consejo del Gobierno, si bien la presidenta Armengol no hacía seguimiento de cada uno de ellos.

La Guardia Civil constata en un informe del 26 de septiembre del 2022 una serie de «irregularidades», entre ellas que «no se ha localizado documentación sobre la formalización del contrato», a lo que el portavoz socialista del Parlamento responde que la reunión fue con los «técnicos» y no con la dirección.

Negueruela incidió en que desconoce qué personas concretas del Ministerio de Transportes dirigido entonces por José Luis Ábalos trataron con la Administración balear, pero ha señalado que al venir del Gobierno central les daba «una fiabilidad alta», al tiempo que ha negado que «jamás nadie les presionara para hacer ninguna compra».