El presunto autor era un antiguo policía. Tras acabar con la vida de su esposa, a la que decapitó, se quitó la vida
20 jun 2024 . Actualizado a las 20:00 h.Agentes del Grupo de Homicidios y Criminalística de la Guardia Civil de Madrid, con la ayuda de los perros especializados, siguen buscando la cabeza de la mujer de 65 años asesinada por su pareja, que luego se quitó la vida, en un chalet de la localidad de Soto del Real.
Los agentes hallaban el miércoles por la mañana, tras una alerta de algunos familiares de la víctima, los dos cadáveres en una vivienda unifamiliar donde ambos convivían a las afueras del municipio madrileño.
Tras el levantamiento de los cuerpos, por la tarde realizaron una inspección ocular y la búsqueda de las armas utilizadas, pruebas, vestigios y la cabeza de la mujer, ya que había sido decapitada y no se encontraba en el garaje. El hombre yacía muerto en un dormitorio de la primera planta.
Desde el miércoles, los agentes han continuado inspeccionando el chalet, ayudados ya por la unidad canina. Luego, según apunta Europa Press, rastrearon las inmediaciones de la vivienda y de la urbanización y otras zonas que frecuentaba el supuesto asesino.
Los investigadores están intentado también reconstruir lo ocurrido. En un principio, creen que el marido mató a su esposa de un disparo con una escopeta de caza que tenía a su nombre y luego la degolló totalmente en el garaje de su casa, depositando la cabeza en algún lugar escondido. Después se suicidó también de un tiro en la sien.
Serán las autopsias las que determinen las causas y la data exacta de los óbitos, señalando así cuántas horas pasó el asesino con el cuerpo de su mujer antes de quitarse la vida. Mientras, en el laboratorio de la Guardia Civil se analiza la escopeta, la carabina y la multitud de armas blancas halladas en el chalé para comprobar cuáles fueron utilizadas en el crimen, entre ellas una sierra y un hacha.
Según apuntaba el miércoles el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, el hombre es un antiguo policía local de Soto que se encontraba de baja desde hace tiempo y al que se le había retirado su arma reglamentaria. «Las armas que se han podido encontrar en la vivienda no tenían carácter policial, sino que respondían a una cuestión privada de caza familiar y presumiblemente serían las armas con las que se habría cometido primero el asesinato y a continuación el suicidio», concretó.
A la espera de que sea confirmado oficialmente, se trata del primer caso mortal de violencia machista del año en la región. Víctima y presunto asesino estaban en fase de separación, aunque no constaban órdenes de alejamiento o antecedentes previos de maltrato. De hecho, no mujer no estaba en el Sistema de Seguimiento Integral de casos de Violencia de Género (VioGén), ha indicado el delegado.
No obstante, según algunos vecinos, la relación entre ambos no era buena y hacían vidas separadas. La mujer, de 65 años y recientemente jubilada, acababa de llegar hacía unos días de visitar a una hija en Londres, un viaje que podría haber aprovechado su pareja, también español y de 53 años, para planificar el crimen.