Piden cárcel y 335.000 euros a los dos jefes de un técnico que cayó al vacío casi ocho metros
NARÓN
Al trabajador, de 33 años, le indicaron que atravesase una cubierta que cedió para revisar una torreta
15 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El Juzgado de lo Penal 1 de Ferrol acoge desde este lunes un juicio por un accidente laboral muy grave. La víctima es un trabajador de 33 años que sufrió una caída al vacío hace cinco años y terminó con una larga lista de heridas, además de operaciones. Le quedaron secuelas graves, tanto que el fiscal del caso pide incluso que se indemnice a sus allegados por la nueva situación y las limitaciones que sufre este hombre.
El accidente ocurrió el 18 de mayo de 2018, sobre las 13.30 horas, cuando este técnico acudió a una empresa maderera en el polígono de Río do Pozo de Narón. El obrero trabajaba para otra firma del sector de las telecomunicaciones desde cuatro años antes. En el banquillo de los acusados se sientan los dos responsables de ambas empresas: la que prestaba los servicios y la que los recibía. Las acusaciones entienden que ambos jefes son culpables de hacer trabajar al operario en un espacio que no reunía las condiciones de seguridad necesarias. Su responsable directo lo envió a esta firma para realizar la segunda parte de una revisión. Para ello, el trabajador tenía que subirse a una cubierta y realizar comprobaciones en una torreta de sistemas, pero una de las zonas del tejado cedió y cayó al vacío desde una altura de casi ocho metros. La documentación del caso describe que la torre estaba instalada en uno de los laterales de la nave y el acceso a la cubierta se localizaba en el lateral opuesto, por lo que, para acceder a la misma, el trabajador tenía que atravesar el tejado.
Pisó una placa translúcida
Primero realizó las comprobaciones informáticas en la oficina y después le explicaron cómo subir al techo, ya que era la primera vez que acudía a la empresa de Río do Pozo a realizar este chequeo. El escrito de Fiscalía detalla que «siguiendo tales instrucciones, el trabajador subió a la cubierta por el lugar que le indicaron; subió, primero, por un tramo fijo de escaleras hasta la zona donde se encuentran los motores del secadero, desde allí accedió, a través de una escala de tablones de madera, a un bajocubierta desde el que otra escala le dio acceso al exterior. Nada más comenzar a transitar por la cubierta, en el intento de dirigirse hacia la zona en la que se encontraba ubicada la torre de telecomunicaciones, pisó una placa translúcida que, al no soportar su peso, se rompió y provocó la caída del trabajador al suelo, desde una altura aproximada de 7,80 metros». El fiscal considera que «hubo una falta absoluta de previsión y los responsables no procuraron las medidas de seguridad y protección suficientes y exigibles legalmente frente al riesgo de caída en altura». El juicio continúa hoy con la declaración de varios peritos que tratarán de explicar qué medidas debía tener el tejado de la maderera y cuáles había. Asimismo, se intentará acotar en qué fallaron los sistemas de prevención de accidentes de la empresa de comunicaciones donde el técnico estaba en nómina.
El fiscal solicita dos años y tres meses de cárcel para cada uno de los responsables, así como su inhabilitación para sus cargos
El fiscal del caso solicita la misma pena de cárcel para el responsable de la empresa de comunicaciones y para el de la maderera de Narón: dos años y tres meses de prisión con accesoria legal de inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo de inhabilitación especial para el ejercicio de su profesión y cargo de representante legal y administrador de su empresa.
En concepto de responsabilidad civil pide que ambos encausados, conjunta y solidariamente, indemnicen al trabajador con 334.652,50 euros por las lesiones temporales y por el perjuicio personal básico y particular derivado de las secuelas. También solicita que se determine (durante el juicio oral o ya en la ejecución de sentencia) el perjuicio patrimonial que sufrirá el resto de su vida su empleado. Esto es, todo lo que le supondrá su incapacidad para realizar su trabajo o actividad profesional.
El hombre necesitará ayuda y cuidados de por vida, así que la Fiscalía argumenta que «como perjuicio personal particular derivado de las secuelas, habrán de indemnizar, en su caso, en la cantidad y a las personas que se determinen en juicio oral o en ejecución de sentencia, a los familiares del trabajador que sufran las consecuencias derivadas de la nueva situación», ya que tiene lesiones gravísimas en la espalda y las extremidades.
Una larga lista de traumatismos, más de 300 días convaleciente y secuelas visibles
Dos aseguradoras podrán abonar la indemnización a este trabajador que contaba con 28 años cuando tuvo el accidente. Si se excede el límite que tenían asegurado, serán las empresas las que abonen la compensación.
En el juicio no solo intervendrán peritos sobre seguridad laboral, también habrá muchos detalles sobre la larga lista de lesiones que sufrió el obrero en su caída y que le han dejado daños irreversibles. De hecho, el 21 de agosto de 2019, los equipos de valoración de la Seguridad Social le concedieron la incapacidad permanente total para la profesión habitual. La mutua sufragó al Sergas los gastos de la asistencia sanitaria que incluyeron operaciones y muchas asistencias.
Seis traumatismos graves
El trabajador sufrió seis traumatismos graves: uno en la columna que requirió una fijación con una intervención especial; otro abdominal; otro más le afectó a la zona pulmonar y también tuvo un traumatismo del brazo izquierdo que le ha quedado limitado, a pesar de las operaciones que le han realizado.
La valoración médica indica que el joven también padece un perjuicio estético que repercute de forma muy negativa no solo en su actividad laboral, sino incluso en su vida cotidiana. Estuvo enfermo 307 días, muchos de ellos ingresado en centros hospitalarios.