Toda la hostelería de Ortigueira cierra este jueves en protesta por el riesgo de quedarse sin terrazas

Ni los vendedores ni los vecinos que acudan hoy al mercado de Ortigueira podrán tomarse un café caliente para ahuyentar el frío. Tampoco quienes se acerquen a Espasante o a cualquier otro punto del municipio. Los locales de hostelería cerrarán en protesta por el riesgo de tener que clausurar sus terrazas, la mayoría en situación irregular desde hace tiempo. Es una de las medidas acordadas en la reunión del martes, convocada por la Asociación de Comercio y Hostelería Ortegana (ACO), y a la que también asistieron empresarios que no son socios.

«Es el día que más perdemos, pero es el que más llamamos la atención», reconocía ayer Laura Fernández, al frente del mesón O Malecón y de La Terraza de Laura. El problema se desató a raíz de las inspecciones de la Guardia Civil para controlar que la hostelería cumple los planes de seguridad establecidos por la Xunta para el sector, y el aviso de sanción. La mayoría de los establecimientos lleva tiempo sin pagar la tasa municipal de las terrazas e incumple el reglamento en vigor, que data de 2004, en cuanto a ubicación o número de mesas.

En algún caso, la licencia de actividad (que se toma como referencia para determinar los aforos, en función de la superficie interior y exterior) es de hace casi 40 años, y no refleja las ampliaciones posteriores. «Pedimos una solución urgente, porque somos los que más estamos padeciendo los efectos de la pandemia y sin las terrazas no podemos vivir. Si pudiéramos trabajar al cien por cien en el interior importaría menos, pero ahora nuestro foco de trabajo es la terraza. Si tengo seis empleados, contando con la terraza, necesito poder trabajarla», remarca Fernández.

Los hosteleros dirigirán un escrito al delegado del Gobierno en Galicia y asistirán al pleno de esta tarde en el consistorio ortegano. En la sesión se abordará una modificación provisional del reglamento que rige la instalación de terrazas, similar a la que se aprobó en junio de 2020, vigente hasta el pasado 31 de diciembre, dando la posibilidad de ampliar la superficie, «para evitar que o sector da hostalería e restauración, moi prexudicado pola pandemia, vexa agravada aínda máis a súa situación económica».

El alcalde, el socialista Juan Penabad Muras, participó en la reunión del martes. «Non todo o mundo está igual, hai quen soluciona solicitando a licenza de ocupación de solo público, que caduca a 31 de decembro, e cumprindo co regulamento de 2004 sobre onde pode poñer as mesas; outros non, porque as teñen en zonas nas que non se poden ter», indica. En cuanto a la falta de control por parte del Concello, recalca que «son os hostaleiros os que teñen que presentar a liquidación da taxa, e a Policía Local a que ten que comprobar se cumpren, pero con só dous axentes, todo non se dá atendido».

En otros casos, el problema se resuelve ya, con la peatonalización de la calle Alameda, la calle Nova (Espasante) y un vial de la plaza de San Antonio (Espasante), del 15 de marzo al 30 de septiembre, lo que facilitará la instalación de terrazas a varios negocios. Así se recoge en un bando emitido por el regidor el martes.

La edila de Primeiro Ortigueira, Ana Franco, critica que, después de aprobar la modificación de 2020, «el gobierno les dijera [a los hosteleros] que no pidieran el permiso para las terrazas». «Es lo que está provocando los problemas actuales», reprocha. Y pide la exención del pago de la tasa hasta el fin de la crisis sanitaria: «Un hostelero con diez meses y donde solo puede atender cinco [por la limitación al 50 % de la capacidad], tendría que pagar 1.650 euros anuales», señala.

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