Fomento ya no garantiza poder licitar el AVE tras las elecciones

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Quedarán pendientes 941 millones y otros 478 previstos para el 2012

19 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La escalada en la prima de riesgo y el eventual relevo en el Gobierno tras el 20-N pueden complicar el plan de licitaciones aprobado por el Ejecutivo de Zapatero hace unos meses para dejar en vías de contratación el medio centenar de kilómetros que quedarían por licitar del nuevo acceso de alta velocidad a Galicia. Aunque desde el Ministerio de Fomento se comunicó en algún momento que la intención era aplicar a rajatabla su cronograma de licitaciones, en el que se incluía diciembre -el mes del traspaso de poderes- como mes hábil, parece que en los últimos días esta posibilidad ha sido descartada.

En este sentido, el ministerio matiza que el cronograma se había diseñado con la perspectiva de que las elecciones se iban a celebrar en marzo y que el adelanto a noviembre trastocó irremediablemente los planes iniciales, aprobados por el Ministerio de Economía.

Distintas fuentes consultadas aseguraron que no están en condiciones de garantizar que estas licitaciones se realicen debido a la delicada situación económica y al eventual cambio de Gobierno. Otras destacaron que en este último Consejo de Ministros se descartaron varias licitaciones de cierta cuantía, dando a entender que la estrategia de Zapatero es no hacer grandes alardes de gasto para no aumentar los recelos de los mercados y también del Partido Popular.

El candidato Mariano Rajoy mantiene frecuentes conversaciones con el presidente Zapatero y, en algunos sectores, se da por hecho que han pactado no abrir nuevos frentes de gasto hasta que el nuevo Ejecutivo se enfrente a la realidad de las cuentas estatales. «Existe una regla no escrita que aconseja no licitar grandes obras cuando los Gobiernos están en funciones», comentan.

Casos urgentes

Si antes de la campaña se daba por hecho que habría licitaciones después de las elecciones, ahora el escenario es totalmente diferente. «Cuando el Gobierno entra en funciones no es recomendable licitar obra pública, a no ser que se trate de un caso urgente», aseguran.

Lo cierto es que el plan de contrataciones ya arrastra retrasos desde octubre. La última licitación se acordó en el Consejo de Ministros del día 28, cuando se aprobaron 305 millones de euros. Pero para el mes pasado estaba prevista la salida a concurso de otros 297 millones que aún no han visto la luz. Por supuesto, tampoco se aprobaron los 363,5 millones previstos para noviembre. Para diciembre, Fomento se planteaba sacar a contratación otros 281,2. Si no se hubieran producido estas demoras, esta última cantidad sería la única que quedaría pendiente para la próxima legislatura, junto con los 478 millones de la variante de Ourense -previstos para el primer trimestre del 2012- y otros 68,6 que se relegaron para el 2012.

En esta hipótesis, el debe que quedaría para el Gobierno entrante sería de 828 millones. Sin embargo, la factura pendiente se situará cerca de los 1.500 millones de euros. Finalmente, el adelanto electoral, el acoso de los mercados y la delicada situación económica impiden que el tramo más complejo del AVE esté encaminado para la próxima legislatura, como se pretendía. Dependerán en última instancia del próximo Ejecutivo y, por supuesto, de la disponibilidad presupuestaria. El plazo del 2015, lógicamente, tendrá que ser revisado a fondo.