«Vi la muerte», dice el conductor que se despeñó por un barranco

alejandro martínez A GUARDA / LA VOZ

GALICIA

El coche cayó por el monte Trega y los 4 ocupantes sufrieron heridas leves

02 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Santiago Castro González, el joven de 18 años que conducía el Audi A4 que se despeñó por un acantilado la madrugada del sábado, manifestó ayer: «Vi la muerte de cerca, me llevé el susto de mi vida».

Este vecino de A Guarda llevaba a otros tres amigos dentro del coche que, como él, solo resultaron con heridas leves. Habían estado en el casco urbano y les apeteció coger el coche para subir hasta lo alto del monte Santa Trega.

El conductor perdió el control del vehículo en la última curva antes de llegar a la cima. El vehículo se llevó por delante un poste y se precipitó por un terraplén. La fortuna quiso que acabaran estrellándose contra un pino, que frenó la caída.

«Tuvimos muchísima suerte porque era el único árbol que había en la zona», recordaba ayer. Los jóvenes lograron salir por su propio pie y escalar el monte hasta la carretera, donde pidieron ayuda a un familiar.

En un primer momento, el Grumir de A Guarda fue alertado del suceso, pero no acudieron al lugar del accidente porque la Guardia Civil les indicó que no había personas atrapadas en el interior del vehículo.

La prima de una de las víctimas los llevó en coche hasta el centro de urgencias de A Guarda, desde donde fueron trasladados en ambulancia hasta la clínica de Fátima, donde permanecieron ingresados hasta las cuatro de la tarde del domingo, debido a los cortes y contusiones que sufrieron. «El vehículo dio una vuelta entera de campana y después otras cuatro laterales, según nos contó la Guardia Civil, porque nosotros no veíamos nada, ya que estaba todo oscuro».

El coche quedó volcado de lado y pudieron salir rápido por puertas y ventanas. «Pasé bastante miedo porque parecía que que el coche estaba ardiendo», dijo ayer el conductor.

Reconoce que iba «algo rápido» para la velocidad establecida en la vía, que es de 30 kilómetros por hora, pero no cree que esa fuera la causa del accidente.

«Si hubiéramos ido rápido el salto hubiera sido más grande», comentó.

Posibles causas

Santiago Castro cree que lo que puede explicar el accidente es que las ruedas estaban algo gastadas «y según parece también falló el control de estabilidad del coche». Esta situación, unida a que había gravilla en la calzada, hizo que perdiera el control del vehículo. «Giré para coger la curva, pero el coche continuó de frente, cogió un poste y saltamos para abajo», recordaba ayer.

El vehículo, que había sido comprado por su padre, aunque él era el conductor habitual del mismo, quedó completamente inservible.

Pero por lo menos a los cuatro ocupantes del vehículo no les pasó nada grave. La noche del domingo acabó de la peor manera posible. Santiago Castro aseguraba ayer que no acostumbran a tomar bebidas alcohólicas. «Esa noche nos aburríamos y decidimos coger el coche para subir a la cima del monte y poder escuchar un poco de música y estar charlando tranquilamente». Hace menos de un año que se sacó el carné de conducir y reconoce que es el primer accidente que tiene. «Le he cogido bastante respeto al volante», afirma.