Félix Vidal Anido está en el módulo de ingresos de Villabona, a la espera de celda
28 ene 2018 . Actualizado a las 11:03 h.Félix Vidal Anido, conocido como el violador del estilete, ya no es un hombre libre, como pregonaba en mayo del año 2016 durante una visita a la casa de sus padres en San Martiño de Ferreiros, en Pol. Acudió a la vivienda familiar acompañado de la que entonces era su compañera sentimental. Vidal Anido está de nuevo en prisión, en la de Villabona, en Asturias, tras ser identificado por una mujer como la persona que la agredió sexualmente el pasado 22 de diciembre, en Oviedo, y que presentó la denuncia un mes después. Se encuentra en el módulo de ingresos, a la espera de superar el protocolo habitual de calificación para determinar su destino dentro de la penitenciaría. Lo someterán a él, con toda probabilidad, mañana lunes, según informó Pilar Campo, de La Voz de Asturias. Tendrán que emitir informes sobre el recluso médicos, trabajadores sociales y educadores, que ya lo conocen de estancias anteriores en este centro penitenciario.
Un fiscal jefe definió al violador del estilete en el 2014 como «un peligro en potencia» Una de las personas que tenía claro su dictamen sobre el preso fue el fiscal jefe de Lugo al que le tocó llevar el caso de la última detención de Vidal Anido en abril del 2014, Juan José Begué, cuando fue denunciado por una mujer en el barrio lucense de Augas Férreas. Era su primera reincidencia desde que quedó en libertad en aplicación de la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que anuló la conocida como doctrina Parot. «Félix Vidal Anido -aseguró el fiscal- tiene que estar en prisión. No se ha reinsertado ni lo va a hacer y su articulación en la sociedad no es posible. Es un peligro en potencia».
Alivio en Pol
Con la noticia de la detención de Vidal Anido respiran con mayor tranquilidad los vecinos de Pol, sobre todo las mujeres a las que su puesta en libertad había trastocado sus habituales paseos, cuando tenían constancia de que Félix se encontraba visitando a sus padres. En los últimos meses, según confirmaron algunas fuentes, no se dejaba ver demasiado por el municipio lucense, especialmente desde que una mujer presentara una denuncia contra él, que no tuvo recorrido.
Sin embargo, pese a esa sensación de alivio, nadie quiere expresar públicamente su opinión sobre esta nueva detención. La principal razón es que los padres del violador del estilete son personas apreciadas en la zona y con arraigo en el vecindario.
El peso de los antecedentes
Para la familia de Vidal Anido tampoco es fácil vivir con el peso de los antecedentes penales por delitos sexuales de su hijo en una localidad tan pequeña. Sus progenitores tratan de hacer vida normal, dentro de lo posible, y no han modificado su vida, desde que han trascendido los motivos de la nueva detención. Su padre acudió este mismo fin de semana al entierro de un vecino, cuando ya se sabía que ingresara en la prisión de Villabona. Nadie se atrevió a preguntarle cómo se encontraba, según fuentes consultadas.
La madre de Félix Vidal, Ana Anido, reconoció, días después de que quedara en libertad, en enero del 2016, que el matrimonio tenía «un problema moi grande» con este hijo. «A xente pensa -declaró en aquella ocasión- que nós quedamos de brazos cruzados e non fixemos nada por el, pero levámolo a moitos sitios para que o trataran, pero xa nos dixeron que non había nada que facer».
La madre, que en la detención de Lugo de abril del 2014 estuvo muy implicada, tanto cuando lo llevaron al juzgado a declarar, como en el registro de la vivienda de San Martiño de Ferreiros, confesó un año después que hacía poco tiempo que sabía que su hijo había sido víctima de una agresión sexual cuando tenía siete años. «Nunca nos dixo nada», aseguró en aquella ocasión.
Reincidente continuo
La reincidencia acompaña al hombre que cumplió 26 años de cárcel, de los 72 a los que fue condenado por la Audiencia Provincial de Lugo, en los años 80, por violaciones y tentativas. Algunas de sus brutales agresiones sexuales las cometió precisamente durante permisos carcelarios.
Llevaba poco tiempo en libertad, como consecuencia de la aplicación del Tribunal Europeo, cuando en abril del 2014 volvió a prisión después de atacar a una mujer en la zona de Augas Férreas, en Lugo. Ella reconoce que se libró porque en aquellos momentos se encontraba su hijo en casa. La Fiscalía no tuvo fácil conseguir una condena que impidiera a Vidal Anido continuar con sus episodios reincidentes. Cumplió una pena de 21 meses de cárcel en Dueñas, Palencia, y el 31 de diciembre del 2015 volvía a quedar en libertad.
«Ya soy un hombre libre»
«Ya soy un hombre libre para hacer lo que quiera, dentro de un orden», declaró el propio violador del estilete en mayo del año 2016, en una de sus visitas a la casa de sus padres en Pol. Acudió acompañado de la que entonces era su novia, con la que ya no mantiene la relación.
Desde que dejó la prisión de Palencia en diciembre del 2015 fijó su residencia en Asturias, aunque fue cambiando continuamente de domicilio.