El organismo analizará la incidencia de toda la fauna en los aeropuertos de la comunidad
22 feb 2020 . Actualizado a las 20:26 h.La Agencia Estatal de Seguridad Aérea constata que «ha sido notable en España la concurrencia de varios accidentes mortales por impacto de buitres con aeronaves de aviación general». En más de la mitad de los incidentes no se llega a conocer qué tipo de ave se ha introducido en los motores del avión, dañado el fuselaje del aparato o chocado sin que el alcance sea perceptible.
Saber qué especies se mueven en el área de influencia de un aeropuerto —un círculo de 13 kilómetros como mínimo— resulta esencial para prever sus movimientos, épocas de cría y migraciones para espantarlas de las cercanías de las pistas y evitar que pueda entrar en contacto con los aviones en las fases más críticas de sus movimientos: los aterrizajes y despegues.
Aena ha lanzado un concurso para llevar a cabo durante los próximos dos años un estudio sobre la incidencia de toda la fauna en los aeropuertos gallegos y del resto de España, y sobre todo saber cuáles sin los que han protagonizado impactos. Las tres pistas cuentan con servicio de control y captura de animales, pero el estudio permitirá actualizar las costumbres de aves y mamíferos que también hay junto a las pistas, como corzos, jabalíes o zorros y dar pie a nuevas técnicas de expulsión y captura para garantizar la seguridad de las aeronaves y sus ocupantes.
Aunque los servicios de control (renovados en Lavacolla y Alvedro y en fase de adjudicación en Vigo) prevean el uso de métodos como pirotecnia, armas de fuego, alarmas acústicas, drones, cetrería, hurones o perros, Aena aboga en sus concursos por las actuaciones menos lesivas.
En los aeropuertos gallegos se emplean en la actualidad 23 halcones y un perro para actuar frente a las siete especies de ave que suelen volar sobre las pistas de la comunidad. Cornejas, estorninos, busardos, palomas y sobre todo gaviotas son las que más trabajo dan, con focos de concentración como Sogama, las islas Sisargas, Cíes y la ría de O Burgo que inciden en los aeropuertos.