Los hospitales gallegos reciben todos los días pacientes con diarreas y vómitos provocados por la ingesta de productos en mal estado. Sin embargo, algunas pautas sencillas pueden evitar enfermedades tan graves como el botulismo o tan frecuentes como la gripe estomacal
06 nov 2019 . Actualizado a las 15:21 h.«Los servicios de urgencias recibimos todos los días casos de intoxicaciones alimentarias». Aunque esta semana el foco de la atención mediática se encuentre en el restaurante Riff de Valencia por la intoxicación que causó la muerte de una mujer de 46 años y la hospitalización de 19 clientes, Manuel Viso, médico experto en Medicina Interna, advierte de que el consumo de alimentos en mal estado, o que han sido manipulados de manera incorrecta, acercan todos los días a los hospitales a decenas de gallegos con síntomas de gastroenteritis víricas o intoxicaciones causadas por bacterias. Muchas, a buen seguro, causadas por los alimentos que, según la OCU, más intoxicaciones provocan. Atención: huevo (23 %), pescados (9%), mariscos (6%), vegetales (6%) y pollo (5%). Y otro dato que revela la organización que defiende al consumidor puede sorprender a algunos, pero más del 50 % de las intoxicaciones tienen su origen en comida preparada en casa.
Tener en cuenta la caducidad de los productos, «porque a partir de la fecha indicada dejan de ser seguros y pueden provocar toxiinfecciones alimentarias» o no dejar carnes crudas más de una hora fuera de la nevera («y menos en el rural», matiza el experto, donde hay más moscas y roedores que transmiten cantidad de bacterias), son algunas de las prevenciones más básicas. Y, ojo a la nevera. Lo explica el doctor: «Debe estar siempre a 4 grados, y lo cierto es que esta temperatura normalmente solo se alcanza en el estante inferior, donde guardamos las verduras». Aún así podemos estar, y de hecho estamos, expuestos. Estas son las enfermedades infecciosas ante las que somos más vulnerables:
Salmonelosis
«Después de las intoxicaciones víricas, que se pasan en una media de 48 horas tras someter al paciente a una dieta de líquidos, la salmonela es lo más habitual», comenta el médico del Chuac. Esta bacteria se encuentra en una variedad importante de productos: carne, huevos, mayonesas... y muchas veces, según el experto, «sufrimos salmonelosis porque no seguimos pautas adecuadas de higiene y manipulación de alimentos; por ejemplo, dejamos una carne encima de la mesa durante varias horas, pensando que no se estropea porque solo asociamos ese 'estropearse' a un mal sabor. También con frecuencia nos olvidamos de lavarnos las manos y nuestra piel, después de tocar las puertas, las mesas... tiene bacterias que le trasladamos al alimento», apunta Viso.
Shigelosis
Como explica este médico ourensano, es otra de las bacterias que produce más infecciones. Se contagia de persona a persona y está presente en las deposiciones, por lo que, como recomienda el Instituto de Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos, es importante lavarse bien las manos después de ir al baño. Viso también explica que hay que evitar reutilizar durante varios días una misma botella de agua. «Muchas veces dejamos una botella abierta, la volvemos a utilizar a los dos días y quedan bacterias», asegura. Los síntomas más frecuentes de la shigelosis son diarreas, dolores abdominales y vómitos.
Botulismo
Clostridium botulinum. «Se trata de una toxina que fermenta en ausencia de oxígeno. Es decir, la que crece en las latas de conservas». «Cuando vemos latas abullonadas hay que desecharlas directamente, pueden ser peligrosas. Recuerdo el caso de una muerte por botulismo tras el consumo de unos guisantes; puede ser grave de verdad: lo normal es que produzca cuadros de diarreas, pero puede generar daños neurológicos mortales», explica Viso, y añade: «También se aparece en botes de plástico. A mi me pasó, de hecho, hace una semana con un envase de guacamole, y lo tiré, claro».
Anisakis
Este temido parásito que se encuentra en pescados y crustáceos puede provocar alteraciones digestivas y reacciones alérgicas que, en ocasiones, como alerta el Ministerio de Sanidad, pueden ser graves. Manuel Viso recomienda, antes de comer pescado crudo, «congelarlo durante cinco días a una temperatura de -20 grados, que solo la alcanzan los frigoríficos con tres estrellas». Además, debe cocerse o freírse a una temperatura superior a los 60 grados, por lo menos, durante un minuto.
Intoxicación por Amanita phalloides
«Esta variedad de setas produce un fallo hepático muy severo, que puede ser mortal a escasas horas; y por desgracia, todos los años hay algún caso en la temporada de setas», lamenta el doctor, para añadir que estos pacientes suelen requierir un transplante hepático urgente.