¿Es cierto que el mejor pescado se va para Madrid?

SABE BIEN

Compañías con pescado gallego asentadas en Mercamadrid afirman que, en el conocido como el mayor puerto de España, sus clientes están dispuestos a pagar casi cualquier precio si esto les garantiza calidad. Y ellos se la proporcionan

01 sep 2022 . Actualizado a las 17:48 h.

Quien más quien menos ha escuchado eso de que Madrid tiene el mayor puerto de España, pese a las erupciones cutáneas que esto provoca en el litoral. Al menos en tamaño, es cierto que la capital cuenta con la segunda lonja más grande del mundo (solo por detrás del mercado de Tsukiji, en Tokio), y esto evidencia su poder. Pero, ¿qué ocurre con la calidad del género? ¿Es mejor en la ciudad del Oso y el Madroño?

En Galicia muchos no dan crédito cuando se lanza esta pregunta al aire, pues las singulares características de sus aguas hacen que, al menos, tengamos un marisco sublime. ¿Significa esto que lo dejamos escapar? Efectivamente, cuando la ley de la oferta y la demanda entra en acción poco se puede hacer. Según explican fuentes de Mercamadrid y de la Asociación de Empresas Mayoristas de Pescado de Madrid (AEMPM), que por cierto, calculan que el 13 % del pescado y marisco que comercializan es gallego, «muchos buscan específicamente productos de esta zona por su altísima calidad, aunque el precio sea mayor». Tal es la demanda que, según comentan, «hay compañías que en determinadas épocas del año no dan abasto porque se solicita más producto del que pueden ofrecer».

Es cierto que hay empresas foráneas que, en aras de aumentar sus ingresos, han decidido comercializar en Mercamadrid con merluza, gallo, mejillón, berberecho, nécoras o bogavantes gallegos. Pero también son muchas las compañías de la comunidad que se han asentado en este centro de operaciones. Una de las más representativas es Puerto de Celeiro. Con treinta años de trayectoria a sus espaldas, se instalaron en la capital hace doce. Eduardo Míguez, director adjunto de la compañía, explica que el mito de que a los madrileños se les puede dar gato por liebre en los productos del mar no es más que eso, un cliché que hace años que se ha quedado obsoleto. «La trazabilidad es fundamental para que el público pueda distinguir cuando elige o consume un producto gallego. En este sentido, la formación de los profesionales en las empresas ha sido la mejor herramienta para educar en el consumo y explicar adecuadamente a los clientes las características del producto», dice Míguez.

En una línea similar se manifiestan desde Sal y Laurel. Una empresa familiar que, desde Marín, envía pescado y marisco a toda España y que tiene en Madrid uno de sus principales clientes. «La capital tradicionalmente ha sido un potencial consumidor de pescado y marisco gallego. Piensa que hace 50 años una centolla no llegaba al sur de España, pero sí a Madrid», comenta Alfonso Comesaña, product manager de la compañía, que añade que lo que más demandan los particulares desde la capital es percebe y nécora; pero que en el caso de la restauración, las solicitudes de lubina son elevadísimas.

La pillería

Al mismo tiempo que menciona que «Madrid es una plaza buenísima», también subraya que la competencia es atroz. Y más porque la picaresca sigue haciendo de las suyas y todavía existen los que ofrecen rodaballo gallego, «que lo único que tiene de Galicia es que es el lugar donde se encuentra la piscifactoría», comenta Comesaña. Además, explica: «Es cierto que el pescado gallego, con razón, tiene muy buena fama, pero no hay ningún problema por decir que un producto es de fuera. Pasa también con el percebe, que se vende como gallego y muchas veces va mezclado con el marroquí».

Desde Mariscos Mare Nostrum, especialista en marisco vivo en Mercamadrid, Paco Juzgado indica que esta situación es especialmente sangrante porque es precisamente la calidad del producto gallego lo que la hace única. Y lo que se valora en esta gran plaza. «A quien le gusta la calidad sabe diferenciar el producto gallego, del que procede de otros lugares», mantiene. Sus top ventas son almeja, babosa, mejillón, berberechos y, de marisco vivo: nécora, centollo y bogavante, bajo pedido. Confirma esta teoría Enrique del Amo, uno de los propietarios de Pescados y Mariscos del Amo. «Llevo 24 años en Mercamadrid y trabajo con pescado que procede de Vigo, A Coruña y Ribeira. Y mis principales clientes son restaurantes y pescaderías cuyo mantra es la calidad, por eso se inclinan por el producto gallego», dice. No es fácil cerrar una operación en un mercado en ebullición que cuenta con 650 muelles de carga y descarga y toneladas de pescado fresco. Pero, el mejor producto gallego, que en Mercamadrid haberlo haylo, se vende solo.