Estas ensaladas engordan más que una hamburguesa doble con queso

SABE BIEN

No te flageles ahora pero toma nota. Las ensaladas de cadenas de comida rápida llevan tantos aditivos y productos ultraprocesados que, según un análisis, finalmente acumulan más calorías que un Big Mac

22 jul 2019 . Actualizado a las 12:49 h.

El lavado de imagen que numerosas compañías de comida rápida (McDonald's, Burger King, KFC) se aventuraron a hacer cuando la fiebre healthy entró en nuestras vidas muchos lo acogieron de buen grado, viendo en los platos verdes unas alternativas saludables dignas de tener en cuenta cuando el amigo de turno se empeña en hacer parada obligada para hincharse a carbohidratos. Sin embargo, la diferencia, a efectos calóricos, entre la mayoría de estas ensaladas y una hamburguesa doble con queso es nimio. Tanto, de hecho, que en ocasiones hasta llegan a engordar más.

Aunque la base de estos platos es la lechuga, y este sea el reclamo principal de estas cadenas alimenticias para atraer a los más escépticos, el problema comienza con esos ingredientes extra que convierten una inocente ensalada en una bomba hipercalórica. Adornos como el pollo rebozado (no en pequeñas cantidades), los picatostes, el bacon y las grasísimas salsas dan, sin duda, al traste con el interés de cuidar la salud. Y, muchas veces, ni siquiera cumplen la función de quitarnos ese antojo de gocherío puro que nos asalta. Que se lo digan a la típica ensalada americana, con base de col, que además de no aportar ninguna proteína (con lo que tendremos hambre en media hora), lleva cantidades de azúcar en su salsa (con crema agria y mayonesa, por si fuera poco) para parar un tren.

Fue la cadena canadiense CBC News la que se decidió a comparar las calorías de una ensalada César de McDonald's y una hamburguesa doble con queso. El primer plato aporta 730 calorías (un adulto debe consumir en un día alrededor de 2.000 calorías), mientras que la hamburguesa tiene 660. Además, estas cadenas se esfuerzan por crear platos hiperpalatables y potencian el sabor con aditivos nada recomendables, que van cargados de grasa y sodio, y pueden derivar en problemas de salud como la hipertensión.

Sin embargo, muchas veces una hamburguesa, preparada en casa y con comida real, puede ser una gran alternativa que nada tenga que envidiar al mejor de los platos de dieta. Además, la opción de prepararlo con ingredientes vegetales (una mezcla de garbanzos y tofu ahumado con especias es una gran elección) pisa fuerte y nos garantiza esa dosis de proteína necesaria.