Estos son los platos precocinados que sí te recomienda el nutricionista

COCINA SALUDABLE

Es casi imposible encontrar unas empanadillas, una pizza o unos rollitos tres delicias saludables en el supermercado. Pero hay platos ya preparados que, por sus ingredientes, son perfectamente compatibles con llevar una dieta pautada por un profesional

11 feb 2022 . Actualizado a las 14:39 h.

La amplia oferta de productos que nos encontramos haciendo la compra choca, normalmente, con eso que para los expertos son platos saludables. Sin embargo, esos consumidores que no tienen tiempo para cocinar (o simplemente no les gusta), encuentran opciones escondidas por los lineales que les ayudarán a mantener su dieta en orden sin esfuerzo. Como si de revolver en las rebajas se tratase, la clave es separar el grano de la paja intentando encontrar el equilibrio entre lo que uno está dispuesto a desembolsar (no nos engañemos, la mayoría de veces los productos de mejor calidad también tienen un precio más elevado) y un listado de ingredientes aceptable.

Como los milagros es más fácil encontrarlos en Lourdes, es poco probable que veamos unas empanadillas congeladas dignas de un régimen alimenticio ideal; igual que será raro si aparece una pizza precocinada llena de bondades nutricionales. Sin embargo, dentro de estándares más razonables sí existen alternativas que nos permiten triunfar y tener la conciencia tranquila. 

La nutricionista Adriana Fernández Vidal explica que «a la hora de valorar si un producto es más o menos saludable, es importante atender a lo que dice la lista de ingredientes de cada paquete en cuestión; ahí tenemos información clave fácil de interpretar, a diferencia del cuadro de información nutricional, donde aparecen indicadas las calorías pero muchas personas no saben interpretar». Continúa la experta: «La lista de ingredientes se establece por orden de mayor a menor, el primer ingrediente de la lista es el que aparece en mayor proporción. Los ingredientes deben ser de calidad: harinas integrales, aceite de oliva virgen o virgen extra; también es importante evitar el azúcar (como máximo, podría fijarse en 6g por cada 100g) y la sal en exceso (como dato que puede ser de referencia, evitar que pase de 1,2g por cada 100 de producto)».

Partiendo de esta premisa, Adriana analiza diferentes alternativas de platos que pueden resolvernos un menú y nos indica cuál debería ser nuestro candidato a entrar en la despensa si nos basamos en cuestiones nutricionales. 

 Cremas de verduras

Para la experta de todas las valoras (Knorr, Gallina Blanca, El Corte Inglés, Eliges o Hacendado), la mejor es la de marca Froiz «porque tan solo lleva hortalizas, agua, aceite de oliva virgen extra y sal en una proporción adecuada. Las demás llevan extras que preferimos evitar, como el aceite de girasol».

Menestras

En este caso, Adriana elige la alternativa de Findus. Por un lado al tratarse de verduras congeladas aguantan el tiempo que queramos en el congelador y no desperdiciamos producto, pero además, asegura, en estos casos «la sencillez es fundamental y esta solo lleva guisantes, zanahoria, judía verde, col de Bruselas, alcachofa y habas». La sal y el ácido ascórbico están presente en muchas de las opciones que tenemos a nuestra disposición, y que no se encuentra en la versión Findus. Además y todo es importante, es de las más económicas del mercado.

Caldo gallego

Es de esos productos que siempre apetecen y que nunca cocinamos.Como veremos a continuación, es difícil encontrar potajes que sean dignos de contar con el aval de un experto, pero lo hemos encontrado. Para esta especialista, el caldo de Castelo tiene «buenos ingredientes, entre los que se encuentran el caldo de carne, realizado a base de carne, hueso de ternera, cerdo pollo, agua y sal; un 15 % de grelos, patatas, habas, aceite de oliva y pimentón». Todo ingredientes naturales.

Hasta aquí lo que sí. Porque yendo a la caza de buenos productos podíamos encontrar el Santo Grial de la tortilla precocinada, que tantas cenas salva en pisos universitarios, o un apaño de lentejas. Pues no. En el caso de las tortillas, y tras analizar los ingredientes de cuatro variedades distintas, las habituales de los supermercados gallegos, Fernández Vidal concluye que «ninguna merece ser valorada porque todas llevan acepte de girasol, la mayoría incluyen estabilizantes, almidones... vamos cantidad de extras cuando solo debería llevar aceite, patata, huevo y sal».

Con las lentejas también se mantiene en que no encuentra ninguna buena. Al menos entre los botes de lentejas estofadas (con su jamón algunas, chorizo otras y, en el mejor de los casos, verduras). Ocurre lo mismo, parten de caldos que ya llevan cantidad de conservantes, acumulan un exceso de sal y nada tienen que ver con lo que entendemos por un plato rico y nutritivo de esta legumbre. Sin embargo, Adriana invita a los consumidores a no desanimarse en este punto, porque «sí hay botes de lentejas cocidas de muy buena calidad que, lo ideal, es que solo llevasen lentejas, agua y sal. Si se preparan en casa con vegetales queda un plato estupendo y rápido».

Aunque para esta nutricionista la crema de verduras de Froiz, la menestra Findus y el caldo gallego Castelo cumplen con los requisitos mínimos para garantizarnos que estamos comiendo de forma sana, «en general, los platos precocinados son poco recomendables; para cocinar poco y tener recursos tiraría por conservas de calidad: hortalizas cocidas, legumbres cocidas, de pescado con aceite de calidad... y también opciones congeladas con verduras, que a veces ya vienen troceadas y facilitan la preparación, o productos del mar como sepia en trocitos, gambas peladas... se puede hacer rápido un plato con buena materia prima que nos facilite el día a día, pero siempre leyendo las etiquetas».