La comida de amiguetes que reunió a 17 estrellas Michelin en Negreira

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Javi Olleros, Lucía Freitas, Eneko Atxa, Jordi Cruz y Nacho Manzano en la praza do Obradoiro, antes de la comida en Negreira
Javi Olleros, Lucía Freitas, Eneko Atxa, Jordi Cruz y Nacho Manzano en la praza do Obradoiro, antes de la comida en Negreira Sandra Alonso

Jordi Cruz, Javi Olleros o Eneko Atxa acudieron a un evento solidario organizado por los hermanos Rial, del restaurante Casa Barqueiro

10 ago 2021 . Actualizado a las 10:06 h.

Calor pasaron, chaquetilla mediante, pero disfrutaron como enanos. Se notaba en ellos que pese a ser ya casi estrellas mediáticas, siguen manteniendo los mismos intereses mundanos que el resto: una loncha de jamón, una copa de vino y buenos amigos. De hecho, fue Jordi Cruz, probablemente el más popular de los cocineros españoles -con permiso de Dabiz Muñoz-, quien con campechanía decía a este periódico: «Lo mejor de estar aquí es ver a esta panda de tarados en un sitio como este. Galicia lo tiene todo pero si además te lo presentan con un buen chuletón los hermanos Rial -propietarios de Casa Barqueiro-, poco más hay que decir».

Efectivamente, fue este dúo quien un año más consiguió reunir a lo más granado del panorama gastronómico español, ni más ni menos que en agosto, para un evento solidario que realizan desde hace unos años. Esta vez, por cuestiones de seguridad, se celebró ayer en unas maravillosas carpas con vistas a los pastos de Gonte, en Negreira. Allí el televisivo chef, que acudió a la cita con su pareja, la arquitecta brasileña Rebecca Lima, disfrutó con Lucía Freitas, Eneko Atxa, los hermanos Torres —que, increíblemente como en la televisión, no se separan— o Nacho Manzano. Las risas y el gozo estaban merecido, sobre todo después de haber realizado un tramo del Camino Fisterra-Muxía bajo ese sol que tanto tardó en llegar a la comunidad. Antes habían sido recibidos por el presidente autonómico, Alberto Núñez Feijoo, en la praza do Obradoiro, donde dieron cuenta de su fama ante numerosos curiosos.

Causa solidaria

Más allá de frivolidades varias, la iniciativa tenía un cariz filantrópico que fue lo que animó a muchos de los cocineros a ponerse el uniforme de chef en vacaciones. La cantidad recaudada por comer con cocineros como Javi Olleros, y además menús confeccionados por profesionales de su talla, irá íntegro a beneficio de Cáritas.

Las entradas volaron, pero algunos como Carlos y Banya, vecinos de la zona, pudieron disfrutar de lo que ellos mismos denominaron un chollo. «Ella es chilena, y con esto del covid y demás llevamos tiempo queriendo ir juntos a un estrella Michelin pero no lo logramos. Así que cuando vimos que al lado de casa los íbamos a tener a todos, no dudamos en comprar los tíques».

Solo las mascarillas y un contacto físico claramente a medio gas daban muestras del peliagudo momento que está viviendo la hostelería. Lo explicó Olleros, el mayor referente de la cocina gallega: «La gente está priorizando este tipo de planes, donde comer, tener un paisaje apetecible y estar a gusto es lo fundamental. Creo que el turista del futuro va a demandar más que nunca destinos como Galicia, con lo que eso supone. Y en lo que respecta a mí, no puedo quejarme, en Culler de Pau (O Grove) tenemos todo prácticamente reservado hasta octubre».

Este cocinero, que no se cansa de ensalzar el producto como activo principal de la cocina gallega, celebró el pasado año su cumpleaños en Casa Barqueiro, el discretísimo restaurante que Rogelio y Francisco Rial tienen en Negreira, a escasos metros de un supermercados y de una tasca para peregrinos donde ofrecen cuncas y paella y churrasco a 10 euros. Precisamente por este restaurante había pasado la noche anterior Jordi Cruz, siguiendo la senda de la opinión de Juan Mari Arzak: «Los mejores chuletones de mi vida los he comido aquí».