La hija de la infanta Elena, quinta en la línea de sucesión al trono de España, habla a corazón abierto en el pódcast de Vicky Martín Berrocal de su vida y su relación con la fama. «Mi madre me da consejos de vida», asegura Victoria Federica, destacando además que cree «en Dios» y que va a misa siempre que puede
07 may 2024 . Actualizado a las 15:37 h.Victoria Federica es la sobrina de Felipe VI, nieta de los reyes eméritos Juan Carlos I y Sofía e hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar. Creció protagonizando las portadas de la revista ¡Hola! y asistiendo a las tradicionales citas de la familia real (ahora reducida a la familia del rey) como la misa de Pascua en Palma. Con el divorcio de sus padres y el escándalo de Iñaki Urdangarin, la reina Sofía siempre se preocupó de que su nietos hiciesen actividades en común en vacaciones. Ahora ella es la más conocida por su faceta de influencer y sus estilismos son el centro de todas las miradas.
La joven, de 23 años, ha dado recientemente el salto a la televisión de la mano de El Desafío, un concurso de retos que presenta Roberto Leal en Antena 3, donde entre otras famosas coincide con Genoveva Casanova, que ha vuelto a la vida pública tras sus escandalosas fotografías con el rey Federico de Dinamarca. Además es la invitada de la tercera temporada del pódcast de Vicky Martín Berrocal, donde habla sin tapujos de cómo lleva la fama, de su familia, el amor y de la fe.
«Hay mucha gente que se piensa que soy muy echada para adelante, pero no. No es para nada eso. Soy la tía más tímida del mundo, súper cortada. Me cuesta abrirme a la gente. Te puedo contar mis penas, lo que hice ayer, lo que comí ayer. Con alguien nuevo no me sale. Me cuesta confiar un poco en la gente», asegura Victoria Federica.
«Tengo que tener mucho cuidado al principio, porque hay gente que puede acercarse por interés. Soy tan... aunque te conozca desde ahora, lo mismo te hago mi mejor amiga sin conocerte de nada. Ya estoy cómoda. Y eso a veces es peligroso: es como '¿qué haces? No conoces a esa persona. No sabes por dónde te va a venir'. En un par de ocasiones, sí me ha pasado. Y no me ha pasado nada malo, gracias a Dios», confiesa a Vicky Martín Berrocal, que le agradece a Vicky Fede, como la llaman cariñosamente, haber aceptado su invitación y concederle la primera entrevista que da en vídeo para su pódcast.
«Sí me han fallado. Yo creo que no soy rencorosa, el respeto te lo voy a tener siempre, me hayas hecho lo que me hayas hecho. No voy a ser tu amiga, pero el respeto te lo voy a tener siempre. Los amigos que me hayan traicionado siempre los tendré en el respeto, pero sin tanta confianza. En la amistad valoro el ser fiel. La confianza, la comunicación», dice Victoria Federica, que recordó junto a la diseñadora cómo se conocieron en un cumpleaños de su hija Alba.
Vicky Martín Berrocal subraya de Victoria Federica que cuando «abrazas es paz», y la joven habla de cómo le cuesta relacionarse con la gente. «Buenos amigos tengo contados con los dedos de las manos. Aunque no sean de mis mejores amigos, muy buenos amigos sí que tengo. También me considero muy buena amiga mía. La vida es la vida, hay veces que puedes ser mejor o peor. Es difícil quererse a uno mismo. Yo veo a una niña joven, que se quiere comer el mundo, que quiere hacer cosas con su familia, con sus amigos. Comerse la vida», añade la influencer.
De los títulos que ha heredado (es Grande de España) destaca que «más que un título, heredo los valores que me ha dado mi familia; mis abuelos, mis padres, mis tíos, mis primos... De todos, sea quien sea, aprendo algo bueno. Aprendo valores. Todos tenemos valores, los que nuestros padres nos han enseñado, y cuando nos juntamos aprendemos del uno al otro. Más que un título, me llevo el respeto, mi educación».
«Yo no siento que sea un peso, estoy súper contenta con la familia en que he nacido. Me siento súper afortunada. Son mi hogar, mi casa, son lo más. No los cambiaría por nada del mundo. Yo no cambiaría mi vida por ser un personaje anónimo. Porque, para empezar, no cambiaría la familia que tengo. Y no lo cambiaría porque en donde yo vivo nunca he llegado a tener ese anonimato desde que he nacido. Es lo que hay. Tampoco he vivido la otra parte, ser anónima», confiesa.
Victoria Federica se define como una persona exigente y que le cuesta confiar en la gente. «Nunca he sido mi peor enemiga. Soy una persona súper exigente conmigo misma. Yo me propongo algo y lo tengo que hacer a la perfección. Enemiga como tal, no. Pero sí que he dicho 'jo, ahora tienes que hacerlo mejor'. Nunca me lo he creído, y no sé muy bien por qué lo valgo. Me considero una persona súper legal y leal. Soy muy verdad, muy transparente», asegura.
Lo que peor lleva es «sentirse enjaulada» por ser un personaje público y que abrió las redes sociales porque «quise coger el control de la situación, porque veía que se iba de madre». Y confiesa que «a veces me privo de hacer cosas por la prensa. Siempre que salgo a la calle... tú y yo nos vamos a cenar y estoy más pendiente de mi alrededor que de nuestra conversación. Porque siento que hay alguien. Porque a veces te sacan así por la calle... digo 'no estoy haciendo nada malo', pero me siento incómoda».
Destaca que «muchos titulares no son verdad». «Me siento enjaulada. Hay muchos titulares que no son verdad, muchos que se inventan. Y esos son los que de verdad afectan. Lo que más te afecta es que salgo a la calle con un amigo mío y ya es mi novio. Ya me van a sacar por todos lados. Por eso me siento enjaulada, porque con amigos no puedo salir a la calle a solas porque se causaría un revuelo increíble», subraya.
La joven vive con su madre, la infanta Elena, y habla de su relación con ella. «Es como una relación de madre e hija normal. Somos muy amigas. Tenemos momentos muy buenos. El mejor, cuando montábamos a caballo. Yo ya he dejado de montar, pero cuando montábamos. El caballo, el campo, es como paz. Y estar al lado de tu madre, es lujo», recuerda. «Mi madre es un ejemplo de todo. Es lo que yo quiero ser de mayor. Quiero ser como ella. Voy cogiendo cositas y las voy inculcando a mí. Intento tener cosas suyas en mí. Mi madre me entiende bien. Ella tiene su vida y yo tengo la mía. Ella me da consejos de vida y yo los agarro», dice deshaciéndose en halagos a su progenitora.
También dedica unas cariñosas palabras a su padre, Jaime de Marichalar. «De mi padre tengo la moda. También tengo valores, muchos. Me inculca mucho la moda, desde pequeña. Me encanta ir con él a todos los desfiles. Me encanta ir de la mano juntos y que me enseñe. Aprendo mucho de él. Me encanta que me enseñe».
Sobre su hermano, Felipe Juan Froilán, dice de él que es «una persona vitamina» y pese a la distancia (vive en Abu Dabi con su abuelo Juan Carlos I desde hace un tiempo) siguen muy unidos. «Me va a matar como vea esto. Es mi mejor amigo. Es una persona vitamina. Y punto. Yo cuando estoy con él me olvido de todo. Digo 'voy a disfrutar de él'. Me alegra el día. Él dice 'venga, arriba'. Le echo mucho de menos. Ahora cuando viene, ve a todos sus amigos, pero siempre que estoy con él me encanta. Hablamos un montón. Es como mi escudo. Me siento protegida con él», explica.
Victoria Federica dice que «hace terapia. No es algo que hago constantemente, pero me encanta. No es terapia como tal, siento que estoy hablando con una amiga. La veo como una más. Si tienes las pilas descargadas, vas y hablas y vuelvo a cargar pilas. No lo hago frecuentemente, igual debería hacerlo más. Si fuera por mí, iría todos los días».
Y también habla de la fe y de lo que significa para ella. «La fe es súper importante para mí. No me escondo en decir esto. La tengo súper inculcada en mí, tanto por mi familia como por mis amigos. Creo en Dios, voy a misa todo lo que puedo. No todo lo que me gustaría. No voy todos los domingos a misa, pero sí intento algún día escaparme a un santísimo. Es paz absoluta», asegura.
Victoria Federica también habla sobre el amor y dice que solo ha tenido dos novios. «Creo en el amor para toda la vida. Mucha gente dice que se cansa, también lo entiendo. Pero entiendo que puedas tener un amor para toda la vida. Si luego no se puede, pues pasa lo que pasa. Yo podría estar con alguien toda la vida, si me enamoro bien. No me enamoro fácil, me cuesta mucho confiar en la gente. Cuando me enamoro, tiene que pasar tiempo», explica.
Y por último habla de cómo le afectan las críticas. «Prefiero que me critiquen a mí a que lo hagan a cualquier persona de mi familia. A mí las críticas no me afectan nada, porque sé cómo soy. Lo que de verdad me afecta, y lo afecta mucho, son las críticas de un ser querido, de mi familia o de mis amigos», confiesa. Y de cómo está siendo su paso por El Desafío, donde ha coincidido con el exmarido de Martín Berrocal y padre su hija Alba. «Me llevo una familia de El Desafío. No solo con el equipo, sino con todos los concursantes. Me tiro el día allí, como y me echo hasta siestas. Con Manuel Díaz El Cordobés tengo mucha confianza, es como mi padre. Está súper pendiente de ti. Había fuentes que decían que me estaba costando y que no estaba disfrutando. Me lo estoy tomando súper en serio, estoy llorando muchísimo», afirma.