Preocupación por el estado de salud de la princesa Mette-Marit de Noruega

Joaquina Dueñas COLPISA

GENTE

La princesa Mette-Marit, en una imagen de archivo
La princesa Mette-Marit, en una imagen de archivo DPA vía Europa Press | EUROPAPRESS

Tras retomar su tratamiento contra la fibrosis pulmonar crónica, según ha confirmado la Corona noruega en un comunicado, se espera que a partir de ahora sus apariciones públicas se reduzcan

13 oct 2024 . Actualizado a las 18:09 h.

La Corona noruega emitió este domingo un comunicado para informar de que la princesa Mette-Marit ha retomado su tratamiento contra la fibrosis pulmonar crónica que le fue diagnosticada en el 2018. Aunque las personas que padecen esta dolencia acostumbran a llevar una vida normal, la medicación puede provocar efectos secundarios, algo que ya conocen en la casa real de Noruega dado que esta no es la primera vez que la esposa de Haakon se somete al tratamiento.

Hace un mes, Mette-Marit tuvo que ausentarse de uno de sus compromisos durante su gira oficial por el condado de Trøndelag por el malestar que estaba padeciendo derivado de su enfermedad. Desde entonces, los problemas no han mejorado, por lo que la «ha reiniciado el tratamiento para su enfermedad pulmonar crónica». «La experiencia anterior ha demostrado que los medicamentos pueden provocar efectos secundarios que pueden tener consecuencias para su agenda oficial. Por eso, nos parece natural compartir esta información en la situación en la que nos encontramos», recoge el comunicado oficial.

La fibrosis pulmonar es una enfermedad crónica en la que el tejido pulmonar se inflama, endurece y cicatriza, deteriorando de manera progresiva la función respiratoria. Hay varios tipos de fibrosis y en el caso de la esposa del heredero noruego sufre una «variante inusual», según recogía el aviso que la Casa Real emitió cuando fue diagnosticada. En este sentido, el tratamiento varía según el tipo y la evolución de la dolencia.

El año pasado, Mette-Marit estuvo retirada durante un mes por sus problemas de salud y retomó su agenda pública en octubre, cuando asistió junto a su marido y los reyes Harald y Sonia a la inauguración de una sala de espectáculos situada en el antiguo edificio de los establos reales en el palacio de Oslo. Desde entonces, su presencia ha sido más habitual.

La última vez que vimos a la princesa fue el 7 de octubre en su visita al Consejo Noruego de Salud Mental. De hecho, este último año ha incrementado su presencia pública, pero se espera que a partir de ahora sus apariciones se reduzcan y, como sucedió durante la etapa anterior de su tratamiento, sea su hija Ingrid quien ocupe su lugar acompañando a su padre en los actos oficiales.

Prohibición a Marius Borg

La familia real noruega suma así una nueva preocupación después de que en los últimos meses el hijo de la princesa, Marius Borg, haya sido protagonista de todos los titulares después de su detención por la agresión a su pareja a principios de agosto. Desde entonces, la prensa del país ha recogido numerosos escándalos en los que el joven ha estado implicado que incluyen relaciones con sicarios, tráfico de droga o fiestas en la residencia oficial de los príncipes herederos a las que acudían personas con antecedentes penales.

Un suma y sigue que no cesa y que tiene en vilo a la opinión pública noruega, que espera unas explicaciones de la Casa Real al respecto que no terminan de llegar. De momento, lo que sí ha trascendido es que el príncipe Haakon ha prohibido la entrada del primogénito de su mujer a Skaugum, su residencia oficial.