Los mensajes directos de Óscar

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

El entrenador precisa que nadie del Celta le ha dado un ultimátum, deja claro que va «de cara» en todos los asuntos y destaca la figura de Carlos Mouriño

03 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Óscar García no tiene constancia de que su puesto esté en entredicho. Nadie le ha comentado nada al respecto, pero conoce las leyes del fútbol y sabe lo que se juega en Elche. Del mismo modo, el catalán volvió a dejar claro que va de frente, que nunca se esconde, por eso tuvo que tomar decisiones en el seno de un Celta en donde la figura central es su presidente, con el que mantiene un estrecho contacto.

«A mí nadie me ha dicho nada, nadie del club me ha comentado nada, pero sé cómo funcional el fútbol y el entrenador es el último en enterarse», comentó en una entrevista en la Radio Galega. Pero indicó: «No pierdo el tiempo en pensar que sea mi último partido porque eso significaría que el Celta ha sacado un resultado positivo».

Desde que su equipo cayó con contundencia el domingo, no tuvo ningún contacto con la cúpula del club. La última vez fue el sábado con Mouriño, que estuvo en A Madroa siguiendo la sesión te trabajo: «Hablé con el presidente el sábado, vino a ver el entrenamiento y a darme toda la confianza. Tengo una muy buena relación con él, yo lo respeto mucho, muchísimo, porque una persona que pone dinero de su bolsillo para salvar un club y mantenerlo merece todos mis respetos». A Carlos Mouriño le dedicó las palabras más cariñosas y apenas se detuvo con el resto de responsables.

Óscar aprovechó para enviar un par de recados: «Hay muchos intereses creados, gente que habla por la espalda, muchas filtraciones que sé que objetivo tienen, pero el mío es que el equipo vaya lo mejor posible». Su modo de operar es otro: «Tengo la conciencia tranquila. Yo voy de cara con todo el mundo y si le tengo que decir algo a alguien se lo digo a la cara y no voy por detrás», precisó.

En este sentido, admitió que hay cosas que no le han gustado, pero también dejó claro que eso pasa en todos los sitios. «Mi faena no es ir hablando con los periodistas, sino tener el respaldo de la gente que me ve trabajar cada día, que son los jugadores y la gente del staff. Estoy contento con el respaldo de los jugadores». En este contexto mandó otro mensaje: «El presidente es un asiduo en los entrenamientos, pero otra gente que no viene nunca a los entrenamientos ni ve la forma de trabajar, la verdad es que me importa poco».

Pidió también unidad por el bien del club. «Lo que quiero es que todos estén en la misma línea, que todos piense en el bien del equipo y del club, no en el bien del entrenador. El buen aficionado, el buen directivo o el buen capitán es el que se alegra de las victorias del equipo, sea quien sea el entrenador y jueguen los jugadores que jueguen», poniendo como ejemplo a Aspas, para quien reclamó el nombre del estadio o un monumento por su compromiso.

Con respecto a la decisión de retirar el brazalete de capitán a Hugo Mallo, fue parco: «No quiero dar más bola a ese tema. El presidente fue el primero en saberlo y luego los jugadores y el staff. No voy a airear cosas de dentro del vestuario». Volvió a incidir en su modo de operar: «Voy de cara con todo el mundo, duermo tranquilo y tengo la conciencia muy tranquila. No hablo con representantes, sino con los jugadores cara a cara, no tengo que esconder ni filtrar nada».