El momento de dar un salto

x. r. c. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

rc celta

El Celta quiere refrendar su recuperación de la mano de Coudet encadenando tres triunfos consecutivos 34 meses después para aprovecharse del atasco en la tabla

14 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Solo quedan cuatro supervivientes de la última vez que el Celta fue capaz de encadenar tres victorias consecutivas 34 meses atrás. Aspas, Hugo Mallo, Rubén y Brais, que había entrado en el segundo tiempo, tuvieron minutos ante el Betis aquel 29 de enero del año 2018. Esta noche, de la mano de Coudet, los vigueses tienen la oportunidad de volver a sumar nueve puntos consecutivos, lo que además significaría un salto importante en la tabla clasificatoria, ya que los célticos tienen a varios equipos a tiro.

Pero la tarea no será nada fácil. Enfrente estará un especialista a domicilio, con cuatro victorias y un empate lejos del Carranza, y que es el único que le ganó al Real Madrid y al Barcelona hasta la fecha. Solo el Atlético en el Metropolitano supo destrozarle todas sus costuras.

Alertado por el poder defensivo del Cádiz, el Celta se prepara para un partido largo, pero sin olvidar que la velocidad es una condición necesaria para encontrar grietas en el sistema de contención amarillo. Coudet apostará por los mismos en el frente de ataque, con Santi Mina pegándose con los centrales para liberar a Iago Aspas. Que el 10 celeste sea indetectable para las dos líneas defensivas de Cervera se antoja clave. También el trabajo de Brais Méndez y Nolito, los dos media puntas más exteriores en el sistema, que deben buscar diagonales.

Aidoo por Murillo

El único movimiento obligado de los célticos será la vuelta a la titularidad de Aidoo después de dos partidos en el banquillo. La velocidad del ghanés debe actuar de antídoto para las salidas a la contra de Álvaro Negredo y Álvaro Giménez, los dos bastiones ofensivos de un Cádiz que defiende su sorprendente ubicación en la zona noble.

La contienda será una reválida para este nuevo Celta de presión alta, intensidad elevada y ataque vertical pero que tampoco desprecia el manejo del balón. También para su sistema defensivo, que salió reforzado en San Mamés.

El mismo escenario se repite para Balaídos en el que podría ser uno de los últimos partidos a puerta cerrada para el público. Ante el Granada los vigueses rompieron una racha de tres derrotas consecutivas y ahora necesitan volver a sentirse fuertes como locales. Y el Cádiz, más temible fuera que en casa, resulta el mejor examen.

Todo para conquistar el objetivo de la permanencia que volvió a poner sobre la mesa en su comparecencia previa el técnico argentino.