La afición fue protagonista una vez más en la web a lo largo de todo el año
30 dic 2023 . Actualizado a las 15:41 h.La afición tiene un papel protagonista en Grada de Río a través de reportajes con historias de celtismo. En el año del centenario, tuvieron su hueco la socia número, el más longevo y otras dos centenarias, pero también pequeños celtistas como el que más. Gallegos y foráneos, de perfiles diferentes, pero con una pasión compartida.
*Lolita, unha vida celtista de 102 anos e máis de 50 na peña de Vilalba. O home de Lolita, xa falecido, foi o fundador dunha das peñas máis antigas do celtismo. Hoxe, na medida do posible, segue pendente do equipo, como contaba a súa filla:« Cando hai partido, poñémolo en casa e sempre quere velo. Di: ‘Xoga o Celta? Ai, eu quero velo!'. Logo é certo que segundo a hora, non sempre o acaba, algunha vez queda durmida»
*Costoya y la ilusión de ver Balaídos una vez más. Jugador en los años 60, el excéltico José María Costoya vive desde hace años fuera de Galicia, padece demencia y su familia quiso que viera el estadio «posiblemente por última vez». Lo contaba su sobrino nieto Miguel Oitabén Mazaira, agradecido a la Agrupación de Veteranos y a su peña, A Tapa Celeste, por hacerlo posible.
*Lucas, el niño que cautiva al celtismo cantando «Oliveira dos cen anos» con cuatro años. El pequeño Lucas, de madre gallega y celtista, nació y vive en Cataluña, donde pudo ver por primera vez a los jugadores. Partió de él ponerse a cantar el himno del centenario del Celta, Oliveira dos cen anos, y el club inmortalizó un momento único.
*Celtismo incondicional en las venas de cuatro generaciones. Enrique, ya fallecido, superó los 50 años de socio; su hijo Manuel lleva 43; su nieto Hugo, 30, y su bisnieto Bruno, los cuatro que tiene de vida. La segunda y la tercera generación hablaron de su pasión y posaron con la cuarta con motivo del centenario.
*«Le querían decir mil cosas y cuando apareció Gabri, se quedaron sin palabras». Dos pequeños catalanes, celtistas como su padre y su abuelo, pudieron conocer al futbolista del Celta Gabri Veiga en Mallorca. Todo empezó con un vídeo en que que Saúl y Leo, de diez y siete años, celebraban con entusiasmo que les había tocado un cromo del porriñés, para el que no pasó desapercibida aquella publicación.
*Lito y Eliana, padre e hija celtistas malagueños que triunfan con sus vídeos en TikTok. Lito y Eliana Giráldez cuentan con más de 120.000 seguidores en Instagram y más de 800.000 en TikTok y son celtistas, algo que queda patente en algunos de sus vídeos. A lo largo del año, varios se hicieron virales y el progenitor detalló cómo surgió su proyecto y cómo lo desarrollan.
*El primer partido en Balaídos de un celtista argentino: «Sentía que era irreal». Fernando Vila, con raíces gallegas, cumplió su sueño en el Celta-Mallorca del mes de abril: «Los demás tenían bronca por el resultado, para mí era lo de menos», confesaba este nieto de gallegos nacido en Buenos Aires en 1995.
*Asunción, abonada más longeva del Celta: «Mis siete hijos, ocho nietos y siete bisnietas son celtistas, pero yo, la que más». Dueña del carné número 118, Asunción Arias cumplió los 100 años en octubre y no se cansa de proclamar lo mucho que quiere a su «Celtiña». Compartió su historia coincidiendo con el centenario del club de sus amores.
*Esencia celeste rumbo a Sudáfrica. La escuela de Evaton creada por dos hermanos que la bautizaron como Celta por McCarthy que La Voz dio a conocer en el 2015 tiene un convenio firmado con el club posteriormente y tres técnicos recibieron formación en Vigo este año. También pasaron por la redacción del periódico.
*Un aficionado pide matrimonio a su pareja en Balaídos en el descanso del Celta-Mallorca. Toda la grada fue partícipe del momento protagonizado en septiembre por José Luis Villalta y Margarita Carranza, que despertó gran expectación. Él compartía días más tarde cómo se había gestado todo y prometía que, de algún modo, también hará partícipe a la grada de Gol, donde se celebró la pedida, cuando tenga lugar el enlace.
*Violeta, una historia de celtismo desde antes de nacer. Viguesa de 21 años, Violeta Estévez estuvo en la final de Copa del 2001 en el vientre de su madre -gran aficionada del Celta, al igual que su padre-, sus primeras visitas a Balaídos fueron para que esta le diera de mamar y es incondicional del equipo hasta límites insospechados.
*De indagar na historia do Celta a contala. Vigués de 40 anos, Adrián Alvarellos considera que o club deixou de lado o seu pasado e celebra que se estea recuperando en parte co centenario; el leva oito anos escribíndoa e fai as delicias do celtismo cos seus vídeos e gráficos en redes sociais.
*Celtismo uruguayo viviendo en Vigo el centenario: «Fue un sueño constante». Santiago Góngora, de ascendencia gallega, entró en contacto con el celtismo en el 2015, cuando grabó una versión del himno; el pasado agosto, pudo celebrar in situ la efeméride de los 100 años que alcanzó el club el día 23.
*La ilusión de ver a equipo que llevas siguiendo toda la vida... en Alemania. Rubén Iglesias, vigués de 38 años que lleva casi un decenio residiendo en Osnabrück fue uno de los celtistas que apoyaron al equipo el pasado verano en el amistoso de pretemporada frente al Wolfsburgo, una gran oportunidad para él, acostumbrado a seguir al equipo en la distancia durante buena parte de su vida.
*Julián Mouriño, abonado más longevo: «El Celta es una cosa de la que no puedo prescindir en mi vida». El socio de más edad del club vigués, Julián Mouriño, que ya ha sido protagonista en Grada de Río en otras ocasiones en los últimos años, expresaba su «alegría loca» por un centenario que él alcanzó el año pasado,
*Miguel y Fran, los dos vikingos merlegos con los que Larsen celebró su gol. El delantero se dirigió tras marcar ante el Villarreal a dos jóvenes celtistas que llevan varios partidos acudiendo al campo con caretas con su cara y con un casco que le pusieron. Hablaron sobre lo vivido ese día y, más tarde, en la última jornada, pudieron saludar en persona al jugador.
*Un intercambio celeste a prueba de kilómetros. La celtista Noa Soliño hizo posible que la bufanda de la peña japonesa, Afouteza Nipón, llegara a Santiago y la de Merlegos Celestes, a Tokio.
*María, celtista en Riazor: «El primer equipo iba a estar arropado y no quería dejar solos a los chavales». La presidenta de la peña Alento Celeste, María Valle, fue una de los alrededor de 40 aficionados del Celta que se desplazaron a A Coruña renunciando a Balaídos, ya los partidos coincidían y era imposible asistir a ambos.
*27 años siguiendo al Celta en la distancia. Manuel Seijo, vigués emigrado, fue uno de los celtistas que estuvieron arropando al Celta en el Sánchez Pizjuán el pasado mes de abril.
*Los kilómetros de Marcos detrás del Celta. Un aficionado gallego que reside fuera hizo más de 1.000 kilómetros para estar en Balaídos no es su viaje más largo en enero en el primer partido del año y no es el viaje más largo que ha hecho siguiendo a su equipo.
*«Siempre dije que el día que conociera Balaídos por dentro podría morir en paz». Bea Rodrigues, brasileña de 24 años que reside en Madrid y celtista desde hace más de diez, presenció por primera vez un partido como local de su equipo.
*Dori, unha vida de celtismo en Porto do Son: «A min, se xoga o Celta, que me deixen tranquila». Dora Olveira viviu como a presenza da muller nos campos de fútbol aumentaba; a ela levouna de nena seu pai, celtista ata a medula, e xa nunca deixou de ir ata o seu falecemento, que se prodiciu poucos meses despois desta reportaxe publicada con motivo do Día da Muller.
*Unas vacaciones en función de la pretemporada del Celta. La familia Costa, aficionada al equipo vigués, decidió pasar sus días de descanso en el Algarve para coincidir con el equipo.
*Los nuevos socios del centenario: regresos, sueños cumplidos por fin y la ilusión de un año especial. Cuatro abonados que son se dieron de alta este año contaban por qué ahora, con distintas motivaciones y circunstancias en cada caso. Eran Adrián Hermo, Pitu Albarellos, Roberto Villar e Ismael Santos.
*Alicia Barreiro, abonada número 1 del Celta: «Vivo este centenario por mí y por mi familia que me hizo celtista y no está». Balaídos es su hogar desde que era un bebé y su primer carné fue regalo de la primera comunión, contaba Alicia Barreiro, portadora del carné de abonada número 1 del Celta desde hace varios años, algo que lleva con orgullo.
*«Los celtistas nacemos donde queremos». Raúl Rodríguez y su familia viven en Puertollano, son miembros de la peña andaluza Almas Celestes del Sur y no faltaron a la cita con el Celta en el Villamarín en el mes de febrero. Los celtistas somos así, nacemos donde queremos», bromeaba este aficionado con familia en Vigo.
*Un retorno a Balaídos 8.000 días despois. Xosé Manuel Meijome acudiu ao Celta-Xetafe logo de 23 anos afastado do estadio, pero mantendo o sentimento celtista. «Desde hai pouco, son avó e teño moita ilusión con iso; nada máis saber que viña, merqueille un body que foi o primeiro que lle puxen cando o fun ver», compartía.
*Los abonados del Celta que no fueron: tristeza en lo personal y orgullo en lo colectivo. Aficionados que se querían dar de alta y pudieron, dada al alta demanda que hizo que no se pudiera dar salida a toda la lista de espera que se generó, contaban cómo habían vivido el tener que quedarse fuera pese a la ilusión que tenían por abonarse en el año del centenario.
La afición es un pilar fundamental de Grada de Río desde el nacimiento de la web, en el 2015, con vocación tanto de informar de todo lo relacionado con el celtismo como de dar voz a la afición, con sus historias de pasión celeste, sus inquietudes y sus iniciativas, en especial, a través de las peñas.