¿Logrará Andrea Janeiro ser anónima a pesar de Belén Esteban?

C. Aldegunde REDACCIÓN / LA VOZ

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La joven, que hace seis meses cumplía la mayoría de edad, ha enviado un comunicado en el que solicita que se respete su intimidad

05 ene 2018 . Actualizado a las 15:45 h.

Andrea Janeiro está harta. Harta de que la sigan, desde hace 18 años, por estaciones de tren, por la calle, cuando salía a cualquier lugar, en la fiesta de su cumpleaños, en sus vacaciones en Malta,  en su nueva vida en Reino Unido y hasta que cuando no quería comerse el pollo en Benidorn. Y ahora, seis meses después de que se despixelase su cara al cumplir la mayoría de edad ha enviado un comunicado en el que pide ser anónima. Lo ha hecho a través del gabinete de Garrido Abogados, que la representa legalmente. «Con motivo de la presión mediática a la que me estoy viendo sometida, muy especialmente desde que alcancé la mayoría de edad, quiero pedir públicamente a los medios que pongan fin a dicha situación y a la vulneración de mis derechos al honor, la intimidad y a la propia imagen que se viene produciendo a lo largo de los últimos meses», comienza el comunicado. «Soy consciente de que tanto mi madre (Belén Esteban) como mi padre (Jesús Janeiro) son personajes públicos, pero, aún cuando lo respeto profundamente, por mi parte nunca he participado de ningún modo en esa exposición pública», añade. «He sido, y soy, coherente y consecuente con mi voluntad de permanecer ajena a los focos, y trato de preservar mi intimidad en la medida de lo posible pese a mis específicas circunstancias familiares. Por todo lo anterior, ruego, y agradeceré, que se respete mi deseo, y mi pleno derecho, de vivir en el más estricto anonimato; reservándome, en caso de no ser así, las acciones legales que procedan para salvaguardarlos», finaliza. 

Los que hayan seguido de cerca la infancia y la adolescencia de Andrea Janeiro, comprenderán que la joven esté harta de que, por ser hija de quién es, la persigan por la calle. Nada de lo que le ha ocurrido en todos estos años, desde sus berrinches, su comunión, sus notas, sus cumpleaños, ha dejado ser noticia. Ni siquiera la escasa relación con su padre, su familia paterna o sus hermanos. Consciente de las limitaciones que tiene en España para que la dejen en paz, hace años que decidió que en cuanto cumpliese la mayoría de edad se marcharía al extranjero para buscar allí, el anonimato que tanto ansiaba. En Birmingham, finalmente Andrea Janeiro, puede ser simplemente ella, sin que la etiqueten como la hija de Belén Esteban o Jesulín de Ubrique, ni que la relacionen con su abuela Carmen Bazán o la mujer de su padre, María José Campanario. Y eso es lo que ella pretende. Lo último que desea es exponerse públicamente como lo han hecho sus padres, y su petición es totalmente comprensible, además de un derecho, pero, para desgracia de Andrea Janeiro, el problema lo tiene en casa y es su madre Belén Esteban. Porque ella ha sido el continuo altavoz que ha hecho públicos muchos de los detalles que se conocen de Andrea Janeiro, en una mezcla de orgullo de madre y expareja indignada que lucha por los derechos de su vástaga. Ambas posturas son también respetables, pero la exposición pública a la que ha sometido Belén Esteban a Andrea Janeiro durante años, tienen difícil solución. 

Porque, a pesar de que en innumerables ocasiones Belén Esteban ha señalado que su hija podría molestarse con sus comentarios, al final ella nunca logra controlar su impulsividad y termina hablando más de la cuenta. En los últimos tiempos, eso le ha acarreado más de una bronca. Una de ellas ocurrió después de que Andrea Janeiro se viese inmersa de forma totalmente involuntaria en una de las guerras entre Belén Esteban, Jesús Janeiro y María José Campanario. Andrea Janeiro reprochó a su madre que hablase de ella en televisión a finales de septiembre, después de filtrar varios wasaps de la joven. «¿He tenido yo la culpa? Sí, pero yo tengo respetar lo que mi hija quiere, y si ella no quiere que se hable de ella no hay que hacerlo. Yo lamento haber hablado tanto de la niña. Ella me lo ha reprochado, y lo he aceptado», explicaba en El programa de Ana Rosa. En esos días Belén Esteban explicaba que «Andrea no tiene relación con María José, la están utilizando para hacer ver que sí la tiene. Si hubiera una relación cordial con la familia de su padre, habrían venido mas veces a verla».

Pero ese día, lejos de terminar con el tema, prosiguió en Sálvame.  «La última es tan gorda que tanto tíos, abuelos, padre, porque a la otra no le toca nada, se les tendría que caer la cara de vergüenza», resumía. Recordaba que «nadie tiene que saber la nota que saca mi hija y era menor ¿es no es inmoral? La inmoral soy yo ¿no?», añadía muy afectada. 

Lo cierto es que, broncas aparte, Andrea Janeiro no lo tiene nada fácil, aunque la ampare la ley y pueda hacer uso de ella cuando considere. En los últimos tiempos, el interés mediático que despierta su madre, que en los últimos 19 años ha llenado miles de páginas de revistas y horas de televisión contando su verdad sobre la relación que tuvo y tiene con Jesulín de Ubrique. Ella además, de una forma natural y respetando siempre los deseos de privacidad de su hija, ha incluso compartido momentos de la vida de la joven, como cuando mostró con orgullo una imagen de su graduación

También mostró el regreso por Navidad de la joven desde Reino Unido: 

O meses antes una imagen de su despedida en el aeropuerto antes de que iniciase su nueva vida: 

Nada de esto avala que Andrea Janeiro sea perseguida por la prensa del corazón, pero es obvio que los movimientos de su madre, tanto en televisión como en las redes sociales, aumentan en cierto modo la presión sobre ella y el interés.  En junio del 2017 ocurrió otra escabroso episodio en el que, después de que María José Campanario defendiese en las redes sociales a Andrea Janeiro de los ataques de desconocidos que acosaban a la todavía menor, Belén Esteban estallase contra ella y le afease su conducta. «No entiendo nada. Lo que tenía que haber hecho es comentárselo a Jesulín y que él cogiese el teléfono y se lo comunicase a la madre de la niña. La defensa a Andrea no se hace subiendo vídeos a Instagram», explicaba Belén Esteban por boca de Carlota Corredera. 

Solo unos meses antes Belén Esteban volvía a hablar de su hija en televisión. La colaboradora arremetía contra Jesulín de Ubrique al conocer que se negaba a costear parte de los estudios de Andrea Janeiro en el extranjero. Su madre, encolerizada, desvelaba incluso la bronca telefónica que había tenido con el padre de su hija por este motivo. 

La advertencia de la Justicia a Belén Esteban

El debate que ha suscitado el comunicado de Andrea Janeiro no es nuevo, ni siquiera debería ser un debate, porque la joven tiene todo el derecho del mundo a llevar una vida anónima si así lo desea, hasta el momento, nunca ha comercializado con su vida ni ha hecho ningún tipo de declaraciones. En el año 2009, cuando Andrea Janeiro estaba en plena adolescencia, el Defensor del Menor de Madrid remitió a la Fiscalía de Menores que actuase de oficio para proteger a la hija de Belén Esteban de su madre, que consideraba que vulneraba «de manera permanente» la intimidad y la imagen de la menor «al exhibir las circunstancias de la menor y su vida privada», según recogía Europa Press en aquel momento. La cosa no fue a más, aunque a Belén Esteban le costó un disgusto que, como no, mostró abiertamente en los platós de televisión. 

Hace unos meses, cuando la ley del menor dejó de amparar la intimidad de Andrea Janeiro, la Policía también decidió tomar medidas ante el linchamiento digital a la joven.