Medio millón de personas se concentraron en Kiev para celebrar la toma de posesión Mantener el difícil equilibrio con Rusia será otro de los objetivos del nuevo presidente.
23 ene 2005 . Actualizado a las 06:00 h.Acercarse a la Unión Europea manteniendo el equilibrio con Rusia, un país del que Ucrania tiene una excesiva dependencia, sobre todo en materia energética. Ese es el principal reto que tendrá ante sí en los próximos años Viktor Yushchenko, el tercer presidente ucraniano desde que es un Estado independiente. Yushckenko tomó ayer posesión del cargo en una ceremonia solemne enrarecida en lo político por la negativa de su contrincante Viktor Yakunovich de reconocer la victoria del primero en las elecciones del pasado 26 de diciembre, las segundas tras la anulación de los comicios celebrados el 21 de noviembre. Así las cosas, el líder de la revolución naranja (así se denominó al movimiento civil contra el fraude de las elecciones de noviembre) ha triunfado en lo social. Ayer convocó a medio millón de personas en la Plaza de la Independencia de Kiev, que vieron en directo la toma de posesión a través de pantallas gigantes y que jalearon con vítores el nombre de Yushchenko en todo momento. Con todo, ha sido el apoyo de la comunidad internacional, especialmente de Estados Unidos y la Unión Europea, el que ha desencadenado su victoria. Más de 60 delegaciones extranjeras y organismos presenciaron el acto, que contó entre sus invitados con el presidente de Polonia, Aleksander Kwasniewski, y el secretario de Estado norteamericano saliente, Colin Powell, quien acudió en representación de la Casa Blanca. El discurso del nuevo presidente ucraniano tras jurar el cargo sobre una Constitución y una Biblia fue toda una declaración de intenciones. «Mi objetivo es Ucrania en la Unión Europea. Nuestro camino hacia el futuro es el camino por el que avanza la UE». Esta declaración, ya avanzada en semanas anteriores, no ha caído en saco roto en Bruselas. El presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrel, anunció que Yushchenko visitará el próximo jueves la sede de la Eurocámara, donde pronunciará un discurso de notable connotación política. «La revolución naranja, que hemos apoyado -rezaba ayer un comunicado de la Comisión Europea-, ha permitido la victoria de la democracia, es decir, el respeto a las urnas». Pese a que ha dejado muy claras sus intenciones de futuro, el primer viaje oficial del presidente ucraniano será a Rusia. Hoy mantendrá un encuentro con su homólogo ruso, Vladimir Putin, un gesto quer algunos analistas consideran lógico. Un dato: el 90% del petróleo que consume Ucrania procede de yacimientos rusos.