Los indignados copan el centro de la esfera pública en EE.UU.
INTERNACIONAL
La simpatía con los detenidos en Brooklyn amplía las protestas a Canadá
04 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.La detención de 700 activistas en el puente de Brooklyn de Nueva York parece haber servido de revulsivo para extender la protesta organizada hace dos semanas en Wall Street. El movimiento no solo crece cada hora en Estados Unidos, sino que se ha extendido a otras localidades de países vecinos como Toronto, en Canadá.
El 17 de septiembre pasado un grupo de jóvenes decidieron hacer una acampada en la calle de la bolsa neoyorquina, Wall Street. Su movimiento se llama precisamente así: «Ocupa Wall Street». Ellos ya no están en esa calle que simboliza el corazón de las finanzas porque los desalojaron, pero se fueron a un parque cercano, un espacio privado, y desde allí siguen adelante tomando las decisiones en las asambleas que celebran cada día. Hasta que se produjeron las detenciones en el puente de Brooklyn, los medios de comunicación estadounidenses se habían ocupado muy poco de ellos, pero desde entonces los han convertido en protagonistas de la esfera pública de su país.
Sus protestas son esencialmente contra el sistema. No cargan exactamente contra ninguno de los partidos sino contra algunas de las decisiones que estos toman. La semana pasada un congresista demócrata de Nueva York, Charlie Rangel, se acercó hasta el lugar de la concentración y pretendió dirigir unas palabras a los concentrados, pero se tuvo que ir cuando algunos de los jóvenes comenzaron a burlarse de él.
Indiscutiblemente, el centro de la protesta es la actuación de los políticos durante la crisis financiera del 2008 y las decisiones que llevaron a cargar el peso del rescate en los impuestos de los contribuyentes. Una de sus primeras peticiones estaba dirigida a Obama. Querían que el presidente norteamericano nombrara una comisión que estudie cómo «acabar con la influencia que el dinero de Wall Street tiene en los políticos de Washington». Pero también exigen, por ejemplo, que se aumenten los impuestos a los más ricos o que se ponga fin al calentamiento global.
El perfil de los activistas es el de estadounidenses jóvenes, generalmente universitarios y fuera de los partidos. Y el movimiento, como pasaba con el 15- M en España o los que han impulsado las revoluciones árabes, está íntimamente unido a Internet y las redes sociales.
«Ocupemos Wall Street» parece tener su origen en el malestar que poco a poco ha ido creciendo en la sociedad estadounidense. Una indignación que el ala más progresista del partido demócrata también está intentando rentabilizar con una revitalización del movimiento MoveOn, que se formó cuando Clinton tuvo que enfrentarse al proceso de impeachment y que ahora trata de actuar como alternativa progresista al Tea Party, a un año de las elecciones presidenciales.