Más de 400 muertos en la guerra entre Israel y Gaza tras el inédito asalto de Hamás
INTERNACIONAL
La ofensiva islamista deja decenas de rehenes y combates en zonas limítrofes con la Franja
08 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.«Ciudadanos de Israel, estamos en guerra. No en una operación, no son rondas de combates, es una guerra». La dura declaración del primer ministro Benjamín Netanyahu evidencia que el sorpresivo y masivo ataque por tierra, mar y aire lanzado por el grupo islamista palestino Hamás contra territorio israelí, además de no tener precedentes, amenaza con convertirse en una campaña bélica «prolongada y potente» —como ya adelantó Netanyahu al presidente Joe Biden— con un final incierto, además de con el consiguiente reguero de sangre sobre el disputado territorio de Oriente Medio.
El balance de muertos de este primer día de guerra abierta sobrepasa los 400 —más de 200 israelíes y 232 palestinos—, y la cifra de heridos los 3.000, además deja decenas de rehenes, tanto militares como civiles.
En Israel la gran pregunta que se hacen es cómo sus solventes agencias de inteligencia no previeron una ofensiva islamista que incluyó el lanzamiento de más de 3.000 cohetes y la infiltración por tierra de varios comandos de las milicias palestinas de la Franja de Gaza, en plena festividad judía de la Simjat Torá y un día después del 50 aniversario de la guerra árabe-israelí del Yom Kipur. Como en octubre de 1973, el ataque palestino pilló a Israel por sorpresa y con la guardia baja.
Tormenta de Al Aqsa
Las sirenas antiaéreas comenzaron a sonar en Israel en torno a las 6.30 hora local (5.30 en España). Poco después el comandante de las Brigadas al Qasam (del ala militar de Hamás), Muhamad al Deif, anunciaba el comienzo de la operación Tormenta de Al Aqsa como una «batalla por la dignidad» frente a los «crímenes históricos» de Israel, la ocupación y la agresión contra la población palestina de Cisjordania. Al Deif se refirió a la necesidad de proteger la Explanada de las Mezquitas, el gran símbolo que sigue uniendo a los palestinos por encima de sus diferencias políticas.
En medio del lanzamiento de cohetes y el desconcierto del aparato de Seguridad israelí, los comandos de Hamás ocuparon pueblos fronterizos con la Franja, matando a soldados y haciendo rehenes tanto entre los militares como entre los residentes. Las Brigadas al Qasam presumían de que sus milicianos había realizado «un ataque simultáneo contra más de 50 posiciones».
Los combatientes habían secuestrados en torno a unas cincuentena de personas. Vídeos difundidos por redes sociales daban cuenta de algunas capturas. Saleh al Arouri, alto cargo de Hamás, aseguró que los milicianos tenían en sus manos a «altos cargos del Ejército israelí», entre ellos un general, algo que Tel Aviv desmintió. «La cantidad de cautivos que tenemos liberará a todos los presos palestinos de las cárceles israelíes», añadió Al Arouri.
El grupo islamista Yihad Islámica, también con fuerte presencia en Gaza, se sumó al ataque, mientras en Cisjordania disturbios y enfrentamiento se saldaban con cinco palestinos muertos, entre ellos un niño de 13 años.
Operación Espada de hierro
En respuesta al múltiple ataque de Hamás, Israel declaró el estado de guerra, movilizó a los reservistas y bombardeó con cazas varias instalaciones de Hamás en la Franja de Gaza como inicio de la operación Espadas de hierro. Entre los objetivos estuvieron dos grandes edificios, entre ellos la Torre Gaza, de 14 plantas y unas 100 viviendas, ubicado en el barrio de Al Rimal. El flujo eléctrico que suministran al enclave fue cortado por Israel.
En medio del desconcierto y la sorpresa por lo que estaba ocurriendo, el líder de la oposición israelí, Yair Lapid, ofreció a Netanyahu la formación de un gobierno de unidad.
Según fuentes palestinas recogidas por Efe en Gaza, Hamás rechazó ofertas para negociar un alto el fuego con Israel que le llegaron por parte de Egipto, Catar, la Liga Árabe y Jordania.
La escalda bélica tiene lugar después de meses de tensión y violencia, decenas de palestinos de Cisjordania muertos en operaciones militares o en ataques de colonos, como también israelíes víctimas de ataques palestinos.
¿Cuánto tarda en llegar el ejército??
Los residentes en los asentamientos fronterizos atacados critican la tardía reacción del Gobierno de Netanyahu
Anje Ribera
Los kibutz fronterizos y las ciudades limítrofes israelíes con la franja de Gaza, como Sderot y Otef, vivieron durante horas aislados en medio de las infiltraciones de los terroristas de Hamás, que trasladaban sus ataques casa por casa, disparando contra vehículos y civiles al tiempo que tomaban rehenes. Los residentes estaban solos mientras el resto del país dormía ajeno a los combates. La operación había cogido por sorpresa al Ejército en pleno sabbat, jornada de descanso según las prescripciones de la Torás.
«Estamos encerrados y escuchamos disparos desde hace cuatro horas y media. ¿Cuánto tarda en llegar el ejército? No sabemos qué está pasando. No salimos de casa porque no tenemos un refugio para las emergencias. La Policía dice que llevan media hora en camino, pero no se la ve», denunció Omar, un residente en uno de los asentamientos del sur de Israel atacados.
Relató que cuando comenzó la ofensiva participaba en una fiesta por la naturaleza cerca de Ra'im. «De repente, comenzaron los disparos desde todas direcciones y hemos visto que la gente corría hacia nosotros con armas. Era un campo de batalla». «Todo el mundo intenta subir a cualquier vehículo para huir del lugar, pero somos cientos. Otros tratan de esconderse. Que vengan a ayudarnos», señaló por teléfono a una emisora de radio de Tel Aviv desde la ladera de una montaña a la que accedió por una carretera llena de coches quemados. «Los terroristas gritan ‘Alá es grande' y nos disparan desde donde están apostados, al borde de los caminos», pormenorizó.
«Van entre las casas y disparan contra las paredes», dijo otro residente, vecino de uno de los kibutz de Otef. «Necesitamos que nos envíen fuerzas, policía, ejército, no sé qué. Enviar gente. Hay varios heridos», añadió. Otro habitante de la zona señaló que estaban «encerrados». «De vez en cuando escuchamos disparos. No me parece que aquí haya suficiente ejército, lo cual es muy extraño», se quejó.
Una vecina de un asentamiento contiguo de Otef también manifestó que los terroristas intentaron irrumpir en su casa. «Nuestras tropas no están aquí. Estoy embarazada y sola con un bebé. Están disparando contra nuestras ventanas y han intentado derribar la puerta. No entiendo cómo no hay tropas aquí. No entiendo dónde están. Desde las seis de la mañana sólo hay un soldado». «Nadie vino a ayudarme», se lamentó.
Toma de una comisaría
Al parecer las fuerzas de seguridad se vieron desbordadas porque los atacantes palestinos también entraron en la comisaría de policía de Sderot, donde se produjo un tiroteo. La inteligencia israelí fue sorprendida por el ataque.
«Me estoy escondiendo. Vinieron de todas partes. La gente se movía como ovejas que van al matadero. Estoy dentro de un edificio con un arma», afirmó otro testigo. En los asentamientos de Otaf, primer objetivo de los terroristas, el asalto de las casas fue constante. «Mi marido está sosteniendo la puerta. Estamos muchas familias refugiadas en la comisaría. Por favor, que alguien venga ya», indicó.
Gaya, residente de Tel Aviv cuya familia vive en uno de los kibutz de la Franja de Gaza, dijo que su hermana le escribió que los terroristas habían entrado en su casa. «Le pregunté dónde estaba, pero no me contesta desde entonces. No tengo idea de qué le pasa. Mi hermano de 18 años está también solo. No hay ejército, no hay nadie que los ayude», criticó.
Biden promete toda su ayuda a Netanyahu, e Irán celebra el ataque islamista
La ofensiva de Hamás no solo sorprendió a Israel, sino a toda la comunidad internacional en la que se sucedieron los mensajes de condena, excepto de algunos países como Irán, que celebró con fuegos artificiales la ofensiva de Hamás, grupo que cuenta con su apoyo. El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá hoy para tratar la escalada bélica.
En una llamada telefónica, el presidente Joe Biden prometió a Netanyahu toda la ayuda necesaria dentro del «firme e inquebrantable» apoyo a Israel por parte de EE.UU. (que proporciona al año 3.800 millones de dólares en ayuda militar) y lanzó una advertencia a los enemigos de ese Estado.
Desde la UE y las capitales comunitarias se lanzó un duro mensaje contra el ataque «sin sentido» de Hamás, en palabras de presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y «pleno apoyo al derecho de Israel a defenderse».
En España, Pedro Sánchez rechazó el «acto terrorista» contra Israel y Alberto Núñez Feijoo condenó el «ataque masivo de Hamás». El mensaje del BNG fue dar su apoyo al pueblo palestino y a exigir que «se cumpran os acordos de paz».