Trump acusa a Kamala de ser «una lunática radical» de extrema izquierda

Miguel Palacio NUEVA YORK / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

La vicepresidenta de Estados Unidos y candidata demócrata a la nominación para ser presidenta, Kamala Harris.
La vicepresidenta de Estados Unidos y candidata demócrata a la nominación para ser presidenta, Kamala Harris. DPA vía Europa Press | EUROPAPRESS

La vicepresidenta cree que en noviembre se elegirá entre «libertad o caos»

25 jul 2024 . Actualizado a las 21:53 h.

La primera semana de Kamala Harris como candidata presidencial demócrata ha registrado una retahíla de muestras de apoyo, donaciones millonarias y multitudes de simpatizantes. Un inicio esperanzador que ha sido recibido por la campaña de su rival con ataques contra la ex fiscal general de California y maniobras legales para dificultar la transición entre candidaturas.

El liderazgo demócrata ha cerrado filas en torno a la candidatura de Harris. De todos los pesos pesados del partido, el único que todavía no se ha pronunciado a su favor ha sido el expresidente Barack Obama. Una ausencia que según declaraban varias fuentes al medio Politico podría encontrar remedio en los próximos días. Además, Harris ya cuenta con el apoyo de suficientes delegados como para hacerse con la nominación demócrata.

Un apoyo que también se ha extendido a los donantes del partido, responsables de aportar a la campaña de la vicepresidente un botín de récord. Los 81 millones de dólares (en torno a 74,5 millones de euros) que la ex fiscal general de California obtuvo en las primeras 24 horas tras la retirada de Biden no solo superaron los 38 millones obtenidos por su exjefe tras su mala actuación en el debate del 27 de junio sino que también superaron con creces los 50 millones recaudados por Trump tras sus imputaciones.

Los actos protagonizados por la candidata también han registrado una afluencia considerable. Harris comenzó su campaña con un mitin en Wisconsin el martes en el que ante una multitud de simpatizantes dejó claro que, como su jefe, concibe las elecciones de noviembre como una elección entre «libertad o caos». En Wisconsin, Harris también contó con las palabras de una de las senadoras demócratas del estado, Tammy Baldwin, que no asistió a un acto similar el pasado 6 de julio cuando era Biden el que encabezaba la candidatura progresista.

Desde la campaña de su rival, el republicano Donald Trump, los ataques ya están concentrados en Harris. Según decía el candidato de derechas en Carolina del Norte en su primer mitin tras el cambio en la papeleta demócrata, Harris es una «lunática radical de extrema izquierda». En palabras de Trump la demócrata sería, además, la «vicepresidenta más incompetente e izquierdista radical de la historia». La campaña del republicano, concebida para enfrentar a Joe Biden, se concentra ahora en disputar la legitimidad de la nueva candidata demócrata. Además de tratar de detener el cambio por la vía judicial, el equipo de Trump también ha intentado coartar el traspaso de los fondos de la campaña de Biden a la de Harris.

Lucha comunicativa

Por otro lado, la ascensión de Harris ha llegado acompañada de un nuevo enfoque comunicativo. Tras librarse de la necesidad de justificar la valía de un candidato en entredicho después de la salida de Biden, la campaña de la vicepresidenta ha encontrado un espacio creciente para dedicarse a subrayar los defectos de su rival republicano. Así, durante su segundo evento como presidenciable, Harris describió las elecciones de noviembre en clave de una lucha contra «los extremistas» que pueblan la candidatura del expresidente.