Biden pasa el testigo a Kamala Harris: «Amo este trabajo, pero amo más a mi país»
INTERNACIONAL
Hillary Clinton asegura que Kamala logrará por fin romper el techo de cristal
20 ago 2024 . Actualizado a las 22:10 h.Una emotiva despedida a Joe Biden. En eso se convirtió el lunes la primera jornada de la Convención Nacional Demócrata, entre llamadas a la unidad y al rechazo a Donald Trump. Con un sentido discurso, el mandatario pasó el relevo a su vicepresidenta, Kamala Harris, al tiempo que subrayaba los logros de su Administración y alertaba de la amenaza que supone el magnate republicano.
«Amo este trabajo, pero amo más a mi país», sentenció Biden desde el escenario de un United Center entregado a él, entre lágrimas, cánticos y pancartas que gritaban: «¡Amamos a Joe!». El mandatario quiso aprovechar el discurso —uno de los últimos de su carrera— para recordar que su salida de la competición electoral, hace menos de un mes, respondía a su compromiso con «preservar la democracia».
Un reto cuya consecución, según sostuvo, pasa por «elegir a Kamala Harris y a Tim Walz como presidenta y vicepresidente». Así, entre alusiones a su propia despedida e intentos de subrayar los logros de su gobierno, Biden buscó retratar a su segunda como la mejor opción para ocupar el despecho oval. Ella será una presidenta que los estadounidenses puedan «admirar», apuntó, y que ha estado detrás de muchos de los éxitos conseguidos durante los últimos cuatro años: los topes de precio a la insulina, las políticas de recuperación pospandemia y la aprobación de regulaciones adicionales de control de armas.
Una barrera que cae «para todas»
También quiso escenificar el cambio de ciclo Hillary Clinton, exsecretaria de Estado con Obama y candidata perdedora en el 2016 (ante Trump). Y, en cierto modo, aprovechó para redimirse. Entre abrumadoras ovaciones, afirmó que Harris conseguirá finalmente romper el techo de cristal y convertirse en la primera mujer al frente del país. «Cuando una barrera se cae para una de nosotras, se cae para todas», celebró Clinton, después de definir a Trump como un criminal egoísta: «Fue la primera persona que se presentó a la presidencia con 34 condenas por delitos graves».
Aunque en el United Center se respiraba alivio por la ventaja de Harris en las últimas encuestas, la amenaza del magnate seguía presente. Una amenaza que Biden intentó aplacar afirmando que el republicano «solo ama a su país cuando gana».
No solo el presidente lo criticó. El lunes, un exvotante de Trump apareció en las pantallas y lo acusó de mentir «acerca de prácticamente todo». El jueves será el exrepresentante republicano por Illinois, Adam Kizinger, el que se dirija a sus antiguos rivales políticos para hablar sobre el riesgo que representa el actual favorito conservador. A ambos se unirá también Stephanie Grisham, exsecretaria de prensa de la Casa Blanca durante la Administración Trump.
El turno de Obama
Este martes fue el matrimonio demócrata más influyente el que arengó a los asistentes a la convención. El expresidente Barack Obama y su esposa, Michelle —que ya dieron su apoyo a Harris hace tres semanas—, acudieron a la ciudad natal de la ex primera dama para darle un empujón a su partido. Los dos utilizaron su carisma para respaldar a la que podría convertirse en la primera presidenta negra de EE.UU.
Harris, por su lado, viajó con su compañero de candidatura, Tim Walz, a un evento de campaña en Milwaukee, donde hace apenas un mes eran los republicanos quienes emitían su particular canto a la unidad del partido. A partir de este miércoles, se quedará en Chicago para concluir lo que ella misma calificó como «una gran semana».