El triunfo libera a Trump de los procesos judiciales que podían llevarlo a la cárcel

Miguel Palacio NUEVA YORK / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Trump, tras proclamar su victoria electoral
Trump, tras proclamar su victoria electoral Brian Snyder | REUTERS

El fiscal general Jack Smith ya negocia con el equipo del magnate cómo cerrar los casos y aplicar la inmunidad presidencia

07 nov 2024 . Actualizado a las 20:07 h.

El triunfo de Trump en las elecciones pone al fiscal especial Jack Smith contra las cuerdas. Al frente de las dos causas federales contra el magnate, ya negocia con el equipo del republicano cómo zanjar el tema. Serán setenta y cinco días los que tendrá Smith para definir el futuro judicial del magnate. Dos causas que incluyen la instigación del asalto al Capitolio y la de tener en su poder documentos clasificados después de abandonar la Casa Blanca. Ambos casos tienen ahora nulas posibilidades de llegar a los juzgados tras la victoria de Trump en los comicios. Además, el propio presidente ya había prometido en una entrevista que «despediría en dos segundos», a Smith si ganaba las elecciones.

Sí tendrá el fiscal especial cierto margen para decidir cómo acaban las dos investigaciones que encabeza desde noviembre del 2022. Podría retirar él mismo los cargos, o dimitir y dejar que sean otros funcionarios del departamento de Justicia los que decidan.

Todo el poder

Trump dispone de cuatro años al mando de EE.UU. para destituir fiscales y nombrar jueces —los del Tribunal Supremo son vitalicios—. Ya lo hizo durante su anterior presidencia. Entonces era novato en el cargo; ahora llega con experiencia y ganas de venganza.

La primera decisión clave para imaginar cómo será el futuro judicial de Trump está a la vuelta de la esquina, el próximo martes. El juez Juan Merchán tiene que decidir ese día si, como defiende la Corte Suprema, los presidentes cuentan con cierta inmunidad. Si es así, desestimaría los cargos por los pagos en negro a Stormy Daniels. El empresario no tendría ya que comparecer ante el tribunal el 26 de noviembre para conocer la sentencia de un caso en el que se enfrenta a una pena de hasta cuatro años de prisión.

El juez Merchán podría también optar por un castigo leve, que no conlleve cárcel, aunque los abogados del magnate tratarían, como hacen siempre, de prolongar el proceso incluso hasta el Tribunal Supremo, donde Trump puede llegar a ejercer un poder casi absoluto. Además, alegarían que su entrada en una cárcel le impediría ejercer su labor al frente del país.