Lukashenko busca perpetuarse en el poder en Bielorrusia con una farsa electoral
INTERNACIONAL
El dictador europeo se postula a un séptimo mandato con la promesa de una paz basada en las armas nucleares rusas
25 ene 2025 . Actualizado a las 20:50 h.Puro trámite. En eso se han convertido las elecciones presidenciales en Bielorrusia donde, desde el 20 de julio de 1994, Alexánder Lukashenko, de 70 años, ostenta el poder. Nadie duda, dentro y fuera del país, que el dictador europeo más longevo será reelegido de manera aplastante para un séptimo mandato consecutivo, con una oposición en la cárcel o exiliada.
En esta ocasión, Lukashenko ha pedido el voto apelando a una paz y seguridad basada en las armas nucleares desplegadas por Rusia en la frontera con la OTAN, y ha prometido a sus compatriotas que nunca enviará a sus hombres a combatir a Ucrania, aunque cediera voluntariamente su territorio para la intervención rusa en febrero del 2022. De hecho, el presidente Vladimir Putin le deseó suerte ante unos comicios que Moscú considera vitales para la estabilidad en el espacio postsoviético.
Desde el viernes los ciudadanos de esta antigua república soviética acuden a las urnas para votar de forma anticipada, con un vencedor que se conoce de antemano. En todas las citas anteriores Lukashenko ha cosechado en torno al 80 % de los sufragios, entre acusaciones de fraude. El recuento de las del 2020 generó una ola de protestas masivas en Bielorrusia, sofocadas con una feroz represión: 65.000 detenidos, miles de heridos y cientos de medios de comunicación y oenegés cerrados.
Aunque en las últimas semanas habló repetidamente de la necesidad de un cambio generacional —siempre se ha dicho que quiere que le suceda su hijo Kolia—, el septuagenario autócrata decidió presentarse a la reelección por séptima vez. «Mantendremos lo más importante: la dictadura del orden, la justicia, la bondad y el respeto al hombre, especialmente, al trabajo del hombre», insistió el viernes en Minsk, ciudad que conserva intacto el espíritu arquitectónico estalinista.
Muchos bielorrusos —de los que entre 2 y 3 millones votaron por adelantado— coinciden en una cosa: sin él, Bielorrusia ya habría sido fagocitada por Rusia. Según los sondeos oficialistas, un 82,5 % de los bielorrusos piensan votar al autócrata. «¿A quién vamos a votar? Lo único que queremos es estabilidad y paz sobre nuestras cabezas. No quiero que mis hijos sean enviados al frente», comentó a Efe Nikolái, un hombre de mediana edad.
La farsa electoral, como es definida por la oposición en el exilio, la Unión Europea y Estados Unidos, tiene cuatro convidados de piedra. Tres candidatos desean la victoria de Lukashenko y una cuarta, Anna Kanopátskaya, se ha mostrado crítica con la gestión del presidente y le ha pedido que abandone el cargo.
Candidatos del KGB
«Da igual. Son todos candidatos del KGB. Ni siquiera han logrado las firmas necesarias. Nadie ha visto ninguna cola», comentó a Efe Pável Latushko, jefe del Gobierno en el exilio. La oposición se conforma con pedir el voto contra todos los candidatos, opción prevista por la legislación electoral, y no se espera una repetición de las protestas de hace cinco años. Para ello, las autoridades han prohibido fotografiar las papeletas y colgar imágenes en las redes sociales, que fue lo que provocó las multitudinarias protestas contra el fraude en agosto del 2020, que estuvieron a punto de derrocar a Lukashenko.
El miedo se siente en los colegios electorales y en las calles de Minsk, donde son escasos los que quieren hablar de «política», es decir, de las elecciones y la guerra en Ucrania. «¿Quizás sea por lo ocurrido hace cinco años? El miedo a las represalias», comentó Sasha, un hombre de unos 35 años.
Cientos de miles de bielorrusos que se exiliaron hace cinco años no podrán votar, ya que las autoridades no han habilitado colegios electorales en el extranjero.