
La izquierda y la ultraderecha coinciden en su oposición a la iniciativa de Von der Leyen, con solo Forza Italia a favor
23 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Por una de esas paradojas que abundan en la política, la ultranacionalista Giorgia Meloni y el socialista Pedro Sánchez están por una vez alineados en su escaso entusiasmo por el plan de rearme propuesto por Ursula von der Leyen. Bruselas ha optado por cambiar su nombre de Rearm Europe (Rearma Europa) por Readiness 2030 (Preparación 2030) por las presiones de los jefes de Gobierno italiano y español.
A Meloni le preocupa especialmente que el plan suponga un incremento significativo del gasto militar basado en un aumento de la deuda. Readiness 2030 debería permitir a los Estados de la UE destinar un 1,5% adicional del PIB al gasto en defensa sin correr el riesgo que se les abra un procedimiento por déficit excesivo. Pero para Italia, cuya deuda asciende a casi tres billones de euros, cualquier endeudamiento adicional es un gran problema. Además Meloni quiere salvaguardar la relación con Donald Trump y, en Roma, muchos ven el plan de von der Leyen como una muestra de desconfianza hacia Estados Unidos.
La iniciativa de la Comisión Europea tampoco le gusta a la segunda política más influyente de Italia, Elly Schlein, líder de la fuerza de centroizquierda Partido Demócrata (PD), quien considera que el proyecto necesita una «revisión radical». De hecho, cuando la Eurocámara votó y avaló la propuesta de resolución sobre el libro blanco de la defensa europea hace unos diez días, el PD se dividió, con diez votos a favor y once abstenciones. Su ala más izquierdista está en contra de cualquier aumento del gasto militar y acusa de hipocresía a Bruselas por estar dispuesta a abandonar ahora la disciplina fiscal que siempre defendió, no para dedicar más recursos al gasto social, sino para fabricar más «bombas y cañones», como se lee en redes.
Sin embargo, en una entrevista con el Corriere della Sera, el ex primer ministro italiano y expresidente de la Comisión Europea Romano Prodi, considerado el «gran sabio» del centroizquierda, expresó su apoyo al plan de Von der Leyen y dijo que «en la izquierda se nota el eco de radicalismos tan fuertes como los que se perciben en la derecha italiana».
Salvini, socio discordante
La Liga es muy crítica. El partido de extrema derecha socio de Gobierno cree que «Europa no necesita más deuda, rearme nuclear o cesiones de soberanía, sino apoyo a las familias, a la sanidad y al trabajo». Su líder Matteo Salvini, que antes de la invasión rusa de Ucrania expresaba públicamente su aprecio por Vladimir Putin, considera que «mientras Estados Unidos y Rusia hablan de paz, la UE piensa en la guerra», y está aprovechando el malestar de sus votantes hacia el plan de rearme y su cercanía al magnate Elon Musk y al vicepresidente estadounidense Vance para fortalecer su posición en el Gobierno.
La fuerza de izquierda Movimiento 5 Estrellas (M5E) también se opone al plan, y sus eurodiputados votaron, al igual que los de la Liga, en contra. Según su líder, Giuseppe Conte, es «un plan absolutamente equivocado, carente de cualquier racionalidad política y militar». El M5E critica la «locura belicista» de Bruselas y pide a la UE que apueste solo por la diplomacia.
En realidad, la mayoría de partidos italianos han expresando reservas al plan de Von der Leyen, con la excepción del liberal Forza Italia, socio de Gobierno, y de las pequeñas fuerzas centristas, que están a favor.
Tanto es así que un analista geopolítico de una empresa de asesoramiento con el que ha hablado La Voz, advierte que la hostilidad hacia el rearme europeo, basada en cálculos electorales a corto plazo, podría debilitar seriamente la credibilidad de Italia en Europa.