De nuestro baño al laboratorio: cómo y qué mide un análisis de orina

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez LA VOZ DE LA SALUD

EL BOTIQUÍN

iStock

Al contrario de lo que se suele pensar, no es cierto que un análisis de orina rutinario se pueden detectar sustancias tóxicas como alcohol o drogas

03 feb 2023 . Actualizado a las 10:21 h.

Ya sabemos que nuestra orina habla sobre nuestra salud. Hace unas semanas, en La Voz de la Salud publicábamos un artículo en el que te explicábamos cuántas veces es normal ir al baño al día, los posibles colores que puede tener el pis y qué pueden decir de tu salud. Si todavía no lo has leído, puedes hacerlo aquí. Pero más allá de los posibles signos de alerta que podemos ver nosotros mismos en el día a día, ¿qué se mide y cómo en los análisis de orina? ¿Cómo se realiza su estudio en un laboratorio?

«Cuando nos referimos a un análisis "rutinario" de orina estamos hablando de lo que conocemos como análisis sistemático de orina, análisis básico de orina o urianálisis, junto con el estudio del sedimento urinario. Se trata de la prueba de laboratorio más frecuentemente solicitada que se realiza en una muestra de orina», explica el doctor Antonio Buño, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Laboratorio (SEQCML). 

Esta prueba suele ser la que se acompaña con los análisis de sangre cuando nos hacemos un chequeo rutinario. Para un correcto análisis, siempre se recomienda recoger la primera orina de la mañana, siguiendo unas correctas instrucciones de recogida de muestra. Pero ¿qué se mide en ella?

Cómo se debe recoger la muestra

Una vez que le proporcionamos al centro de salud nuestra orina en un envase estéril, este se envía a un laboratorio para su correcto estudio. Es fundamental tener una muestra de buena calidad y que el paciente haya seguido correctamente las instrucciones para su recogida. Algo que no siempre es fácil, «si tenemos en cuenta el caso de niños lactantes, personas mayores o pacientes sondados». 

Además, aunque el propio paciente no es consciente, el tiempo es fundamental: «Es recomendable que pase poco, idealmente menos de dos horas, desde la recogida de la muestra hasta su procesamiento». Una vez que llega al laboratorio y ha sido correctamente identificada y registrada, puede procederse a su análisis. «Este se realiza utilizando analizadores por lo general automatizados, que usan unas tiras reactivas que son sumergidas en la orina, o bien la muestra es dispensada sobre la tira y son leídas mediante colorimetría», explica Buño. 

En un análisis de orina se pueden estudiar características como el color, aspecto o turbidez. «Es posible analizar entre 10 y 12 parámetros, entre los que se encuentran la presencia de elementos formes (componentes celulares de la sangre) como hematíes mediante la detección de hemoglobina y leucocitos; y el análisis de glucosa, proteínas, cuerpos cetónicos, bilirrubina urobilinógeno, nitritos, pH y densidad», apunta Buño. «En ocasiones puede añadirse la detección de sustancias interferentes como el ácido ascórbico o la medición de creatinina y albúmina», añade.

No obstante, cada laboratorio tiene establecidos unos criterios de cribado diferentes. «En función de los resultados observados en el análisis de la tira reactiva, se decide si se procede a la observación del sedimento urinario al microscopio. Es decir, cuando la tira reactiva es normal o casi normal, el estudio se concluye», amplía el presidente de la sociedad.

En el caso de que se pueda ver alguna anomalía, se procede a realizar un análisis del sedimento, «que consiste en centrifugar la muestra de orina y ver al microscopio una pequeña muestra del sedimento (lo que queda en el fondo del tubo)». Buño aclara que actualmente se dispone en muchos laboratorios de una tecnología que permite automatizar todo este proceso. 

Interpretar un análisis de orina

¿Qué se observa en un análisis de orina? «En el estudio del sedimento urinario podemos ver diferentes elementos, entre los que se encuentran distintos tipos de células como hematíes o leucocitos, o bien células que recubren el epitelio del aparato urinario. Desde las partes más altas, en el riñón, hasta el final de la vía urinaria», indica Buño.

También diferentes tipos de cristales, que en función de las características físico-químicas de la orina podrán ser de distintas sales, muchas de ellas con capacidad litogénica (formación de piedras). Al igual que «cilíndros, que son pequeñas formaciones con forma cilíndrica compuestas de proteínas, grasas y células que pueden ser indicativos de patología renal y microorganismoos como bacterias, levaduras y algunos parásitos y protozoos. 

Si nos realizamos un análisis rutinario de orina, lo que vamos a ver  nosotros en los resultados son algunos valores cuyos resultados se suelen reducir a un sí o un no. Dicho de otra forma, si ese parámetro es positivo porque se encuentran restos o si es negativo. 

  • Microorganismos como bacterias, hongos o virus. Si se han mantenido las condiciones de higiene y conservación en el momento de recogida de la muestra, la presencia de estos pueden indica la existencia de una infección. 
  • Densidad. Proporciona información sobre el estado de hidratación del organismo. 
  • pH. Marca la acidez de la orina, si bien algunos medicamentos y dieta pueden producir alteraciones de este parámetro. 
  • Glucosa. Cifras anormales implica la existencia de una diabetes.
  • Glóbulos rojos. Su presencia puede indicar la existencia de un sangrado en alguna parte de las vías urinarias como consecuencia de lesiones internas causadas por una infección o un cálculo renal. 
  • Cristales (como ácido úrico o fosfatos). La presencia de estos puede suponer la existencia de una hiperuricemia (ya sea gota, enfermedad renal o toxicidad por medicamentos) o de un cólico nefrítico. 
  • Cuerpos cetónicos. Suelen estar elevados en procesos en los que el paciente sufre vómitos, produciendo su elevación y provocando unos trastornos que deben ser equilibrados para evitar deshidrataciones. Se pueden encontrar valores alterados en caso de una intoxicación alimentaria o una gastroenteritis.

¿Qué puede descubrirse a través de un análisis de orina?

En un análisis básico se pueden diagnosticar o sospechar algunas patologías relacionadas con el aparato urinario. «Pero también pueden verse alteradas algunas pruebas relacionadas con patologías de otros órganos como el hígado, ciertos tipos de anemias como las hemolíticas o enfermedades con repercusión o causa metabólica», subraya Buño. Se descubren desde patologías leves o con pocos síntomas hasta enfermedades graves como intoxicaciones, tumores o insuficiencia renal avanzada. 

En cambio, no se detectan sustancias tóxicas como etanol (consumo de alcohol) o diferentes drogas. Si se quisiera medir o detectar su presencia en orina se deberían realizar otro tipo de estudios. «En primer lugar, con métodos de cribado, generalmente basados en técnicas de inmunoensayo. Y si fuera preciso, para su confirmación se debería recurrir a otro tipo de métodos llamados de separación, mediante el uso de cromatolografía líquida de alta resolución (HPLC) o espectrometría de masas», precisa. 

Signos a los que se debe estar alerta sobre la orina

«Sin duda el signo más preocupante es la presencia de sangre en orina (hematuria), que puede ser causada por varias patologías: tumor urotelial, infección de orina, cálculos, infección del tracto urinario o glomerulonefritis», recalca Luis Resel Folkersma, coordinador del grupo nacional de Urología Funcional, Femenina y Urodinámica de la Asociación Española de Urología (AEU). «Aunque hay alimentos como los arándanos, la remolacha y el ruibarbo; así como fármacos, como la rifampicina, fenazopiridina o laxantes con sena, que pueden colorear la orina de rojo, lo ideal es que se acuda al médico para estudiar este hallazgo inquietante», añade.

Para el urólogo, otro signo destacable de alerta es la cantidad de orina durante las 24: «Si es muy escasa puede ser debido a ingesta insuficiente de líquidos o insuficiencia renal. Si es muy abundante puede ser por exceso de ingesta de agua, o por diabetes mellitus o insípida». 

El análisis de orina y de sangre se suelen pautar juntos, ¿son siempre complementarios?

Es frecuente que en una solicitud de pruebas complementarias de laboratorio solicitadas a un paciente se incluya el análisis sistemático de orina ya que interpretado de forma conjunta con las pruebas de sangre, puede aportar información complementaria. Pero tal como aclara el presidente de la Sociedad Española de Medicina de Laboratorio, también se pueden solicitar de forma aislada. «Como ocurre con las sospechas de infección urinaria, en este caso suele pedirse de forma conjunta con un cultivo de orina que permitirá el aislamiento e identificación de la bacteria causante, en caso de existiera». 

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.