Auge de la medicina estética en pacientes cada vez más jóvenes: «En el norte se prefiere una estética más natural que en Madrid o en el sur»
EL BOTIQUÍN
Los tratamientos de medicina estética crecen entre las personas de entre 16 y 24 años motivados por las redes sociales
04 nov 2024 . Actualizado a las 18:56 h.«Lo primero que me hice fue el labio. Siempre me los había visto muy finos y, cuando comencé a trabajar en una clínica estética como ayudante, lo tuve muy fácil. La doctora me puso ácido hialurónico. Eso fue en el 2018 y tenía 32 años, desde ese momento no he parado de retocármelo porque, según pasan los meses, va menguando y quieres seguir viéndolo igual», cuenta R.C.A., que a sus 38 años sigue con la enumeración: «También me puse bótox porque tenía unas líneas de expresión muy marcadas en la frente. Repito cada año porque me veo bien, me relaja la expresión de la cara, las arrugas se me difuminan… La última vez también me puse ácido hialurónico en el surco nasogeniano, que es el que se extiende desde la parte inferior de la nariz hasta los dos lados de los labios», explica. Ella es solo una de los miles de gallegos que se suman a la moda de la medicina estética cada vez más pronto. Los motivos son distintos, los tratamientos también, pero el resultado es el mismo: un auge sin precedentes.
La mitad de la población se realizó un tratamiento de medicina estética el año pasado. El perfil de paciente ya no es el que era. «Si antes el retoque era algo de gente de mediana edad, ahora ya son personas más jóvenes, de veintipocos años, y como los tratamientos son más accesibles, también vemos más personas de clase media», observa la doctora Josefina Naveira, miembro de la junta directiva de la Asociación de Medicina Estética Gallega (Asmega). Un paseo por las grandes ciudades gallegas (y no tan grandes) muestra lo que la realidad de los datos confirma. Cada vez hay más centros que ofrecen borrar arrugas (por muy incipientes que sean), hidratar o rellenar los labios o corregir las ojeras, por nombrar solo tres de los más demandados.
Está claro que el mundo de la estética ha experimentado en los últimos años un crecimiento exponencial. ¿Por qué? Los motivos se entremezclan en una balanza difícil de equilibrar. Las redes sociales se llevan buena parte del pastel y elevan la presión social, que se completa con el rápido avance en cuanto a tecnología, que facilita el acceso a unos tratamientos cada vez más eficaces.
Los cinco tratamientos de medicina estética más demandados en España en el 2023 fueron IPL (luz pulsada intensa), rellenos con ácido hialurónico, mesoterapia, PRP (plasma rico en plaquetas) y toxina botulínica.
Soledad Sáenz, dermatóloga: «A veces, nos obsesionamos con tener una piel bonita sin apenas admitir imperfección»
Llama la atención el incremento de demanda a edades tempranas. «El público joven ha experimentado un crecimiento en los últimos años, en parte, debido a los influencers y, en parte, a los médicos creadores de contenido», explica el doctor Enrique Fernández, médico estético y vocal de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME). Así, algunos usuarios de este tipo de procedimientos valoran el número de seguidores, «y no tanto la calidad profesional», añade el experto. Entre las zonas más demandadas, se encuentra la nariz y los labios, a las que después se suman pómulos, líneas de expresión en la zona de los ojos o el buen estado de la piel en general.
La doctora Soledad Sáenz, miembro del Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica (Gedet) de la Academia Española de Dermatología y Venereología, apunta que este crecimiento se explica por un aumento de la preocupación por la belleza: «A veces, nos obsesionamos con tener una piel bonita, por ejemplo, casi sin admitir imperfección alguna», dice. Un incremento que se debe, por un lado, a la democratización de este tipo de intervenciones: «Antes se veían casi como inaccesibles y ahora están al alcance de la mano por el aumento de la oferta».
Y por otro, el uso de redes sociales: «En estas plataformas muy consumidas por los jóvenes, les muestran una imagen, a veces irreal, de lo que es la belleza», valora la dermatóloga del Instituto ICDE. Un deseo de perfección que, a sus ojos, llega a ser «un poco absurdo», y que, sin embargo, acaba llevando a los adolescentes o jóvenes adultos a realizarse cualquier tipo de tratamiento «para conseguir el mismo efecto».
Josefina Naveira, experta en medicina estética: «En el norte se prefiere una estética más natural y armónica que en otros sitios, como Madrid o el sur»
El experto de la SEME celebra que, cada vez más, se apueste por una medicina estética con líneas más naturales, regenerativa y con menos volumen. «La gente ya no busca rostros brillantes, con forma de luna llena y que simulan artificiales, sino la reposición de tejidos blandos que, con el envejecimiento, se caen», cuenta. Este es, precisamente, el tipo resultado que busca el paciente gallego. «En el norte se prefiere una estética más natural que en otros sitios como Madrid o el sur. Aquí el objetivo es una armonización global, sin que se note que ha habido una intervención», señala Naveira.
Aunque la mayoría de pacientes siguen siendo mujeres, cada vez hay más hombres que se cuidan y que empiezan a demandar tratamientos de relleno, «sobre todo con objetivos de masculinización y marcación mandibular», observa la doctora de Asmega.
En cuanto a las razones, Fernández cuenta que, en la mayoría de ocasiones, el paciente joven busca eliminar un rasgo físico que les crea un complejo y no tanto frenar el envejecimiento. «Tenemos a gente que, por la mímica de su cara, parece que siempre está enfadada o tiene aspecto de cansada. Con neuromodulares, por ejemplo, podemos relajar esa musculatura. Eso es importante porque le damos seguridad a la persona», señala.
La especialista establece la diferencia entre dos grupos de pacientes de acceso precoz. Unos que acuden a las consultas de medicina estética porque desean mejorar un rasgo que no tiene que ver con arrugas o con tratamientos de rejuvenecimiento, sino que busca «la corrección de un defecto que suele ser un complejo y tiene una solución relativamente sencilla».
Y un segundo perfil, «donde no existe defecto alguno, pero quieren verse mejor». En este último, «suele haber un problema de autoestima por debajo, que indiscutiblemente hay que abordar porque son pacientes que nunca se van a ver bien por muchos tratamientos que se realicen», aclara la miembro de la Gedet. Si bien en ambos casos influyen las redes, en el último supuesto tienen un mayor impacto. «Nos venden que hay que ser delgadas, con labios gruesos, piel perfecta, pelo de tal o cual manera... Y los pacientes, cuanto más jóvenes son más vulnerables a toda esta propaganda», señala.
Enrique Fernández, médico estético: «Algunos pacientes te piden el labio de una persona que han visto en Instagram»
La gestión de las expectativas es un aspecto fundamental de la consulta, especialmente, cuando el demandante es alguien joven y la inspiración es una foto de Instagram: «Algunos vienen y te demandan el labio de equis famoso», comenta el vocal de la SEME. Precisamente, su labor pasa por hacer pedagogía y dar una dosis de realidad: «El labio solo es una parte del conjunto de la cara y lo que hay que mirar es la estructura de todo el rostro», precisa. Reconoce que, en más de una ocasión, ha tenido que decir que no.
El debate recurrente en este contexto es si alguien que se encuentra en su veintena necesita, en verdad, este tipo de procedimientos. Para la doctora Sáenz, aquellos que hacen uso del ácido hialurónico con objetivo de rejuvenecimiento «en absoluto son necesarios»; es mas, se atreve a decir que ni llegan a ser recomendables. Así, considera que su empleo solo estaría justificado con el objetivo de ser correctivo o reparador.
Una opinión similar tiene con respecto a los neuromoduladores, excepto aquellos pacientes que sean hipertónicos en su gesticulación, «y estén continuamente contrayendo alguna zona, que suele ser la frente o el entrecejo, y ya se observe una arruga en reposo», describe. Con todo, reconoce que estos casos son contados.
Ambos expertos consultados recuerdan la importancia de dejarse asesorar por los especialistas en medicina estética, así como respetar los tiempos de actuación de cada procedimiento. «Los tratamientos estéticos son médicos; nadie dobla su dosis de insulina o su dosis de un antihipertensivo, porque puede tener consecuencias negativas para el paciente. Pues en la dermatología estética pasa igual», indica la profesional de la Gedet.
Evolución de centros de medicina estética en Galicia
Hasta el año 2019 existían en Galicia 160 clínicas de medicina estética. Actualmente, la comunidad cuenta con 361 centros de este tipo, según los datos que maneja el Sergas. De ellos, 150 están en A Coruña (había 66 antes del 2019); 28 tiene Lugo (eran diez menos antes del 2019); Ourense cuenta con 31 centros hoy, frente a los apenas 13 que existían antes del 2019; por su parte, Pontevedra dispone de 152 establecimientos de medicina estética, un incremento importante desde los 63 que existían hasta el 2019. Según refleja la estadística del Servicio Galego de Saúde, el mayor incremento se experimentó en el año 2023 con 50 nuevas aperturas en toda la comunidad.
«Hola, acompáñame a ponerme labios», un paseo por TikTok
Colocar una almohadilla delante de palabras como «retoque», «bótox», «ácido hialurónico» o «labios grandes» en el eficaz buscador de TikTok basta. La medicina estética se ha normalizado y democratizado; eliminar arrugas o líneas de expresión es una decisión cada vez más pública.
«Me voy a pinchar bótox. Si me vais a criticar, empezad ya», dice una influencer que camina por las calles de Madrid, rumbo a su clínica. «Que cada uno haga lo que quiera. Mi cuerpo mis decisiones, que todos muy feministas pero luego sois los primeros en criticar», remata.
Existen infinidad de usuarios y usuarias de esta red social que muestran los procedimientos a los que se someten. Cientos de caras con puntos pintados, dianas del tratamiento. Si se trata de personas sin fama, tal vez sean unos carruseles de imágenes mostrando el antes y el después; cuando son celebridades, se suele incluir parte de la conversación con el profesional sanitario de su confianza. «¿Me va a cambiar mucho la expresión?», pregunta una joven de unos 25 años. «Te cuento, eso es un falso mito», responde la doctora explicando las diferencias entre un neuromodulador y los rellenos de ácido. Porque es cierto que el debate es acalorado, pero muchas veces poco científico.
La amplísima mayoría de usuarios de TikTok se mueven en el arco entre los 18 y los 34 años, según varios análisis de portales especializados. Un público enorme que accede a diario a la discusión sobre los retoques estéticos. En esta red se mezclan vídeos donde usuarios cuentan su experiencia con sugerentes títulos como: «Hola acompáñame a ponerme labios», pero también testimonios críticos.
Uno de los que más ruido provocó fue el de la celebrity Jedet, reconociendo la falta de expresividad que el ácido hialurónico causó en su sonrisa en el podcast Entre el cielo y las nubes, dirigido por Laura Escanes, quien también ha hablado sobre sus procedimientos. TikTok sugiere también la búsqueda de «hialuronidasa», una enzima que revierte los tratamientos de ácido hialurónico.