Aunque un cambio de frecuencia en los latidos puede ser una señal de problemas cardíacos, otros trastornos como la ansiedad o el hipotiroidismo, también las provocan
21 oct 2022 . Actualizado a las 10:52 h.Todos hemos experimentado alguna vez la sensación de haber sufrido una taquicardia. Pero también es común creer que estamos teniendo una taquicardia cuando en realidad es otra cosa. Es muy probable que llamen taquicardia a cualquier alteración que sientan en el latido de su corazón, sin duda una experiencia poco agradable, pero no todos los cambios de ritmo de nuestro latir son taquicardias. No se puede explicar qué es este fenómeno sin explicar antes otro término: arritmia. Una taquicardia no es más que un tipo de arritmia y es una respuesta de nuestro cuerpo ante determinadas situaciones. En unos casos, normales; en otros, preocupantes. En este artículo vamos a tratar de entender un poco más sobre los latidos de nuestro corazón para prevenir posibles problemas y consecuencias graves.
Un taquicardia es un tipo de arritmia, por lo que lo primero que debemos definir es el concepto de arritmia. «Cuando hablamos de arritmias, nos referimos a un conjunto de patologías, de alteraciones, de problemas del corazón y que afectan a su ritmo cardíaco. El ritmo cardíaco es una sucesión alternativa de latidos, que pueden estar alterados de diversas maneras», explica el doctor David Calvo Cuervo, presidente de la Asociación del Ritmo Cardíaco de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y electrofisiólogo en el Hospital de Asturias.
Una arritmia, según explica el doctor Calvo Cuervo, puede presentarse de distintas maneras: «Puede ser que los latidos estén alterados de forma que, en vez de ser regulares o rítmicos, sean arrítmicos; es decir, que el corazón no lata con la cadencia que debería. Puede también ocurrir que lata con cadencia, pero que lo haga de una forma excesivamente lenta. O también, todo lo contrario, que lata con una frecuencia excesivamente alta». En resumen, consideramos arritmias a esas situaciones en las que el corazón late desacompasado, demasiado lento, o demasiado rápido. Todas estas situaciones o la mezcla de ellas se denominan arritmias.
Consideramos que existe una arritmia cuando un corazón late demasiado rápido, demasiado lento o a una cadencia irregular.
En función de la alteración que se presente en los latidos de un corazón, se le llamará de un modo u otro. Según refleja el doctor Calvo Cuervo «cuando hablamos de que las pulsaciones son muy altas, le llamaremos taquicardia». En contraposición a la taquicardia —más pulsaciones de las consideradas normales—, está la bradicardia. «Luego hay otros problemas como la irregularidad del ritmo, que no estén muy altos ni muy bajas. Pero la taquicardia, en sí, es un tipo de arritmia».
¿Es normal tener taquicardias?
Nadie se asusta porque después de correr detrás del autobús el corazón empiece a latir a más velocidad. Tampoco vemos raro que después de un susto o una sorpresa nuestros latidos se aceleren. Sabemos que son mecanismos fisiológicos normales de nuestro cuerpo y que no pasa nada. Ni siquiera nos paramos a pensar que esto, en realidad, también son taquicardias. «Hay taquicardias que son absolutamente normales; también sucede con las bradicardias. El ejemplo más típico sería el de un paciente generalmente joven y deportista, alguien muy entrenado cuyas pulsaciones en reposo son muy bajitas. ¿Es anormal? No, es completamente normal dentro del contexto de ese paciente», refiere Calvo.
El problema surge cuando nuestro corazón empieza a latir más fuerte sin una razón obvia. Ahí entra el miedo. ¿Qué me pasa? Debemos tener en cuenta que detrás de una taquicardia no siempre hay una anomalía cardíaca. Sabemos que a la ansiedad también le gusta hacer de las suyas en el corazón, acelerando nuestro ritmo cardíaco y haciéndonos entrar en el bucle eterno: ¿me late más rápido el corazón por la ansiedad o esta taquicardia es la que me está provocando la ansiedad? Por supuesto, una taquicardia por motivos psicológicos se considera anormal, pero también es importante contextualizar: son habituales y no dependen de una causa cardíaca.
Por nuestro estilo de vida, existen taquicardias muy habituales entre la población que se relacionan más con problemas de la esfera mental. «En nuestra sociedad, estamos constantemente recibiendo estímulos que nos hacen estar más nerviosos: fundamentalmente el estrés; los problemas relacionados con la ansiedad. Todo ese tipo de situaciones pueden repercutir, por ejemplo, en la calidad de nuestro sueño provocándonos insomnio, pero también afectar a las pulsaciones de nuestro corazón, se acelera. Es algo muy, muy frecuente en la población», desgrana el experto.
Determinadas trastornos orgánicos no cardíacos también pueden generar taquicardias, según explica el doctor. «Más allá de la esfera psíquica, hay problemas de salud que pueden causar problemas en el corazón en forma de arritmias o taquicardias. Por ejemplo, los problemas en el tiroides. Son patologías muy prevalentes, realmente muy comunes. La enfermedad tiroidea, en alguna de sus formas, provoca una estimulación del corazón haciendo que lata muy rápido. Es labor del médico identificar estas situaciones», explica. Como podemos ver, las arritmias y las taquicardias son eventos frecuentes que no siempre avisan de un problema en nuestro aparato circulatorio.
Cuál es la duración 'normal' de una taquicardia
La duración de estos fenómenos son muy variables y dependen del tipo de arritmia y otros factores. Existen arritmias continuadas, en las que se mantienen las pulsaciones elevadas durante todo el día; hay otras que tienen un comportamiento denominado paroxístico, que son aquellas en las que el ritmo de latidos es normal, pero que durante diez minutos se acelera muchísimo antes de retomar su paso habitual. La duración dependerá de los contextos o de las patologías de cada persona.
¿Cúando hay que preocuparse por una taquicardia o una arritmia?
Antes de nada, recordar lo obvio. Ante cualquier alteración extraña que notemos en nuestro corazón, conviene consultar a nuestro médico de atención primaria para curarse en salud —nunca mejor dicho—. No obstante, existen una serie de signos de alarma que pueden ponernos en alerta. «El primero es que estas arritmias ocurran de una forma franca, es decir, sin una causa clara. Si una persona cambia de trabajo y esa noche tiene estrés, duerme mal, o nota taquicardias, es algo que entra dentro de lo esperable. Pero las taquicardias que aparecen y desaparecen de una forma brusca en una persona que no tiene condicionantes de ningún tipo; si no hay nada que pueda justificarlas ni explicarlas por cuestiones de la vida diaria, hay que tenerlo en cuenta», explica el presidente de la Asociación del Ritmo Cardíaco de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
Síntomas asociados a una taquicardia que deben ponernos en alerta
- pérdida de conocimiento
- opresión o dolor en el pecho
- antecedentes de problemas cardíacos
- antecedentes familiares de patologías cardíacas
A esto, el electrofisiólogo del centro asturiano suma otra serie de eventos que deberán ser tomados en consideración para saber si una taquicardia es peligrosa. «Otra pregunta que siempre realizamos los médicos es: ¿esas taquicardias se asocian a algún otro tipo de síntoma? Un ejemplo obvio sería la pérdida del conocimiento. Si yo noto palpitaciones y caigo redondo, resulta evidente que eso es un signo de alarma. Otro síntoma asociado es el dolor u opresión en el pecho, eso es una señal de una taquicardia que pueda tener un origen maligno. Los antecedentes familiares también deben hacernos sospechar, si sabemos que tradicionalmente existe una enfermedad cardíaca que ha pasado de padres y madres a hijos e hijas. Y por supuesto, en las personas que saben que padecen una enfermedad cardíaca, las taquicardias deberán ser tomadas muy en cuenta. Si una persona ha tenido un infarto hace unos años debe consultar al médico si aparecen este tipo de molestias», enumera el doctor Calvo.
Detección: el electrocardiograma para salir de dudas, aunque no siempre
Detectar una taquicardia a través de un electrocardiograma forma parte del día a día de los cardiólogos. Pero existe un problema. La taquicardia no avisa. Pasa cuando pasa y no hay manera de que quede reflejada en una prueba si en el momento en el que los electrodos están conectados en nuestro cuerpo, nuestro corazón late con normalidad. Esto pasa. Constantemente.
«Es absolutamente común que pase esto. De hecho, suele ser un tormento para muchos pacientes que se pasan meses, incluso años, hasta que un buen día consiguen entrar por la puerta de urgencias y que se les haga un electrocardiograma cuando el paciente está todavía con la taquicardia y se pueda documentar», refiere el especialista. No obstante, aquí la tecnología sí juega a nuestro favor. Las aplicaciones móviles y los relojes inteligentes pueden ahora monitorizar nuestra actividad cardíaca desde nuestra muñeca, lo cual supone un avance espectacular para este tipo de pacientes. En cualquier caso, si no disponemos de uno de estos relojes inteligentes, existen aparatos de electrocardiografía ambulatoria como el Holter que el paciente podrá llevarse a su casa teniendo vigilada la actividad de nuestro corazón.
¿Las taquicardias se curan?
La respuesta a si una persona que sufre taquicardias puede 'curarse', es sí. Es cierto que hay un depende, por lo que habrá que estudiar con atención qué tipo de arritmia padece. Pero sí, las taquicardias se curan. «Se ha avanzado mucho en el reconocimiento de los mecanismos que mantienen este tipo de arritmias», nos explica el doctor David Calvo Cuervo, que prosigue en su explicación: «Algunas requieren el tratamiento de las enfermedades de base, como puede ser la ansiedad o el hipertiroidismo; en otras, las que son de origen cardíaco directo, hemos avanzado muchísimo en el conocimiento de los mecanismos por los que se originan en el corazón este tipo de taquicardias y en los métodos terapéuticos que nos permiten controlarlas».
Una gran parte de estas taquicardias pueden solucionarse con procedimientos ablativos. Con una técnica que consiste en acercarse con un catéter al punto de origen de esta arritmia y quemarlo se solucionan actualmente muchos de estos problemas.