Alicia Cosgaya, alergóloga: «Las vacunas son el único tratamiento curativo»
ENFERMEDADES
La especialista analiza la situación y los tratamientos actuales para los alérgicos al polen ante la inminencia de unos días complicados para los pacientes
13 jun 2023 . Actualizado a las 17:26 h.Mensaje para los alérgicos al polen: vienen unos días duros. Después de la lluvia que ha mantenido a los granos de polen en el suelo lejos de las vías respiratorias de las personas, la situación va a cambiar y a facilitar que comiencen a circular a sus anchas provocando los característicos y molestos picores en ojos, nariz o moqueo. Alicia Cosgaya, alergóloga en el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) analiza la situación de un problema que, cada vez, afecta a más gente.
—Dicen los expertos que vienen un par de semanas muy duras para los alérgicos al polen.
—Se espera, sobre todo para finales de la semana que viene y toda la siguiente, que suban los niveles de polen. Cuando llueve el polen no accede a la superficie, pero ahora va a dejar de llover. Además, van a ascender las temperaturas y es la combinación perfecta para el polen: sin lluvia y calor. En resumen, veremos todavía más altos los niveles que ya estábamos viendo elevados y, a finales de semana, aumentarán más, sobre todo, las gramíneas. Los alérgicos, desde luego, van a encontrarse peor.
—¿A qué tipos de polen hay más personas alérgicas?
—Galicia no es una comunidad en la que el polen sea tan habitual como en el interior del país, pero lo que vemos es que, cada vez más en la zona de costa, la parietaria, que antes era un polen de primavera, ahora es prácticamente perenne. La gramínea es el polen estrella que todo el mundo conoce, son más frecuentes en las zonas de interior y ahora mismo están los niveles muy elevados en Lugo. Vemos también plantago o roble, pero es algo anecdótico.
—Debido al cambio climático las temporadas de polen son cada vez más largas y potentes, ¿lo estáis notando los especialistas?
—Sí, ahora mucha gente alérgica está mala todo el año, tienen síntomas perennes. Vemos que los alérgicos al polen tienen síntomas antes y que duran más en el tiempo. Eso antes no se veía, solo era durante la primavera pura. Ahora, la estación polínica es cada vez más larga. Además, los síntomas de los pacientes alérgicos son cada vez más intensos y se asocian a muchos asmas graves difícilmente controlables. Hay mucha gente que cada año que pasa se encuentra peor, o incluso pacientes que se vacunaron hace años y vuelven a tener síntomas de nuevo.
—¿Cuáles son los principales síntomas?
—Lo más común es picor intenso en nariz y ojos, lagrimeo, rinorrea líquida, estornudos en salvas y síntomas de dificultad respiratoria en la gente que asocia asma.
—¿Cuánto peso tiene la genética en la alergia al polen?
—La genética claro que interfiere. Siempre preguntamos por antecedentes, es un componente muy importante, pero ahora también influye el cambio climático, la contaminación, el ritmo de vida... Pero siempre tenemos que hacer una historia clínica buena. Si hay varios hermanos y uno tiene síntomas, lo más probable es que los demás también.
—¿Puede surgir en cualquier momento de la vida?
—Sí, nadie nace siendo alérgico. Puedes desarrollar una alergia en cualquier momento de su vida. De hecho, hay mucha gente mayor que desarrolla síntomas y no los asocia porque no se lo espera, pero todo el mundo puede desarrollar cualquier tipo de alergia en cualquier momento de su vida. Es cierto que es más frecuente que aparezca en niños o adultos jóvenes, pero tengas la edad que tengas, si tienes síntomas, es importante acudir al médico de cabecera para que te derive al alergólogo.
—¿Desde qué edad se puede diagnosticar una alergia al polen?
—Los niños refieren síntomas mejor que los adultos. Se pueden hacer pruebas en cualquier momento cuando se empiezan a tener síntomas porque son pruebas en las que no utilizamos un método invasivo. Cuando asocian síntomas respiratorios tenemos que esperar un poco para que se puedan hacer estudios de función respiratoria como una espirometría, que niños menores de seis años no son capaces de realizar.
—¿Cada vez se detecta antes?
—Los padres suelen estar más pendientes y conocen más los síntomas. Le llamamos saludo alérgico a cuando un niño está todo el rato rascándose la nariz y es uno de los síntomas más comunes en los pequeños. Estornudan, los que tienen asma empiezan a tener tos cuando hacen ejercicio y eso es una señal de alarma. Cuanto antes lo detectemos, mejor, porque, cuanto antes pongamos un tratamiento, es más fácil que se frene el desarrollo de la alergia.
—¿La alergia al polen es para siempre?
—Cuando una persona empieza a desarrollar síntomas de alergia es difícil que revierta, pero puede evolucionar en uno u otro sentido. Si el tratamiento es adecuado y, por supuesto en pacientes candidatos a hacer inmunoterapia, el desarrollo cambia. Las vacunas son el único tratamiento curativo. Con antihistamínicos, sprays nasales y colirios, tú vas a frenar los síntomas, pero no te van a revertir la alergia. Las vacunas, sí. Los pacientes que se vacunan pueden quedar libres de tratamientos para siempre o necesitarlos de forma mucho más esporádica.
—¿En qué consisten estas vacunas para la alergia al polen?
—En estas vacunas se puede hacer una pauta perenne durante todo el año mes a mes, o hacer una pauta pre o coestacional, es decir, iniciarla un poco antes de la estación polínica, mantenerla durante ese período álgido y no volverla a introducir hasta el año siguiente. Son tratamientos constantes y es necesario que el paciente esté mentalizado. Hablamos de tres a cinco años y lo más común es que sea mensual. Se administra en el centro de salud y también trata el asma.
—Muchos pacientes hacen otro tipo de tratamientos.
—Sí, hablamos de antihistamínicos orales, sprays que normalmente llevan corticoide, y gotas para los ojos, colirios. En función de los síntomas que tenga cada paciente todas estas opciones se van adaptando. Puede usarse uno, otro, los tres a la vez o solaparlos, incluso, con la inmunoterapia.
—Los antihistamínicos se venden sin receta en todas las farmacias, muchos alérgicos acuden directamente a por ellos sin pasar por el alergólogo.
—Eso no nos gusta, lógicamente. Si tienes síntomas hay que acudir al médico de cabecera para ser derivados a consulta. No es una tontería porque puede evolucionar hasta interferir en la vida diaria. Los alergólogos nos adaptamos a los síntomas de cada persona y a las pruebas que hagamos a cada paciente. Es verdad que muchos alérgicos cuando se ponen malos van a la farmacia a comprar cualquier antihistamínico, pero no deberían hacerlo porque no es buena idea. Tienen que estar bien diagnosticados y controlados por un alergólogo. Además, hay muchos diferentes.
—¿Qué consejos les darías a los alérgicos al polen para estos días que vienen?
—Las mascarillas hicieron mucho bien a los alérgicos, ahora ya no las usamos, pero sería lo ideal aunque es entendible que la gente esté cansada. Hay que evitar hacer actividades al aire libre los días en los que haya mucha circulación de polen, cuando se den sol y viento a la vez y, sobre todo, a última y primera hora del día porque los niveles ascienden. En el coche no hay que ir con las ventanillas bajadas y tener filtros en el aire acondicionado, no ventilar mucho la casa y evitar secar la ropa al aire libre. Son pequeños gestos que ayudan mucho.