Artritis, enfermedad de Crohn o celiaquía: las enfermedades autoinmunes están aumentando

Lucía Cancela
Lucía Cancela LA VOZ DE LA SALUD

ENFERMEDADES

En enfermedades como la artritis reumatoide, el sistema inmunitario ataca a las articulaciones.
En enfermedades como la artritis reumatoide, el sistema inmunitario ataca a las articulaciones. iStock

Los expertos reconocen un incremento de los casos, pero todavía no hay causas claras identificables. Lo más probable, dicen, es que se deba a factores ambientales

02 jul 2023 . Actualizado a las 23:41 h.

La enfermedad inflamatoria autoinmune contiene un error. Un fallo, de forma resumida, en el que cuerpo se ataca a sí mismo cuando no existe un peligro. Los batallones de defensa suelen proteger contra agentes externos, como pueden ser los gérmenes, las bacterias o los virus, así como con los internos, como el cáncer. Este sistema tiene la habilidad de diferenciar entre aquellas células extrañas y las suyas propias, teniendo muy claro cómo detectarlas y las respuestas que debe propiciar mediante un ataque. Ahora bien, en una persona con una enfermedad autoinmune, esto no ocurre. De hecho, todo lo contrario, pues el sistema inmunitario considera que una parte del cuerpo, como la piel, es algo extraño y como reacción, libera un tipo de proteínas conocidas como anticuerpos, que perjudican a las células sanas. 

«Al producirse la unión del anticuerpo, que va dirigido contra las células del propio organismo, y la célula en sí, se pone en marcha un proceso para eliminarla. Un ejemplo muy típico es lo que ocurre con un trasplante, que el organismo tiene tendencia eliminarlo y para ello desencadena un proceso inflamatorio», explica el doctor Antonio González, jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Vall d'Hebron.

El doctor Carlos González, co-director del Centro de Enfermedades Inflamatorias Mediadas por la Inmunidad (Ceimi) del Hospital Gregorio Marañón, detalla que, en el momento en el que el sistema inmunitario se equivoca «produce una inflamación permanente en el cuerpo que acaba provocando una enfermedad». 

Su reacción puede afectar a un solo órgano, como ocurre con la diabetes tipo 1 y el páncreas; o a todo el cuerpo y, por lo tanto, considerarse sistémica, como es el caso del lupus eritematoso sistémico. «Es cierto que decir que el organismo se ataca a sí mismo es una reducción un poco simple porque la realidad es bastante más compleja. Con todo, la inflamación mantenida en el cuerpo provoca muchos tipos de enfermedades. Dentro de este grupo inflamatorio, se encuentran las autoinmunes, en las que el se producen anticuerpos que dañan las células del propio organismo. Ahí sí podemos decir que nos ataca», considera el experto del centro madrileño. 

Origen de las enfermedades autoinmunes

Al preguntar acerca de las causas, todos los expertos coinciden en decir que no existe una concreta. Todo lo contrario, es la combinación de varios factores la que acaba dando lugar a este tipo de enfermedades. Se sabe que las mujeres tienen mayor probabilidad de desarrollar una patología de este tipo y, que a su vez, suelen debutar en edades fértiles. También existe cierta predisposición genética. El peso de una variable u otra dependerá de la afectación. «Algunas enfermedades inflamatorias autoinmunes tienen un grandísimo componente genético, como la espondiloartritis . En esa se detecta un gen concreto, presente entre el 80 y el 90 % de los enfermos con esta enfermedad. Después, hay otras que dependen mucho más del ambiente, como es el caso del lupus eritematoso sistémico», apunta el doctor Carlos González, que  a su vez reconoce que en cualquier caso debe existir una parte genética que haga que la persona sea más sensible a padecer dicha enfermedad. 

Existen más de cien tipos de trastornos, lo que hace que haya un amplio abanico de manifestaciones y escalas de gravedad. Algunas son más leves y otras resultan más difíciles de manejar. Con todo, las más comunes en las consultas de especialistas son la enfermedad de Crohn, la diabetes tipo 1, la esclerosis múltiple, la artritis reumatoide, la tiroiditis de Hashimoto, la enfermedad celíaca y la psoriasis.

En todas, el sistema inmune produce un ataque como reacción a un cuerpo que considera extraño y afecta a alguna parte del cuerpo, ya sea un órgano, los nervios, las articulaciones, la piel o los vasos sanguíneos. 

Aumentan los pacientes de enfermedades autoinmunes

En la reciente historia, la medicina ha conseguido controlar, tratar y prevenir la aparición de las enfermedades infecciosas, sin embargo, ahora se abre un nuevo paradigma: el aumento de las autoinmunes. Así, la incidencia de la psoriasis en España ha crecido casi un 1 % en los últimos 15 años, pudiendo alcanzar el 2,3 % de la población, lo que sitúa la prevalencia en torno a 1.080.000 casos; a su vez, la artritis también registró un  incremento en el estudio Episer 2016, así como la enfermedad de Crohn que tiene un incremento anual del 2,5 %.

Un estudio publicado en la revista Diabetología constataba, también, que los casos de diabetes tipo 1, diagnosticados a edades tempranas, crecen un 3,4 % al año de media en Europa. Por último, estudios realizados en Europa, América del Norte y Oceanía, observan que la incidencia de la enfermedad celíaca se ha incrementado un 7,5 % al año durante las últimas décadas. 

Con una perspectiva más general, una publicación en la revista científica Arthritis and Rheumatology concluyó, en el 2020, un aumento de la incidencia de anticuerpos antinucleares, el biomarcador más empleado en el estudio de las enfermedades autoinmunitarias. La investigación, que había tomado muestras de sangre de 14.211 personas de entre 12 y 90 años durante más de dos décadas, encontró que un 11 % de los participantes del estudio tenían anticuerpos entre 1988 y 1991; entre el 2011 y el 2012, esta cifra se elevó a un 16 %. No solo esto, sino que al extraer los factores relacionados con enfermedades autoinmunitarias, como el consumo de alcohol y tabaco, o el sexo, observaron que los adultos mayores presentaban un 50 % más de riesgo de tener este tipo de anticuerpos en sangre. 

El doctor Carlos González señala que su presencia no siempre indica una enfermedad autoinmune. «Pese a que el aumento que se recoge en esta investigación tampoco es muy grande, también hay que entender que nuestro sistema inmunitario está continuamente trabajando. Por eso, como parte de sus tareas puede ser que en unos análisis se encuentren anticuerpos positivos sin necesidad de tener una enfermedad hasta en el 8 % de la población general», detalla el especialista del Gregorio Marañón, que recuerda que un positivo no siempre confirma una patología. Para obtener un diagnóstico es necesario valorar los síntomas del paciente, «y no solo sus análisis de sangre». 

Ahora bien, el experto reconoce un aumento de enfermedades autoinmunes, especialmente de aquellas «que dependen más del medio ambiente que de la genética», precisa. Eso sí, las causas todavía están por confirmar. «No sabemos muy bien a qué se debe, si es por la contaminación, por el procesado de los alimentos que tomamos, y eso provoca que enfermedades como la psoriasis o la de Crohn tengan una mayor incidencia en el mundo occidental», indica.

Respecto a esta última se pronunció el doctor Joaquín Hinojosa, experto de la Fundación Español del Aparato Digestivo (FEAD). Los números de la enfermedad de Crohn han crecido en las últimas décadas y hace que España se sitúe como uno de los países con mayor proporción de pacientes en la franja de los 20 a los 29 años. «Las razones que mejor podrían explicarlo son los factores ambientales que interactúan en personas con una predisposición, ligada o no a sus genes, y condiciona la alteración de la microbiota intestinal», considera el especialista en Aparato Digestivo, que describe que el concepto de factor ambiental engloba tanto a la dieta, como al tabaco. 

El doctor Iván Castellví, portavoz de la Sociedad Española de Reumatología, no cree que que la incidencia de las enfermedades reumatológicas autoinmunes sistémicas esté aumentando de forma significativa, sino que apuesta por un mayor diagnóstico: «Es posible que la mayor sensibilización a estas enfermedades y el avance en el conocimiento y detección, así como sus complicaciones, haya dado la impresión subjetiva de ese aumento», detalla el experto.

También reconoce que existen novedosos tratamientos, en el campo de la oncología, «que pueden desencadenar respuestas que simulen o provocan estas enfermedades», indica. A su vez, abre la puerta al papel de la contaminación: «Se tendrá que analizar el peso que ha tenido a todo lo que estamos expuestos, así como otros factores como la pandemia, para ver si realmente han influido en aumentar la incidencia de forma global», aclara. Eso sí, para extraer conclusiones prefiere ser cauto, y analizar la misma cuestión dentro de más tiempo. 

Por su parte, el jefe de servicio del Vall D'Hebron apunta hacia un aumento conocido de casos en los últimos 40 o 50 años, el cual piensa que se ha acelerado en los tiempos más recientes: «Es difícil atribuirlo a algo en concreto, pero desde luego, no puede deberse a cambios genéticos porque estos nunca van así de rápidos», precisa. Así, la hipótesis de la comunidad científica se apoya en otras cuestiones ambientales: «Además de la alimentación típica de occidente, también puede deber a la salubridad que, aunque parezca extraña, un exceso de esta puede ir en contra del sistema inmunitario. Es decir, el hecho de que cada vez nos infectamos menos, de que tengamos contacto con menos patógenos, porque tenemos acceso a aguas cuidadas y porque la salud pública ha mejorado mucho, seguramente pueda favorecer a que el sistema inmunitario no esté tan bien preparado o tenga una mayor tendencia  a la alteración», apunta. 

Una buena situación de los tratamientos

La mejoría y progreso del abordaje terapéutico de las enfermedades inflamatorias autoinmunes ha sido «espectacular en los últimos 20 años», detalla el doctor del hospital catalán. Antaño, las opciones eran tres, entre las que se encontraban las corticoides, «que siguen siendo muy útiles». En la actualidad se han empezado a incorporar tratamientos biológicos «dirigidos específicamente contra algunos de los procesos inflamatorios», empleados también en oncología. El siguiente paso, precisa el experto, «será utilizar la terapia génica». Igualmente, en la actualidad, se están dando los primeros pasos para emplear los tratamientos CAR-T, un recurso presente en las enfermedades hematológicas. 

Si bien con este nuevo arsenal no es posible curar la enfermedad, «sí se puede cronificar y hacer que provoque muchos menos síntomas», señala el doctor Antonio González, que añade: «Aquellos casos en los que había enfermedades mortales, hoy ya no lo son y permiten una calidad de vida correcta», concluye. 

Lucía Cancela
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Graduada en Periodismo y CAV. Me especialicé en nuevos formatos en el MPXA. Antes, pasé por Sociedad y después, por la delegación de A Coruña de La Voz de Galicia. Ahora, como redactora en La Voz de la Salud, es momento de contar y seguir aprendiendo sobre ciencia y salud.

Graduada en Periodismo y CAV. Me especialicé en nuevos formatos en el MPXA. Antes, pasé por Sociedad y después, por la delegación de A Coruña de La Voz de Galicia. Ahora, como redactora en La Voz de la Salud, es momento de contar y seguir aprendiendo sobre ciencia y salud.