Ana Fernández-Sesma y Adolfo García-Sastre, matrimonio de virólogos en Nueva York: «Tenemos un caldo de cultivo perfecto para las enfermedades infecciosas»

Uxía Rodríguez Diez
UXÍA RODRÍGUEZ LA VOZ DE LA SALUD

ENFERMEDADES

Ana Fernández-Sesma y Adolfo García-Sastre, matrimonio de virólogos que trabajan en la Escuela Icahn de Medicina del complejo sanitario Monte Sinaí de Nueva York.

¿Cuándo tendremos que enfrentarnos a la siguiente pandemia? Ni los mayores expertos mundiales lo saben, pero sí responden: «La naturaleza siempre nos da sorpresas, hay que anticiparse»

23 ene 2024 . Actualizado a las 20:08 h.

Ana Fernández-Sesma y Adolfo García-Sastre son virólogos, investigadores con reputación internacional, son marido y mujer y ambos trabajan en la Escuela Icahn de Medicina del hospital Monte Sinaí de Nueva York. Él es director del Instituto de Salud Global y Patógenos Emergentes y ella directora del Departamento de Microbiología, por comenzar a presentarlos.

¿Cómo empezó todo? «Cuenta tú, Adolfo, porque fuiste tú el que aceptó la oferta», dice ella en esta videollamada a tres. «Estamos hablando de hace 32 años, creo que fue en mil novecientos...», comienza narrando él. «Noventa y uno», se apresura a decir Ana. Matrimonio dentro y fuera del laboratorio. Por aquel entonces, cuando Adolfo estaba defendiendo su tesis doctoral en la Universidad de Salamanca -un trabajo sobre «una proteína de un virus»-, Ana estaba acabando su carrera de Biología, «ya salíamos juntos». Fue él quien pidió una beca posdoctoral en el extranjero que le fue concedida en Nueva York, en el mismo departamento en el que ahora ambos trabajan. «En aquel entonces no había internet. Nos presentamos por carta al director del departamento. Adolfo era más de francés, así que yo por ayudarle con el inglés comencé a hablar con el que iba a ser su jefe, el doctor Peter Palese», cuenta Ana. Ahí comenzó también su carrera, «así, al azar».

A la pregunta de si se han planteado volver, la respuesta es que sí. De hecho, lo intentaron a los tres años de llegar a Estados Unidos, pero la cosa no salió bien. Con el paso del tiempo, se fue volviendo más difícil con una vida personal, una familia, y una doble carrera laboral cada vez más asentada y reconocida. «Ya se fue haciendo más complicado el volver sin que ninguno de los dos tuviera que renunciar a su trabajo», asegura García-Sastre. «La verdad es que fue duro tomar la decisión, pero lo hicimos con todas las consecuencias. Lo habíamos intentado, pero no surgió. Tuvimos nuestros hijos aquí y una vez te estableces ya es más difícil. No nos hemos arrepentido nunca pero tampoco nos hemos despegado y siempre hemos mantenido una conexión con la virología en España, también con muchos estudiantes que vienen a nuestro laboratorio», dice Fernández-Sesma.

Adolfo García-Sastre, director del Instituto de Salud Global y Patógenos Emergentes del Hospital Monte Sinaí de Nueva York
Adolfo García-Sastre, director del Instituto de Salud Global y Patógenos Emergentes del Hospital Monte Sinaí de Nueva York

«Yo soy menos conocida que Adolfo en España porque he tenido menos presencia mediática», asegura en referencia al importante papel que ha tenido el virólogo en los últimos años como divulgador de referencia durante toda la pandemia. Su carrera, la de ella, ha estado enfocada más a la parte de inmunología, de enfermedades virales, «que complementa un poco lo que hace Adolfo, que es más molecular». Toda la formación de Ana fue en el virus de la gripe, en el que Adolfo es uno de los mayores expertos a nivel mundial, pero luego ella fue moviéndose a otra línea de investigación dedicándose al del dengue y a otros transmitidos por mosquitos, «que ahora mismo están siendo, por desgracia, mucho más relevantes que cuando empecé». El objetivo es «entender los interruptores que el virus tiene que apagar para infectar a humanos y cómo podemos utilizar esa información para diseñar mejores tratamientos y entender cómo pueden funcionar las vacunas». 

El virus de la gripe es para Adolfo García-Sastre gran parte de su vida, le ha acompañado durante toda su carrera y ahí sigue: «La idea siempre es poder diseñar antivirales y vacunas. Trabajamos en vacunas mejoradas para el virus de la gripe que sean capaces de proteger contra distintas variantes y que solo se necesiten administrar una vez en la vida, que es lo que llamamos vacunas universales. Y trabajamos también en vacunas mejoradas del SARS-CoV-2, que están ahora mismo en Fase III, en Tailandia y México, que pensamos que estarán aprobadas el próximo año y darán lugar a una inmunidad mejor, para proteger no solo contra enfermedad, también contra infección».

—¿En qué punto nos encontramos de la pandemia?

—Adolfo García-Sastre: La pandemia se ha acabado, lo que pasa es que es muy difícil darla por terminada por si viene un brote que es muy virulento y que nunca puedes excluir del todo hasta que ha pasado un tiempo. El virus sigue estando con nosotros, sigue causando problemas, sigue matando gente, pero ni tanta ni de un modo tan rápido como ocurría al principio. Ahora es un virus más que existe entre nosotros, que hay que intentar que produzca la menor enfermedad posible, como ocurre con otros virus respiratorios como la gripe o el Virus Respiratorio Sincitial. Tenemos margen para seguir trabajando en mejorar tanto las vacunas como los antivirales para todos ellos.

—¿Tendremos que seguir vacunándonos contra el SARS-CoV-2?

—Ana Fernández-Sesma: Para evitar que haya problemas con personas de riesgo es conveniente seguir haciendo vacunas lo más parecidas posibles a los virus que circulen. Siempre pendientes de que puedan surgir nuevas variantes. Va a ser conveniente, pero no se va a recomendar a toda la población, solo a las personas más vulnerables.

—Adolfo García-Sastre: Lo que está claro es que sigue habiendo enfermedad en grupos de riesgo, también en el resto de población pero muy pocas veces grave. Sabemos que la inmunidad que dan las vacunas se pierde con el tiempo y el virus cambia. Eso crea una situación muy parecida a lo que ha ocurrido con la gripe estacional. Así que es lo más probable que pase con el SARS-CoV-2, que se siga vacunando y que se actualicen. ¿Cuánta gente se va a vacunar? Eso también va a depender de cada país, como con la gripe estacional.

—Estamos viendo el resurgimiento de algunos virus en zonas a las que no estamos acostumbrados. Hablo de los casos de dengue en España, viruela de mono, repunte de la gripe aviar… ¿Por qué y a qué debemos temer?

—Ana Fernández-Sesma: Es un proceso que no vamos a poder parar, lo que llamamos zoonosis, que es el salto de los virus de animales a humanos. En el caso específico de los virus transmitidos por mosquitos le añadimos el problema de que está subiendo la temperatura a nivel global y están estableciéndose en lugares donde antes no estaban. Tenemos que estar preparados, teniendo más vigilancia epidemiológica para saber qué está circulando, que se inviertan recursos en salud pública para detectar todos los focos que pueda haber. Estar alerta.

Ana Fernández-Sesm, directora del Departamento de Microbiología de la Facultad de Medicina Icahn de Mount Sinaí de Nueva York
Ana Fernández-Sesm, directora del Departamento de Microbiología de la Facultad de Medicina Icahn de Mount Sinaí de Nueva York

—En cuánto a la gripe aviar, ha saltado a mamíferos y el miedo es que mute e infecte a personas, ¿cómo podría ocurrir esto?

—Adolfo García-Sastre: Sabemos que la gripe causa pandemias, la peor de la que tengamos constancia fue la de 1918. Desde entonces ha habido cuatro, cada una con distinta capacidad de virulencia. La última fue la que en España se llamó gripe A y no fue tan devastadora como podía haber sido. Esos virus pandémicos vienen de un reservorio animal donde existen muchas variantes del virus de la gripe, como los de la gripe aviar. En general, son variantes que no son capaces de establecer infección en humanos y menos un ciclo de transmisión porque están adaptados al huésped de donde vienen. Lo que ocurre es que el virus puede adaptarse y la adaptación de un virus a un nuevo huésped es un fenómeno, prácticamente, como la lotería. El virus muta y alguna vez, por casualidad, es capaz de causar enfermedad y transmitirse en un nuevo huésped. Hay fenómenos que pueden favorecer esto como la adaptación de virus de aves a mamíferos, y un virus adaptado para replicar en cerdos está más cerca de poder hacerlo en humanos. Con los virus H5 lo que estamos viendo es que hay una gran diversidad genética, hay una gran cantidad de virus en todo el mundo  y sabemos que esas nuevas variantes tienen una mayor propensión de infectar a mamíferos. Así que si se adaptan para transmitirse en mamíferos tendríamos un problema un poco más grave. Normalmente, como se han originado la mayor parte de las pandemias de gripe, ha sido mediante adaptación de un virus de aves a cerdos y luego salto de cerdos a humanos. Esto es muy difícil de prever.

—Respecto a las enfermedades infecciosas siempre tenemos una cíclica falsa sensación de seguridad.

—Ana Fernández-Sesma: Hemos avanzado mucho en muchas enfermedades que casi han desaparecido como el sarampión, la polio, la viruela. Se hacen grandes avances, antes se morían muchos niños de enfermedades infecciosas y eso ya no se ve en España. Entonces tienes esa falsa sensación de que ya lo hemos conseguido todo, somos un país que no tiene grandes problemas de salud, pero nosotros siempre solemos hacer una comparación con el del Departamento de Defensa. Siempre se está haciendo un arsenal en caso de que haya una invasión y se construyen arsenales aunque el 99 % no se usan. Pero se hace todo ese esfuerzo en preparación. En cambio, estamos constantemente siendo atacados por virus pero no tenemos el concepto mental de que eso es algo para lo que hay que tener un arsenal de defensa. Solemos poner el parche cuando sucede el problema, en vez de tener una preparación sostenida en el tiempo y que entendamos que es necesario estar preparados para luchar contra estos patógenos que nos atacan constantemente y cada vez más. Hay que seguir pensando como se pensaba en los años cincuenta y sesenta, cuando nadie dudaba en ponerse una vacuna porque era un gran problema de salud pública y también económico. Ahora creemos que todo lo tenemos solucionado. 

—No sabemos cuándo ni de dónde vendrá la siguiente pandemia, pero llegará. 

—Adolfo García-Sastre: Lo más fácil es que sea de gripe.

—Ana Fernández-Sesma: La gripe ha causado muchas pandemias cada X años y, de hecho, la del SARS-CoV-2 al principio fue una sorpresa que no fuera gripe.

—Adolfo García-Sastre: Y la que hubo antes del SARS-CoV-2 es la del VIH, que no existía en humanos antes de los años 60, también vino de animales y ha causado una gran cantidad de muertes, fue también algo muy inesperado, que un retrovirus pudiera causar una pandemia.

—Ana Fernández-Sesma: La naturaleza siempre nos da sorpresas porque estas oportunidades surgen constantemente, estos saltos de animales a humanos. Así que es al azar, puede ser que justo una persona que se infecte tenga un sistema inmune más débil o más fuerte y el virus mute. Pero lo que está claro es que las oportunidades cada vez son más y es como tirar una colilla de un coche a un bosque, puede prender o no pero si el bosque está seco en algún momento lo hará. Es muy difícil de predecir, pero hay tantas oportunidades y tantos momentos en sitios remotos desde los que ahora se viaja tan rápidamente, que se extiende como la pólvora. Hay que saber anticiparse y prevenir estas enfermedades para que no nos pille por sorpresa. Ahora mismo tenemos un caldo de cultivo perfecto para las enfermedades infecciosas.

—¿Por qué es tan importante el concepto de One Health?

——Ana Fernández-Sesma: Es importantísimo que ese concepto cale en la sociedad porque los humanos no somos una burbuja. Como no estemos vigilando la salud animal y el medio ambiente vamos a producir un desequilibrio entre esa salud humana, animal y el ecosistema. No podemos encerrarnos en la idea antropomórfica y antropocéntrica de que somos lo más importante del universo porque no lo somos.

Para terminar, pedimos a esta pareja de investigadores que nos cuenten cuál sería su mayor sueño profesional. «En mi caso, el reparto equitativo de las vacunas y los recursos para la salud humana a nivel mundial», asegura Fernández-Sesma. «Para mí, la vacuna universal de gripe porque es en lo que llevo trabajando más de quince años. Esto acabaría con la posibilidad de que el virus de la gripe dé lugar a pandemias», termina García-Sastre.

Uxía Rodríguez Diez
Uxía Rodríguez Diez
Uxía Rodríguez Diez

A Rúa, Ourense (1986). Coordinadora de La Voz de la Salud con una misión, que todos nos cuidemos más y mejor. La pandemia de covid-19 no solo la viví, también la conté en La Voz de Galicia. Mucho antes de todo esto trabajé en Vtelevisión durante casi una década como redactora, reportera y presentadora. Allí dirigí y presenté el programa Sana sana, sobre sanidad, bienestar y nutrición.

A Rúa, Ourense (1986). Coordinadora de La Voz de la Salud con una misión, que todos nos cuidemos más y mejor. La pandemia de covid-19 no solo la viví, también la conté en La Voz de Galicia. Mucho antes de todo esto trabajé en Vtelevisión durante casi una década como redactora, reportera y presentadora. Allí dirigí y presenté el programa Sana sana, sobre sanidad, bienestar y nutrición.