Sarah Ferguson, diagnosticada de un cáncer de piel tras superar uno de mama: ¿cúales son los síntomas del melanoma?
ENFERMEDADES
La exmujer del príncipe Andrés ha explicado que se pudo identificar el nuevo cáncer tras serle extirpado un lunar
22 ene 2024 . Actualizado a las 17:26 h.«Me he tomado algún tiempo para mí porque me han diagnosticado un melanoma maligno, una forma de cáncer de piel, y el segundo en menos de un año después de que me diagnosticaran cáncer de pecho el pasado verano y de haberme sometido a una mastectomía y cirugía reconstructiva», explica Sarah Ferguson, exesposa del príncipe Andrés, en un mensaje colgado en su cuenta de Instagram.
El dermatólogo de la duquesa de York «pidió extirpar varios lunares y analizarlos, al mismo tiempo que la duquesa era sometida a cirugía reconstructiva tras su mastectomía, y uno de ellos ha sido identificado como canceroso».
La doctora Celia Posada, coordinadora de la Unidad de Melanoma del área sanitaria de Vigo, explicaba a La Voz de la Salud que «una aparición de un lunar nuevo a los 50 años sería algo excepcional, y te tiene que hacer sospechar de que no es bueno». Aunque es complicado identificar un lunar peligroso existe la denominada regla ABCDE: A se refiere a si un lunar es asimétrico; B de bordes irregulares: C de color, es decir, si tiene varios colores (heterocrómico); D pertenece a diámetro, por si tiene seis seis milímetros o más, y finalmente, la E habla de la evolución. «El hecho de que haya cambios en este sentido nos debería alertar», asegura la experta.
¿Qué es un melanoma?
El melanoma es un tumor cuyo origen está en unas células llamadas melanocitos. Estas células producen la melanina, que es el pigmento que da color a nuestra piel y que permite protegerla de los rayos ultravioleta. Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en España se diagnostican al año unos 6.179 casos nuevos al año de melanoma de piel. Es uno de los tumores que más está aumentando en incidencia en occidente, debido probablemente a los hábitos de exposición solar y quizá también a una mayor concienciación de la población que consulta más a sus dermatólogos ante aparición de lesiones en la piel.
«Es un tumor peligroso porque, con lesiones muy finitas de poco más de un milímetro de grosor, tiene la capacidad de desarrollar metástasis», explica Marisol Soengas, actual presidenta de la Asociación Española de Investigación contra el Cáncer, en esta entrevista. Así, la capacidad invasiva es mayor que en el resto. El principal factor de riesgo es la exposición a la radiación ultravioleta, especialmente, si esta terminó en quemaduras durante la infancia y la adolescencia. La piel tiene memoria. «Los melanocitos son células que tenemos en la piel durante toda nuestra vida. Al quemarnos, se producen alteraciones. Si eso ocurre durante muchos años, al final y de manera conjunta, puede aparecer un melanoma. Por eso insistimos en que hay que proteger a nuestra piel y hacer un seguimiento de ella», precisa Soengas.
Factores de riesgo
La mejor prevención es una exposición responsable al sol. Hay que evitar la exposición prolongada sobre todo en las horas centrales del día, y usar cremas con factor protector alto en las zonas expuestas al sol (sobre todo en verano).
Existen una serie de factores de riesgo además de la exposición solar, que la Sociedad Española de Oncología Médica, resume así:
- Edad: puede aparecer a cualquier edad, siendo cada vez diagnosticados en edades más jóvenes, aunque algo más de la mitad se diagnostican a partir de los 55 años.
- Sexo: es algo más frecuente en las mujeres, aunque suele tener mejor pronóstico.
- Coloración piel y cabello: cuánto más clara es la piel, ojos y pelo, más riesgo existe de melanoma. Este riesgo es especialmente alto en personas rubias y pelirrojas. Las personas de piel oscura tienen menos incidencia de melanoma cutáneo, si bien hay mayor proporción de unos tipos más raros de melanoma, llamados acrales (ver más adelante), así como de melanomas en regiones mucosas.
- Presencia de nevus/lunares: a mayor número de nevus y sobre todo si son de gran tamaño y presentes desde el nacimiento (congénitos) se incrementa el riesgo de melanoma. Como prevención debemos estar alertas ante la aparición de cualquier lunar que no tuviéramos previamente, o bien algún cambio de los lunares respecto al tamaño, color, forma, textura o sangrado.
Tratamiento
«Lo más efectivo, en realidad, es la prevención. Y por eso insistimos tanto en protegernos del sol, de la radiación ultravioleta, que es el factor sobre el que podemos incidir, sobre todo en edades precoces. Luego, el tratamiento más efectivo suele ser quirúrgico, la extirpación de la lesión tumoral. Y también están apareciendo en los últimos años una serie de terapias dirigidas contra las mutaciones genéticas que hay en el melanoma, como el BRAF, que es una mutación que está presente en un 60 % de los pacientes. Y hay otros tratamientos que van apareciendo y son inmunomoduladores que aumentan las defensas del organismo, los linfocitos que atacan a las células cancerígenas. Los estamos usando sobre todo en fases avanzadas de la enfermedad. Tenemos entre ellos el nivolumab, el pembrolizumab y otros inhibidores de la vía MEK KRAS. Ha habido una innovación en fármacos que nos permiten tratar formas más avanzadas y agresivas de melanoma y otros carcinomas cutáneos», enumera José Luis López Estebaranz, investigador en dermatología y presidente del Colegio Iberolatinoamericano de Dermatología (Cilad).
La buena noticia es, una vez más, los avances en materia de tratamiento. Hasta hace poco más de quince años, «la vida media de un paciente con melanoma metastásico era poco más de un año y solo el 15 % respondía al tratamiento», explica la doctora Soengas. Ahora, en ensayos clínicos, entre el 60 y el 70 % de pacientes están respondiendo y «se está demostrando una respuesta duradera de más de cinco años», indica la experta. Con todo, reconoce que todavía hay personas en las que no se producen estas mejorías. Soengas define el melanoma como «el campeón de las mutaciones», de manera que este tipo de tumor presenta muchos mecanismos de resistencia a los fármacos dirigidos. ¿De qué forma lo consigue? Existen varios caminos: «Para que una célula se reconozca por parte del sistema inmunitario, se tiene que ver como maligna, pero los melanomas consiguen esconderse y parecer células normales. Después, logran, de una manera muy activa, bloquear el reclutamiento de células del sistema inmunitario», apunta Soengas. En la actualidad, las grandes esperanzas están puestas en la inmunoterapia, «para conseguir que el sistema inmunitario reconozca las células tumorales y las elimine», concluye.