Marta Redondo, psicooncóloga: «Seguramente, Kate Middleton haya tenido que guardar silencio sobre su cáncer»
ENFERMEDADES
La princesa de Gales afronta, a partir de ahora, una recuperación que dice, será larga, aunque espera poder retomar sus compromisos públicos en los próximos meses
14 sep 2024 . Actualizado a las 11:03 h.Esta semana, Kate Middleton ha vuelto a estar en el foco de la noticia después de anunciar, en las redes sociales de los príncipes de Gales, que había finalizado la quimioterapia. Lo hizo con un vídeo y un mensaje muy emotivo, en el que expuso la montaña rusa de emociones que ella y su familia habían atravesado en los últimos nueve meses. La princesa de Gales, al igual que otros pacientes de cáncer, también experimentó miedo, incertidumbre y ahora, alivio.
«Cuando hablamos de oncología, hablamos de un grupo muy heterogéneo en las características de los afectados y, sobre todo, en cada proceso y pronóstico», dice Marta Redondo, doctora en Psicología, profesora de la Facultad de Psicología de la Universidad Camilo José Cela y directora del área de salud del Instituto IPES, quien recuerda que cada historia es única y no solo está marcada por la enfermedad en sí, sino por la mochila de cada uno y las circunstancias personales. Esto hará que el recuerdo sea peor o mejor, en la medida de lo posible.
Precisamente, uno de los elementos más protectores, y de los cuales más ha podido echar en falta la princesa es, según la experta, el apoyo social. «Es un amortiguador potentísimo en procesos de estrés. En oncología es algo con lo que trabajamos porque, en muchas ocasiones, el entorno no habla del tema para proteger al paciente», comenta Redondo. Una falta de comunicación que Kate Middleton ha podido vivir: «Seguramente, haya tenido que guardar silencio. Su ejemplo creo que es bueno para alertar de la importancia que tiene poder hablar al respecto. Que el familiar pueda llorar delante del afectado, y viceversa», añade. Así, a la vez que un desahogo también se consigue un acompañamiento. Precisamente, la carta en la que la princesa de Gales aprovecha para agradecer el apoyo, es también un buen retrato de lo que muchos pacientes experimentan.
«Mientras el verano llega a su fin, no os puedo expresar el alivio que supone finalmente haber completado mi tratamiento de quimioterapia»
«Mientras el verano llega a su fin, no os puedo expresar el alivio que supone finalmente haber completado mi tratamiento de quimioterapia», empieza diciendo Middleton, que contó que tenía cáncer el pasado mes de marzo, después de casi dos meses de especulaciones. La experta en psicooncología destaca dos aspectos especialmente difíciles en esta enfermedad. «Una es la incertidumbre con respecto al pronóstico, y otra es el saber que me voy a exponer a muchos estímulos negativos, que el proceso de curación será duro», comenta Redondo en referencia a estas primeras líneas.
Por eso, cuando termina, y el paciente puede decir que está libre de cáncer, lo primero que suele aparecer es el alivio: «Nos quitan un peso de encima, lo cual es un refuerzo muy positivo», indica. Con todo, es frecuente que, una vez la vida vuelva a su cauce habitual, aparezcan también otras emociones como el miedo.
«La vida tal y como la conocemos puede cambiar en un instante. Hemos tenido que encontrar una manera de navegar por aguas tormentosas y caminos desconocidos»
A continuación, la princesa de Gales habla de que estos últimos nueve meses han sido «increíblemente difíciles», tanto para ella como para su familia: «La vida tal y como la conocemos puede cambiar en un instante. Hemos tenido que encontrar una manera de navegar por aguas tormentosas y caminos desconocidos», señala.
Cuando llega, la enfermedad barre con muchas de las cosas que se encuentra por delante. Así lo explica la psicooncóloga: «En un proceso de este tipo, la vida cambia de un momento a otro. Por eso, una de las cosas positivas que a veces se saca es la de vivir el día a día», comenta. El ritmo que muchos siguen en la actualidad dificulta que se pueda estar en el presente, y aunque suene utópico y de cuento, es algo que se trabaja en las consultas de psicooncología. «Tenemos una mente muy enfocada en estar anticipándose, en estar siete pantallas por delante. Por eso, parte del trabajo se centra en el día a día, en el partido a partido», comenta Redondo.
A la experta no le extraña cuando la princesa de Gales habla de aguas tormentosas y caminos desconocidos. En terapia, dice que se suele encontrar con mucha ansiedad, tristeza y culpa. La primera debido a la incertidumbre que se suele alargar durante todo el proceso; la segunda, motivada por todas las pérdidas que hay con la enfermedad: «El paciente oncológico pierde mucha calidad de vida en el día a día, deja de disfrutar de la comida, de hacer deporte o de trabajar», expone la profesional. Y la tercera —la culpa—, porque el enfermo siempre se plantea que hubiese pasado: «Piensa en si se hubiese mirado antes, si se hubiera cuidado o si podría haber hecho las cosas de otra manera», expone. Sin embargo, y a pese a que estas emociones son displacenteras, no se eliminan: «Se aprenden a tolerar, a meterles en la mochila como si llevara un par de piedras y que centre su energía en todo lo que pueda hacer mejor en el partido de hoy», apunta.
«Con humildad, también te enfrenta a tus propias vulnerabilidades de una manera que nunca antes habías considerado y, con eso, una nueva perspectiva de todo»
La princesa de Gales escribe, en su anuncio, que el cáncer «con humildad, también te enfrenta a tus propias vulnerabilidades de una manera que nunca antes habías considerado y, con eso, una nueva perspectiva de todo». Precisamente, continúa Middleton, «este tiempo, sobre todo, nos ha recordado a Guillermo y a mí que hay que estar agradecidos por las cosas simples pero importantes de la vida, que muchos de nosotros a menudo damos por sentado. De simplemente amar y ser amado».
Palabras clave, que a Redondo le sirven para explicar el crecimiento postraumático, un enfoque que se trata en terapia. «Cómo puedo utilizar todo lo negativo que estoy viviendo para sacar cosas positivas de todo esto», indica. Lejos de huir de las emociones negativas, «las cuales tienen que estar presentes», se plantea cómo la enfermedad puede dar una nueva perspectiva a la hora vivir. «Y algo que sale siempre es enseñar a nuestros ojos a que se fijen en todo lo bueno», añade. Educar a la atención para que se centre en lo positivo: «Esta actitud de da en un paciente oncológico de una manera mucho más natural que en el resto de población, tanto durante el cáncer como después», describe.
Pese al avance de los últimos años, la psicooncóloga apunta que el cáncer se sigue ocultando: «Antes era un signo de vulnerabilidad, por eso se escondía. Creo que en este caso particular, también se ha tenido que hacer», precisa. Una posición nada beneficiosa.
Como enfermedad que es, se considera un estresor que, en algunos casos, pone al paciente delante de sí mismo. Hace que se analice: «Nos ayuda a ver cuáles son nuestras fortalezas, lagunas y a veces es motivo para que empiecen a trabajarlas. Por eso hay cierta humildad en todo esto, en decir que es vulnerable», comenta. Es más, Redondo, acostumbrada a trabajar con mujeres, señala que muchas tienen la idea de ser una superwoman, de poder con todo: «Una idea que puede llevarnos a no abrazar bien la debilidad, y este proceso nos humaniza», comenta.
«Ahora me centro en hacer todo lo que pueda para seguir sin cáncer. Aunque he terminado la quimioterapia, mi camino hacia la curación y la recuperación total es larga y debo seguir tomando cada día como viene (...)»
A partir de ahora, dice la princesa de Gales, su objetivo es estar «libre de cáncer», porque avanzar «hacia la plena recuperación será un camino largo». Así, espera poder volver al trabajo y practicar en actos públicos en los próximos meses.
«A pesar de todo lo que ha pasado, entro en esta nueva fase de recuperación con un sentimiento renovado de esperanza y aprecio por la vida. William y yo estamos muy agradecidos por el apoyo que hemos recibido y hemos sacado mucha fuerza de todos los que nos están ayudando en estos momentos. La amabilidad, empatía y compasión de todos ha sido realmente generosa», apuntaba Middleton.
Redondo hace referencia, de nuevo, al crecimiento postraumático. En este proceso, muchos pacientes se dan cuenta de que se han preocupado por cosas que no sabían si finalmente sucederían: «Así que, al final, aprenden a valorar lo positivo y a estar más presente», detalla.
«A todos aquellos que continúan su propio viaje contra el cáncer: sigo con vosotros, codo con codo, mano con mano. De la oscuridad puede surgir la luz, así que dejad que esa luz brille intensamente», finaliza el comunicado. Unas palabras que, para la experta, están cargadas de sentido y reflejo de la realidad.