Así se puso fin a la sudoración excesiva de Broncano: «Es una sencilla intervención de cinco minutos»

La Voz de la Salud

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Imagen realizada después de la operación de David Broncano. A la derecha, el cirujano Diego González Rivas.
@dgonzalezrivas

El presentador de La Revuelta padecía hiperhidrosis, una patología que puede afectar hasta el 2 % de la población y que se caracteriza por una sudoración excesiva en las axilas, palmas de las manos, plantas de los pies o la región craneofacial

29 oct 2024 . Actualizado a las 10:41 h.

La hiperhidrosis es una enfermedad caracterizada por una sudoración excesiva en, al menos, uno de los siguientes lugares: axilas, palmas de las manos, plantas de los pies o región craneofacial. Causa un fuerte impacto en la vida social y laboral y en los últimos años se ha viralizado después de que el televisivo David Broncano haya confesado padecerla. Ahora es su cirujano, el coruñés Diego González Rivas, el que ha explicado a través de sus redes sociales cómo ha sido la operación a la que se ha sometido el presentador de La Revuelta para poner fin a sus síntomas. 

«La hiperhidrosis palmar es una patología que afecta al 2 o 3 % de la población. Esta paciente tiene una hiperhidrosis palmar severa y vamos a solucionarlo con una sencilla intervención de cinco minutos. Es la que le hicimos a David Broncano», comienza explicando González. 

Las glándulas que producen el sudor están distribuidas por todo el organismo, pero su concentración es mayor en las palmas, plantas, axilas y tercio superior facial —zona de la frente—. Se encuentran inervadas por el sistema nervioso simpático, que en condiciones normales responden al calor, el estrés, estímulos del olfato y el gusto. No obstante, cuando la persona padece hiperhidrosis, existe una disfunción autónoma en esta inervación, provocando esta patología.

En el vídeo publicado por el cirujano se puede ver que, después de realizar dos pequeñas incisiones de cinco milímetros en el tórax, el doctor busca el nervio simpático de la paciente. Este es el responsable de activar respuestas rápidas y automáticas ante situaciones de estrés, emergencia o peligro, y por lo tanto, también se encarga de estimular la producción de sudor de las glándulas sudoríparas. 

Una vez que González identifica el nervio, «usaremos unos clips de titanio especiales para cirugía y los colocaremos en un lugar determinado; el nervio queda comprimido e interrumpimos los estímulos que provocan hiperhidrosis palmar». Una intervención rápida y sin intubación que, en palabras del propio cirujano, permite el alta hospitalaria a las cuatro o cinco horas.

La diferencia entre sudar y la hiperhidrosis

«La hiperhidrosis se desencadena por estímulos que tienen que ver bastante con el factor emocional. Por ejemplo, una entrevista de trabajo, ver a la persona que te gusta, hacer un examen importante... todo aquello que te produce un cierto estrés», comenta en este artículo Ángela Hernández, dermatóloga de la  Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y miembro del Instituto de Medicina y Dermatología Avanzada en Madrid. Aunque lo más frecuente es que sea localizada en algunas zonas del cuerpo como las plantas de los pies, las palmas de las manos o las axilas —conocida como hiperhidrosis focal primaria—, también puede presentarse en todo el cuerpo —hiperhidrosis generalizada—. 

Con todo, esta también puede originarse a raíz de un trastorno neurológico, endocrino, una infección, un tumor, o como efecto adverso del consumo de algunos fármacos como opioides, antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), antidepresivos, calcioantagonistas o quimioterápicos. Descartar esta posibilidad resulta fundamental a la hora de prescribir tratamiento. 

Criterios diagnósticos de la hiperhidrosis focal primaria: 

  • Que se presente sudoración excesiva en al menos uno de los siguientes sitios: axilas, palmas, plantas o región craneofacial. 
  • Que la duración de esta sudoración excesiva sea superior a seis meses. 
  • Descartar posibles causas de hiperhidrosis secundaria como fármacos, causas neurológicas, endocrinológicas, infecciosas o tumorales. 
  • Y que, además, se presenten dos de las siguientes características: 
    • Edad de aparición por debajo de los 25 años.
    • Antecedentes familiares
    • Sudoración bilateral y relativamente simétrica
    • Episodios presentes al menos una vez a la semana
    • No existir hipersudoración durante el sueño
    • Repercusiones sobre las actividades de la vida diaria

«Existen tratamientos que mejoran la enfermedad, pero no cura», asegura la dermatóloga. El abanico es amplio y se personaliza según el paciente. Entre ellos, los de carácter tópico, iontoforesis, toxina botulínica, termólisis por microondas, tratamientos sistémicos y quirúrgicos. «Los productos tópicos tienen sales de aluminio y son antisudorales. La iontoforesis, consiste en meter las manos en agua proporcionando corrientes eléctricas que disminuyen la sudoración. Pero también existe tratamiento oral, infiltraciones con toxina botulínica —bótox—, láseres que destruyen la glándula sudorípara y por último, la operación», amplía la doctora.