¿Calcetines con chanclas?, ¿correr por la arena?: guía para cuidar tus pies en verano
VIDA SALUDABLE

Un podólogo nos da las claves para no hacer sufrir a los pies en una de las temporadas más problemáticas para ellos
11 jul 2023 . Actualizado a las 16:37 h.En muchas ocasiones habrás escuchado eso de «dime con quién andas y te diré quién eres». Esta vez vamos a reformular la frase, «dime qué calzas y te diré cómo sufre tu pie». Con las altas temperaturas, se debe tener mucho cuidado con el calzado. El calor nos hace optar por ropa refrescante para no sudar y con los pies debería pasar lo mismo. También sudan, pasan calor y se cansan, más con tanta caminata en zapatos incómodos.
Navor Pereira Losada, podólogo miembro del Colexio de Galicia (Copoga) explica que «los calzados que apenas dan sujeción al pie, como pueden ser las chanclas de plástico, no suelen ser una buena opción cara al verano». Hay que saber elegir bien, especialmente si se van a utilizar durante todo el día. En el caso de que sean para ocasiones puntuales, es posible usar calzados menos cómodos. «No es lo mismo uno de mala calidad o con mala sujeción si solo es para estar en nuestra casa o movernos poco, que si vamos a dar una caminata», aclara el especialista.
Las chanclas que tanto se emplean para ir a la piscina o, en muchas ocasiones, para dar algún que otro paseo, pueden generar un resentimiento en el pie: «Este tipo de chanclas, además de ser de plástico, favorecen la sudoración y generan una falsa sujeción», aclara el experto. De hecho, los podólogos restringen el uso de las chanclas. Lo recomienda para la playa, piscina o duchas públicas. Es decir, lugares en los que no se debería estar sin calzado, para prevenir posibles infecciones.
Es época de celebraciones y los tacones son una de las opciones a la hora de arreglarse. Este calzado «no favorecen a una manera natural de caminar. Se tiene que tener en cuenta que, si una persona se va a poner un calzado no adecuado, que sea para un acto típico de estas fechas de bodas, bautizos o comuniones», señala Pereira. Hay que tener en cuenta que los tacones no pueden convertirse en el calzado diario, «ni en verano, ni en el resto del año. Pero, particularmente en estas fechas más calurosas, ya que se provoca un aumento de carga en el antepié. No transpira, por lo que genera más rozaduras y un aumento de sudor», remarca el experto. Asimismo, recomienda evitar el uso de calzado demasiado plano o sin nada de tacón para realizar recorridos de media o largar distancia.
Lo mismo sucede con las plataformas. El podólogo advierte que «no nos aporta una gran ventaja, de hecho, provocan problemas biomecánicos que dificultan la marcha, favorecen que caminemos de una manera antinatural». La única "ventaja" que le encuentra es que «nos hacen más altos», comenta de manera cómica Pereira.
Y, aunque parezca inofensivo, es necesario hablar del calzado deportivo. Pereira recomienda que sea «específico para cada actividad y también tenga una correcta ventilación». No es lo mismo una zapatilla deportiva para un día de invierno que llueve y que puede hacer frío que para un día de verano, «es necesario que transpire bien», recuerda el experto.
Uso de calcetines
Es posible que en algunas ocasiones hayas escuchado la recomendación de no emplear calcetines en verano, porque el pie se acalora y suda más. Pereira desmiente esto y dice que «siempre que utilicemos calzado cerrado debemos ponernos calcetín. Debe ser de tejidos naturales evitando los sintéticos».
El experto también remarca que no usar calcetines: «Provoca un aumento de la humedad en el pie, puede producir problemas de dermatitis, eccemas atópicos u hongos en la piel». De hecho, el especialista intenta siempre «recomendar que el pie vaya con calcetines en verano en calzado cerrado, ya que la humedad es un caldo de cultivo para ese tipo de micosis que puede generar hongos en las uñas».
Estamos de acuerdo que el verano es la época de hacer más deporte. Hace buen clima, hay más horas de día y se tiene más tiempo libre. Para los entrenamientos, Pereira recomienda calcetines técnicos. No es lo mismo el calcetín que usa una persona que va a dar un paseo, que una persona que va a practicar un deporte de intensidad. «Normalmente, son calcetines que intentan evacuar la sudoración. En el caso de hacer barranquismo, lo recomendable son calcetines de neopreno», comenta el podólogo.
Caminar sin zapatos en la arena
No es ni bueno ni malo, siempre y cuando se haga con unas precauciones. Hay que tener en cuenta que la mayoría del tiempo el pie está enjaulado en calzados cerrados y, por lo tanto, trabaja menos. «Si de repente nos ponemos a caminar mucho tiempo por la arena, ciertos músculos empiezan a trabajar. Lo que podemos tener es fatiga o inflamación de algunas inserciones tendinosas o sensación de molestias», alerta el experto.
Para que esto no suceda, Pereira recomienda que «se tengan unos días de adaptación a la arena. Intentar buscar la parte que no está totalmente blanda, que esté un poco húmeda porque tiene mayor consistencia». Tampoco aconseja que «una persona que no corra habitualmente, pase de no hacer nada a directamente correr por la arena». Este es uno de los motivos habituales de consulta, por dolor en zonas del tobillo y de musculatura.
El Copoga recomienda echarse protección solar en el dorso de los pies, de la misma manera que se hace en el resto del cuerpo, para así no sufrir quemaduras en los paseos por la playa.
Recomendaciones para unos pies sanos
Cuidado de ampollas
Si comienzas a notar ampollas o flictenas, lo que necesitas es no perder la paciencia con ellas. Se recomienda drenar el contenido que tiene la ampolla con «una técnica aséptica y conservando el tejido cutáneo que es nuestra protección natural, esas son las buenas prácticas recomendadas actualmente», aclara el podólogo.
Cuidado de los pies
Está claro que mantener una higiene adecuada es primordial para unos pies sanos. Pero hay que tener en cuenta que «tras baños en agua salada hay que endulzar la piel», recomienda el experto. El podólogo también advierte que no hay que «lavarse demasiadas veces los pies con agua y jabón debido a que eso también daña nuestra barrera». Los pies también necesitan una rutina de noche, hay que «hacer una correcta hidratación, manteniendo secos los huecos de los dedos», alerta Pereira.
El podólogo también da un consejo para los más pequeños de la casa: «En el caso de los niños hay tener cuidado con los bordes de la piscina, porque de tanto jugar alrededor con los pies húmedos, acaban abrasando la piel de la planta del pie y esto origina un tipo de inflamación dolorosa que es fácilmente evitable». Esto se puede prevenir con el uso de calcetines especiales para estos lugares o jugar más en la zona de hierba.
Sequedad y durezas en el talón
«En esta época aumenta la sequedad en los talones por el simple hecho de estar más expuestos a la intemperie. Se evapora antes nuestro propio sudor», aclara Pereira.
También es posible la aparición de durezas, «se originan normalmente por un problema biomecánico, choque muy abrupto de talón, por un problema en la pisada, por un calzado inadecuado», comenta especialista. Si se junta la sequedad con las durezas, esto puede ser una combinación fatal, ya que según advierte el podólogo, «puede generar grietas que lleguen a ser dolorosas».
Acudir al podólogo
En los meses previos al verano, las consultas de los podólogos se llenan. Es hora de mostrar los pies, pero hacerlo con una estética cuidada, puesto que «nos descalzamos más, hemos pasado por el calzado más cerrado al abierto», comenta el podólogo. También advierte: «La premisa de acudir al podólogo la mantenemos todo el año».
Pedicura veraniega
En época de calor, existe un aumento de pedicuras semipermanentes o de gel, Pereira cuenta que lo que se encuentra cuando llegan los pacientes después del verano, «son uñas débiles, más micosis o uñas amarillentas».
El podólogo recomienda descansar las uñas: «Si se echa un barniz, aunque no sea permanente, se debe despintar al cabo de una semana. Dejar que se recuperen sin la capa de laca durante unos días. Esta práctica también acaba produciendo un envejecimiento visual en las uñas».
Calzados adecuados
Se debe utilizar el calzado apropiado para cada temperatura y época del año. El experto comenta que «si una persona quiere ponerse sandalias, que lo haga, pero siempre y cuando tengan una buena sujeción del pie. Con materiales que no rocen y no produzcan molestias. Dejando los dedos libres para que tengan el espacio suficiente para poder caminar de una manera natural».
Si, por el contrario, quieres vestir con calzado cerrado, no pasa nada, solo hay que «intentar que sea lo más ventilado posible», aconseja Pereira. Hay que tener cuenta que el calzado incómodo o inadecuado debería reservarse para ocasiones especiales o puntuales. En referencia al calzado deportivo, aconseja tener más de un par para poder dejarlas en ventilación entre 24 y 48 horas.