Berta García, farmacéutica: «A la vuelta de vacaciones es el momento de hacer un peeling químico»
VIDA SALUDABLE
La experta en dermocosmética explica los pasos que no pueden faltar en una rutina facial a principios de otoño
30 ago 2023 . Actualizado a las 21:23 h.Cuidar la piel en verano significa, ante todo, aplicar fotoprotección. Hasta ahí, lo que todos sabemos. Pero ¿qué necesidades específicas tiene la piel de nuestro rostro en esta época del año? ¿Cuál es la mejor forma de prepararla para los próximos meses? Respondemos a todas estas preguntas y resumimos los pasos básicos y los ingredientes activos que no pueden faltar en tu rutina con la ayuda de Berta García Estrada. Ella es farmacéutica especializada en cuidado facial y cuenta con más de 120.000 seguidores en su cuenta de Instagram, donde se dedica a reseñar productos cosméticos y a explicar todo lo que tenemos que saber para no equivocarnos y acabar sensibilizando nuestra epidermis.
—¿Qué necesita nuestra piel en verano?
—Lo más importante en verano son tres cosas: limpieza, antioxidantes y mucha fotoprotección en la rutina de día. En toda rutina, la base es la limpieza, sea mañana o noche. Por la mañana, habría que añadir un antioxidante, que puede ser vitamina C o niacinamida, que son los más efectivos. Los antioxidantes neutralizan los radicales libres que produce la radiación solar, con lo cual, la combinación de antioxidantes más fotoprotector es genial para la piel. Y luego, por supuesto, es súper importante el fotoprotector, sobre todo en verano, porque la radiación ultravioleta A está aumentada en esta época del año. Entonces, hay que proteger la piel. Por la noche, pasaríamos a una doble limpieza más exhaustiva, porque hemos ido a la playa o la piscina y en la piel se acumulan restos de arena, polvo, suciedad, cloro, salitre y restos de productos como el fotoprotector. En verano, además, sudamos mucho más, aumenta el sebo y, entonces, es importante hacer una limpieza eficaz por la noche para que no salgan granitos o puntos negros. La doble limpieza sería primero con un limpiador de base oleosa y después uno de base acuosa, que puede ser una espuma o un gel. Después de la playa o la piscina yo utilizaría siempre activos reparadores, como ceramidas, ácido hialurónico, factor de crecimiento, ingredientes un poco más ricos. La piel agradece mucho cuando la mimamos con esos activos calmantes. Porque aunque nos protejamos mucho del sol, ella se resiente por el viento y los elementos.
—¿Y a la vuelta de las vacaciones?
—A la vuelta del verano, en septiembre, me parece muy interesante hacer una reparación. Podemos hacer un peeling químico, una exfoliación. Porque en verano, al exponerse al sol, las últimas capas de la epidermis están más gruesas y la piel se ve con menos luz y más engrosada. Entonces, a la vuelta de vacaciones, conviene hacernos un peeling químico un poquito intenso que tenga alfa hidroxiácidos. Por ejemplo, con ácido glicólico. Se aplica una noche a la semana y después del peeling, se pone una mascarilla reparadora, calmante e hidratante. Hacemos eso un par de noches esa semana de vuelta para que la piel elimine esas células muertas y se vea más luminosa. Además, así, lo que pongamos después se va a absorber mucho mejor, porque no va a tener que atravesar tantas capas de células muertas. Vamos a ver muy rápido esos resultados. Es importante protegerte bien del sol al día siguiente si has hecho un peeling a la noche. Y si vas a ir a la playa todo el día, no te hagas el peeling la noche anterior. Porque esa piel queda muy desprotegida y expuesta.
—¿Qué mascarillas recomiendas?
—Las que tengan activos como ceramidas, manteca de karité, aloe vera, ácido hialurónico, pantenol y hasta glicerina, que es un activo muy barato. Esos son activos pro función de barrera, reparan la epidermis. La barrera de la piel tiene ceramidas, que son como ladrillitos de la piel, y cuando están movidos, el agua se puede escapar y la piel se deshidrata. Entonces, es interesante darle activos que sean pro función barrera para que ella esté fuerte y eficaz y el agua quede retenida en la epidermis y no se pierda.
—¿Cada cuánto recomiendas hacer una exfoliación?
—Es bueno exfoliar todo el año una vez por semana. Esa es la guinda del pastel de la rutina. Porque esos activos exfoliantes van a desprender las células muertas que no hacen nada. La piel se renueva una vez al mes de manera natural. Van saliendo células nuevas de la capa basal, que es la inferior, y van subiendo hacia arriba. Las viejas se van desprendiendo. Esa es la exfoliación natural. Pero es verdad que con la edad, ese tiempo de recambio se hace más largo y acumulamos más células muertas. Por eso los niños cicatrizan más rápido. Cuando te haces mayor, una herida tarda más en cerrar porque el recambio celular es más lento. Los activos como el ácido glicólico, ácido láctico o ácido málico ayudan a desprenderlas de una vez en lugar de ir poquito a poquito.
—¿Se puede mezclar un protector solar con color con otro sin color?
—No es lo mejor. Las fórmulas de los cosméticos están hechas para funcionar por sí solas. Si haces mezclas, no sabes si va a desestabilizar, o si los activos son compatibles o no. Y un fotoprotector es un producto muy difícil de formular. Si los mezclas, no sabes si uno puede dañar activos del otro. Mi consejo es poner dos dedos colmados de protector sin color, dejar pasar unos minutos y cuando se ha secado, te puedes poner encima el protector con color. A veces, el protector con color tiene un tono demasiado intenso como para ponerte los dos dedos completos que son la cantidad que se ha visto que permite aplicar dos miligramos de producto por centímetro cuadrado de piel. Es muy difícil usar tanto protector con color, porque dependiendo del color de tu piel, puedes quedar demasiado naranja. Entonces, primero puedes aplicar dos dedos sin color para asegurar la protección y luego un dedo o uno y medio con color.
—¿Cómo podemos saber qué tipo de piel tenemos?
—Habría que acudir a un dermatólogo a un farmacéutico experto en dermocosmética. Pero de modo básico, tienes que lavarte la cara con un limpiador suave, que no sea astringente ni resecante. Las pieles más secas, a los diez o veinte minutos empiezan a notarse secas. A la hora, empiezas a notar que la piel está tirante, que te pide hidratar y nutrir. Las pieles grasas, al rato, empiezan a notar brillo, sensación de suciedad, piel pesada. Las pieles normales pueden estar tal cual todo el día sin notar disconfort. Ese es un truco, ver cómo está la piel a la hora de habértela lavado con un limpiador adecuado. Luego, las pieles grasas tienen poros más dilatados, tienen seborrea, pueden tener puntos negros. Y las pieles secas son más tensas. Eso se va notando.
—¿Para el acné qué se recomienda?
—Yo buscaría productos no comedogénicos o iría a un profesional. En el acné hay tres factores que influyen: la limpieza inadecuada, una deficiencia en la exfoliación y la presencia de una bacteria. Si hay células muertas y sebo y no exfolias, esa bacteria tiene comida y pueden surgir brotes. Entonces, es importante hacer una limpieza adecuada y muy exhaustiva, utilizar activos como el ácido salicílico y la niacinamida, que son seborreguladores y bacteriostáticos, que ayudan. Un tónico astringente puede ir bien también para ayudar a reducir las bacterias y a seborregular. También es importante extremar medidas higiénicas. Que la toalla que uso para las manos no sea la de la cara. La que se usa para la cara hay que cambiarla a diario. Cambiar también las fundas de almohada. Pero luego, hay acnés que ya requieren medicación y entonces hay que ir al dermatólogo para controlarlo. Con cosmética se puede probar, pero si con tres meses no notamos mejoría y seguimos igual, hay que ir al dermatólogo. Porque la cosmética llega a la epidermis pero hay acnés que duelen muchísimo porque son más internos y ahí no llega la cosmética.
—¿Qué es lo mejor para quitar el maquillaje a prueba de agua?
—Para retirar el maquillaje hay que usar primero un desmaquillante bifásico u oleoso. Lo usamos con algodoncito o con las manos. Hay que pensar que semejantes limpian semejantes. Entonces, los maquillajes y los labiales son productos grasos y hay que usar productos grasos para eliminarlos. Luego se aclara y se aplica un limpiador acuoso, que puede ser en gel o espuma, lo que más te guste. Para la limpieza hay productos muy buenos que están bien de precio, entonces, quizás invertiría más en otros productos como sérums. En limpieza no es necesario.
—¿Se debe dejar de aplicar retinol en verano?
—Hay que ver si ya lo usabas desde antes o no. El retinol es el activo que tiene más estudios que demuestran su eficacia antiedad. Funciona realmente, lo que pasa es que hace falta utilizarlo un tiempo largo. Los resultados se ven a partir de los cuatro o cinco meses. No es como un peeling químico, que se ve ya al día siguiente, porque actúa en esa capa exterior y lo ves en el momento. No tiene sentido, si lo has usado todo el invierno, dejar de usarlo en junio, porque vas a perder todo lo que has conseguido y, además, si vuelves a utilizarlo en septiembre y tendrás que volver a empezar poquito a poquito. Si lo usabas por semana cuatro noches y te vas a la playa dos semanas, puedes no usarlo esos 15 días o usarlo solo una noche en vez de cuatro, pero no lo dejes de usar. Además, el retinol no te va a irritar con el sol, al contrario. Con el sol se destruye, es él el que sufre. Simplemente no vas a tener su acción antiedad. Pero si nunca lo has utilizado, no empieces al verano. Al principio, el retinol tiene un poco de acción exfoliante, entonces, puede dejar la piel más seca y que se despelleje un poquito. Si ya está más seca por el sol, sí que queda más expuesta y entonces hay que tener más cuidado. Yo no empezaría a usarlo en verano, sino en septiembre u octubre. En septiembre es buena época para empezar con el retinol o con activos para quitar esas manchas del sol del verano. Ahora no tiene sentido hacerlo. Es tirar el dinero y, además, esos activos pueden sensibilizar la piel al principio.