La antigua imprenta Minerva, origen de la librería Balado y su singular escaparate

felipe aira

MONFORTE DE LEMOS

Ramoné, tercero por la izquierda en la fila del centro, autor del original escaparate
Ramoné, tercero por la izquierda en la fila del centro, autor del original escaparate FOTO VILA

El taller tipográfico comenzó a funcionar a comienzos de 1932 y allí se publicaron destacadas publicaciones de la época

16 ene 2023 . Actualizado a las 17:19 h.

A comienzos 1932 nacía en el número 9 de la calle del Cardenal una de las imprentas con más raigambre de Monforte, donde posteriormente se ubicaría la librería Balado, ahora de actualidad por la polémica retirada de su escaparate. Hablamos de la Imprenta Minerva, de la que fue fundador Alfredo Rodríguez Balado. Alfredo cambió el orden de sus apellidos en el año 1958 por motivos comerciales, según se desprende del expediente abierto con ese motivo en el Juzgado de Primera Instancia.

«Después de largos y muy laboriosos años de trabajo ha conseguido imponer no ya solo en el ámbito local y provincial, sino también en el regional, el apellido Balado como denominación comercial de su industria de Artes Gráficas, librería, papelería y objetos de escritorio», señala el expediente. «A su fallecimiento —proseguía— se perdería este apellido para convertirse en un mero reclamo comercial que habría que registrarse con renovación quinquenal».

El cambio de orden de los apellidos fue permitido legalmente y desde el referido año 1958 el fundador de la imprenta pasa a ser oficialmente Alfredo Balado Rodríguez. Alfredo había nacido el 19 de septiembre de 1912, figurando inscrito con los nombres de Alfredo Roberto Genaro Rodríguez Balado.Su padre, Pedro Rodríguez Regís, fue un afamado profesor de matemáticas de la Sociedad de Trabajadores y de la Escuela Nacional de Monforte, allá por las primeras décadas del siglo pasado, falleciendo en el año 1922. Su madre era Basilisa Balado Rodríguez, fallecida en 1925. Alfredo Balado quedó por ello huérfano con solo trece años.

Casado con Celsa Pérez Ferro en San Cristóbal de Fornas, en el municipio de Chantada, en enero de 1936. Aquel matrimonio tuvo tres hijos, José Luis, Chicho; Roberto; y Monserrat Balado Pérez. Alfredo había trabajado anteriormente en prensa, siendo uno de sus compañeros más queridos Isidro Palacios. Su interés por la tipografía comenzó en la niñez, en la imprenta de los Señores Hermida y Cía, existente a finales del siglo XIX y primeros años del XX en uno de los bajos del número 9 del Cardenal. Aquí fue donde por primera vez tuvo contacto con ese oficio. Hemos leído cómo en este taller impresor, en el año 1901, se necesita un cajista práctico en hacer estadillos y en manejo de maquinaria.

Por estas fechas comenzó a publicarse allí El Correo de Lemos. Esta imprenta era descrita en el año 1900 como «taller de imprimir con una máquina Minerva o de presión plana e impresor con prensa a mano, en la calle del Cardenal». El negocio, todo hay que decirlo, tocaba a la familia de su madre. El histórico inmueble de la calle del Cardenal número 9 había sido comprado por Manuel Vázquez Hermida en las décadas intermedias del XIX, a la relevante familia monfortina de los Pérez Rúa.

Importante contribuyente

Manuel Vázquez Hermida nació en O Saviñao. Avecindado en Monforte, se convierte pronto en uno de los mayores contribuyentes de la localidad, además de notario mayor del colegio oficial de A Coruña y escribano mayor del Reino, entre otros cargos. Su hija Carmen Emilia Vázquez Sánchez se casa con el coronel de Infantería destacado en la población monfortina, Julián Hermida y Casares, militar condecorado por varias de sus actuaciones, alguna de ellas en la guerra de Cuba.

Posteriormente, la casa del Cardenal que albergaría la imprenta pasa al nieto de Manuel Vázquez e hijo de Julián Hermida, Manuel Hermida Vázquez, un vecino muy activo en la población entre cuyas iniciativas estuvo la apertura de la Imprenta de Hermida y Cía, instalada en el inmueble familiar o la publicación del semanario local El Heraldo de Lemos, en septiembre de 1900. También fue director de otro semanario monfortino, La Opinión, que comienza a dirigir en enero de 1904 sucediendo a José Manuel Lence, hasta la clausura de la publicación en noviembre de 1905.

Manuel Hermida Vázquez se casa con Felisa Balado Rodríguez, de donde vienen los Hermida Balado, Manuel, en su día cronista oficial de Monforte, y Carmen, que se casaría con Manuel Baamonde Robles. Hermana de Felisa era Basilisa Balado Rodríguez, la madre de Alfredo.

Alfredo Balado, recién cumplidos los veinte años, era corresponsal del semanario El Pueblo Gallego, y decide crear su propio negocio tipográfico que bautiza como Talleres Tipográficos Minerva, allá por el ecuador del año 1932. Los detalles de ese oficio podemos denominar artesanal quedaban retratadas en algunas de sus crónicas sobre esos quehaceres: «A las tres de la madrugada, entre el trepidar de las máquinas de imprimir lanzadas a toda velocidad y con la cara y manos manchadas de tinta y grasa».

En septiembre de 1934 comienza a imprimirse el semanario El Combate. Mientras no llegaba el material necesario para publicarlo en su propio taller, sería en la imprenta Minerva donde se editaría. La primera guía de Monforte, con una portada en tricromía y un trabajo del destacado dibujante local José López Díaz Varela, fue otro de los trabajos de los talleres tipográficos Minerva. Se puso a la venta en julio de 1935 y recogía lo esencial de la ciudad monfortina desde el punto de vista artístico y monumental.

Máquinas de Turín

Ante la buena marcha del negocio, Alfredo compra nuevas máquinas procedentes de Turín. Estaban pedidas ya en el verano del año 35, faltando solo la orden de embarque para recibirlas. Con esta importante adquisición se pudieron fabricar bolsas de papel y embalajes de cartón. El 30 de agosto de 1936 de los talleres tipográficos Minerva salía al público el primer número del semanario España, que incluía diversos trabajos literarios e incluía una larga lista de donantes de la población para la «suscripción patriótica».

En esa época se presentaba la necesidad de un nuevo emplazamiento y a finales de la década de los años treinta del siglo pasado los talleres se trasladan a la calle Cardenal número 27, para posteriormente realizar una ampliación del negocio tipográfico con una librería también con el nombre de Minerva. En 1948 se llevan a cabo nuevas obras y la legalización de las mismas se produce al año siguiente.

Ramoné, artesano en Ramberde y profesor 

Con las reformas realizadas en el año 1948 entra en juego el escaparate artesanal que había sido concebido por Alfredo Balado unos años antes junto con su amigo el maestro y profesor ebanista Ramón, conocido popularmente en Monforte como Ramoné. El trabajo fue realizado por Ramoné padre, ya que algunos de sus hijos como Alfonso o Pepe, también fueron profesores en Monforte. El autor del escaparate, que a la postre sería catalogado en el plan especial de protección del casco histórico, fuera profesor en la Escuela Elemental del Trabajo, luego Escuela de Maestría Industrial y hoy Instituto Francisco Daviña Rey.

De las generaciones de monfortinos a las que impartió clases Ramoné bajo sus enseñanzas muchos continuaron su formación de maestría e ingeniería en diversos centros y posteriormente ejercieron sus profesiones laborales y empresariales siempre con la madera como base. En su taller de Ramberde, aquel profesor realizó manualmente el escaparate que hasta hace poco podía verse en el exterior de la librería Balado. Las cristaleras curvas, hechas a medida y a mano, son valoradas por algunos profesionales en más de 10.000 euros.

Un trabajo singular que, a lo largo de más de siete décadas, identificó a su local comercial y fue un referente para generaciones de monfortinos durante sus paseos por la histórica calle monfortina del Cardenal.