La falta de personal, la extensión y el despoblamiento agravan este problema
18 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El mapa lucense de la cobertura en casos de emergencia sigue cojeando, sobre todo, en el área oriental. Los municipios de la montaña todavía son los grandes olvidados, lejos de parques de bomberos y con poco personal. Si a esto se suma la gran extensión territorial y el despoblamiento, la situación se agrava aún más. El incendio que el jueves calcinó una vivienda en Cervantes puso de nuevo el punto de mira sobre las dificultades a la hora de actuar en situaciones de emergencia. Intervino una motobomba del concello, el Grumir de Becerreá, pero también los bomberos de Sarria, que están a más de una hora del lugar del suceso.
Mientras no se ponen en marcha los siete grupos de emergencia supramunicipal (GES) que tiene previsto la Xunta (en A Fonsagrada, Guitiriz, Becerreá, A Pontenova, Quiroga, Folgoso do Courel, Monterroso y Cervo), la provincia se las apaña con seis parques provinciales (Chantada, Sarria, Monforte, Barreiros, Viveiro y Vilalba), uno municipal en Lugo y los Grumir. La montaña se queda en sombra.
Cada concello se las ingenia
De ahí que los concellos se las tengan que ingeniar con sus propios medios, según explica el alcalde de Pedrafita y representante de la Diputación en el Consorcio Provincial de Bomberos, José Luis Raposo. De hecho, señala que todos los concellos disponen de su propio camión para sofocar incendios, además de otra maquinaria específica, sobre todo enfocada a actuar cuando hay nieve.
Pero no es suficiente. La principal demanda de los alcaldes es el personal. Tanto Raposo como el regidor de Cervantes, Benigno Gómez, coinciden en que harían falta unas dos o tres personas dedicadas a emergencias en cada uno de los concellos de la montaña. «¿De que nos serve ter doce persoas en cada un dos sete grupos que vai poñer en marcha a Xunta? A montaña é moi extensa. ¿E de que serve ter maquinaria se non hai persoal para usala? Moitas veces, tiven que saír eu cos vehículos nas urxencias», señala Raposo.