Los socialistas lucenses se han encontrado al desayuno con un plato frío que no esperaban, aunque para algunos no fuese desconocido: la dimisión de la de la alcaldesa Lara Méndez para ir en los primeros puestos en la lista al Parlamento Autonómico.
Lara Méndez, cansada en su momento de ser concejala en la oposición en Cervo, recibió la ayuda de su primer mentor, el entonces alcalde de Viveiro, Melchor Roel, para acceder a la Diputación de Lugo. Allí se empezó a proyectar, con el apoyo de su segundo mentor, Ramón Gómez Besteiro, aunque la sorpresa le llegaría con la dimisión de Orozco y, en consecuencia, su acceso a la alcaldía lucense.
Era solo un paso en su progresión porque al contrario de su antecesor, que tenía como principio y fin a Lugo, para esta mariñana era un paso más en su carrera política. Lo esperado se confirmó y en el caso de que Besteiro consiga la presidencia de la Xunta de Galicia, es posible que como premio obtenga una consellería. Quizás sea una catapulta más para que, andando el tiempo, llegue su paso al Congreso de los Diputados, para finalizar ya, en el ocaso de los dioses, en el Senado. Todo se andará si la política y votantes quieren.
Centrado en la gastronomía, ando estos días consultando la posible receta para condimentar unos pélets, basándome para ello en lo dicho por el presidente de la Xunta de que son una legión de boliñas inofensivas y «aptas para uso alimentario» que abundan en las playas gallegas. No sé lo que haré, a ver cómo quedan estos pélets, pero desde luego, qué cosas más raras comen estos del Gobierno de la Xunta de Galicia.