Lo que Forges dibujó sobre A Fonsagrada: de promocionar fiestas a pedir un polígono

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA LUGO / LA VOZ

A FONSAGRADA

FORGES

El artista se sumó a las reivindicaciones del municipio de sus padres y fue altavoz de su patrimonio, sobre todo del butelo

13 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

A toda la riqueza patrimonial y natural de A Fonsagrada, se le suma un tesoro escondido en locales y rincones de la capital. Viñetas originales de Forges se reparten por toda la localidad, fruto de las numerosas visitas del artista al municipio natal de sus padres. Este sábado se presentó cómo será el Centro Cultural Forges, tanto por la parte técnica en manos de dos arquitectos locales, como su razón e historia en voz de amigos y familiares. En el antiguo concello, que albergará el museo, ya se adelantó algo de su contenido: algunas de las viñetas que trataban sobre A Fonsagrada.

Entre sus más de 80.000 chistes, como cuantificó su hija Berta, Forges guardó un espacio especial a lo que sucedía en el concello de la montaña lucense. La representación de la localidad fue siempre la misma: un pequeño conjunto de casas casi idénticas, muchas veces con la torre de una iglesia, en la cima de un montículo. A Fonsagrada protagonizó las dosis de humor del madrileño, que fue partícipe de las reivindicaciones del municipio. Publicó una serie bajo el nombre de «A Fonsagrada, eterna olvidada».

FORGES

Fue en el 2007 y directamente dirigidas a la Xunta. En la primera de las viñetas, uno de sus clásicos figurantes sostiene una pancarta donde pone: «A Fonsagrada, eterna olvidada, y en vez de dinamizadora, dinamizada». Al mismo tiempo reclama que «polígono e residencia cosas son de gran urgencia». Entonces una fonsagradina le recuerda: «E a agua!», acompañado de un «satamente», que solo se escucha por la montaña lucense. En la segunda viñeta de esta serie, San Froilán bendice el pueblo de A Fonsagrada acompañado de dos ángeles, que aclaran: «San Froilán desde allá arriba a A Fonsagrada bendiga, ¡con la atención de la Xunta porque es cosa muy justa!».

Fuera de esta serie, y apuntándose al gallego, también clamó en otra viñeta por «Fonsagrada arrombada!», pese a ser «a raíña das bisbarras» , apelando a la «Fragaxuntada».

FORGES

Carteles por altruismo

Más allá de las reivindicaciones, los dibujos de Forges protagonizaron los carteles de varias fiestas de A Fonsagrada, lo que realizaba de manera altruista. Diseñó algunos como el de las fiestas locales del año 1987, donde un náufrago pedía en alto un taxi para ir a esta fiesta y su compañero suspiraba con un «Jo, qué suerte». Otro caso fue el de la Festa do Emigrante del 2008, en el que a varios vecinos que se van volando de la cima de la montaña les acompaña el texto: «Voaron, pero nunca deixaron o niño». También ilustró el cartel del congreso Ensinantes de Ciencias de Galicia, que se celebró en A Fonsagrada en el 2001.

La Feira do Butelo fue el especial evento en el que tuvo más protagonismo. Forges elaboró el cartel del evento y sus ilustraciones se emplearon incluso en la edición de este 2023, donde un gran butelo se presenta como «o verdadeiro rei da montaña», y A Fonsagrada, su reina. Antonio Fraguas acudió varias veces a esta celebración e incluso recibió el primer Butelo de Ouro en el año 2015. No solo dibujó sino que también escribió sobre este embutido, recordando cómo lo hacía su abuela Aurelia, nacida en A Fonsagrada en 1878.

Además de las celebraciones de la montaña, el viñetista también dedicó dibujos a otro patrimonio como es el Camino Primitivo.

FORGES

Selelo, la unión

Para que la actualidad de A Fonsagrada llegase hasta el Madrid de Forges, fue esencial José Manuel Saavedra, conocido como «Selelo». Este fonsagradino es primo del padre de Forges, Antonio Fraguas, y después el artista fue como su hermano.

José Manuel Saavedra, «Selelo»
José Manuel Saavedra, «Selelo» MANUEL

Selelo mantuvo el vínculo familiar y también le trasladaba la información sobre el municipio. De hecho, figura su nombre en alguna de las viñetas. En el acto del centro cultural todavía recordaba sus chistes de memoria: «Sabía de todo, o que un debía facer ao estar con el era simplemente deixarlle falar e inclinarse», recordaba. Gracias a este lucense, Forges pudo reforzar la relación con sus raíces fonsagradinas y así terminar siendo un faro de su realidad desde la capital de España.